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Diccionario básico de 'blockchain': diez términos que debes conocer

¿Qué es bitcoin? ¿Qué significan los términos nodo, minería o 'hash'? Estas son las diez palabras clave que conviene dominar en el mundo de la tecnología ‘blockchain’.

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El 'blockchain' o cadena de bloques está en boca de todos. Ya son muchos los que vaticinan que, cuando se extienda su uso, el impacto que tendrá en la sociedad igualará al que causó internet a mediados de los noventa. Su potencial disruptivo y sus aplicaciones suponen una revolución que va a afectar al funcionamiento de industrias tan dispares como la financiera, la periodística o la del transporte.

Pero, antes de nada, ¿está claro qué es 'blockchain'? Podría entenderse como un enorme libro de registro digital. Es una tecnología que permite que computadoras distribuidas en distintos lugares almacenen información actualizada de forma permanente, con todas las copias sincronizadas.

Puede ser pública, privada o híbrida y es inmutable. No se puede modificar ni eliminar la actividad que quede registrada, solo añadir, bajo el consenso de la mayoría de los participantes en su red. En el caso de las redes blockchain públicas, como la de bitcoin y Ethereum, se trata de redes pseudo-anónimas, pero en otras redes privadas o híbridas, los actores pueden estar identificados. Es, además, descentralizada, ya que no depende de ninguna institución que la regule. Se trata de un nuevo paradigma tecnológico libre de intermediarios mediante el que se podrán realizar transacciones de todo tipo.

Una vez comprendido esto, es vital tener una noción básica de los diez términos más comunes al hablar sobre 'blockchain':

1. Encriptación

En el ámbito de la informática, encriptar información consiste en ocultarla, de forma que solo pueda interpretarse si se dispone de una clave o un código. En el de la criptografía, cifrar tiene el mismo fin. Es una técnica que permite proteger el intercambio de los datos y que los procesos en los que se utilicen sean más seguros.

2. Criptomoneda o criptodivisa

Igual que el dinero en metálico, es un medio de intercambio, pero en este caso es digital. La primera criptomoneda que empezó a operar fue bitcoin en 2009, después de que Satoshi Nakamoto estableciera las bases del sistema (aunque ocho años después, sigue sin estar 100% claro quién —o quiénes— crearon la moneda). A partir de entonces, no han dejado de aparecer otras, con especificaciones y características distintas. Hoy hay más de 1.000 en el mercado, de todo tipo.

3. Bitcoin

Es una moneda descentralizada, que no depende de la supervisión de ninguna autoridad central o institución. No la controla nadie en concreto, por eso se dice que la controlan todos los que participan en el sistema y nadie, a la vez. Es de código abierto y se identifica mediante códigos cifrados y anónimos (en vez de billetes y monedas). Permite registrar todo tipo de transacciones financieras con facilidad, en un entorno seguro y entre iguales, ya que usa tecnología 'peer-to-peer' (P2P).

Blockchain se creó originalmente como un componente de bitcoin que convirtió a esta criptomoneda en la primera en solucionar el problema del doble gasto sin la necesidad de una autoridad o servidor central de confianza. A noviembre de 2017, un bitcoin cuesta más de 7.300 dólares.

Cada vez hay más proveedores que aceptan bitcoin como forma de pago. Ya pueden comprarse todo tipo de productos y servicios con esta moneda. Por ejemplo, Microsoft permite comprar apps, juegos o vídeos en Windows, Windows Phone y Xbox; en Overstock se pueden adquirir joyas, muebles o electrodomésticos; en la empresa de retail europea Showroomprive puede comprarse cosmética, accesorios o ropa, y así con una larga lista de tiendas físicas y online.

Además, la palabra Bitcoin (con mayúscula) también se utiliza para referirse al protocolo que utiliza 'blockchain' y a la red P2P que lo sustenta.

4. Ethereum

Ethereum es una plataforma descentralizada que permite la creación de ‘smart contracts’, a la que algunos han denominado un ‘superordenador descentralizado’. También opera sobre su propia cadena de bloques y fue concebido originalmente como una versión mejorada para superar las limitaciones de programación de la ‘blockchain’ de bitcoin. Codifica los datos de la misma forma, pero una de las principales diferencias es que sirve para ejecutar contratos inteligentes (piezas de software que sirven para automatizar y blindar la ejecución de órdenes previamente programadas) y tiene una gran variedad de aplicaciones más allá de las relacionadas con el ámbito financiero. El Ether es su criptomoneda, la segunda más utilizada después de bitcoin, y tiene una valoración (a mediados de octubre) de 338 dólares.

5. Mineros y minería digital

La minería es el proceso mediante el cual se lanzan nuevos bitcoins al mercado a la cadencia marcada por Nakamoto en su protocolo a través de la creación de ‘bloques encadenados’. Los encargados de hacer esto son los ‘mineros’, personas que trabajan con potentes ordenadores conectados las 24 horas vigilando que todas las transacciones de la red se realizan correctamente. Para validar cada transacción y crear los bloques los mineros deben encontrar el ‘hash’, o clave digital, de cada bloque para enlazarlo con el siguiente. Cada vez que los mineros encuentran una de estas claves criptográficas se ‘mina’ un bitcoin y ellos reciben una retribución en esta misma moneda.

6. Nodos

Son los equipos que forman parte de la red 'blockchain', encargados de almacenar y distribuir en tiempo real copias actualizadas de las operaciones que se realizan. Cada vez que se genera un nuevo bloque y se añade al gran libro de cuentas, se añade también una copia en todos los nodos de la red. Todos los mineros son nodos, pero no todos los nodos son mineros.

7. 'Tokens'

Al igual que bitcoin, estas unidades se transmiten a través de los mensajes de la red de 'blockchain', pero a diferencia de la moneda, sirven para intercambiarse por todo tipo de servicios.  Dentro de una red privada un 'token' puede servir para otorgar un derecho, para pagar por un trabajo o por ceder unos datos, como incentivo, como puerta de entrada a unos servicios extra o a una mejor experiencia de usuario…Incluso pueden usarse como ‘garantía’ de la recepción de futuros servicios que una compañía promete ofrecer, cuando se usan en las ICOS como forma de financiación de ‘startups’.Tradicionalmente, ‘token’ es el nombre con el que se llama a las piezas que, adquiridas a cambio de dinero, sirven para recibir un bien o servicio. Ya sean, por ejemplo, las fichas para jugar en un casino, o para comprar comida en un festival. En el mundo de la cadena de bloques, esta palabra sirve para designar unidades de valor que pueden adquirirse a través de 'blockchain' y que se usan para obtener bienes y servicios.

8. 'Hash'

Las agrupaciones de bloques de las que se encargan los mineros del 'blockchain' tienen que estar validadas por el sistema. Para ello, éstos deben encontrar una clave o huella digital que los identifique. Bien, pues esta clave se denomina 'hash'. Es única, irrepetible y no se puede modificar. Además, cada vez que se descubre un nuevo 'hash', se distribuye al resto de nodos de la red, de modo que estén siempre sincronizados.

Como apunta Tess Rinearson, ingeniera de 'software', en este artículo, “el oro obtiene su valor por ser un metal precioso y un 'hash' ganador obtiene su valor al ser un número precioso”.

9. ICOs

Las ICOs o 'Initial Coin Offerings' (Ofertas Iniciales de Moneda), son una forma de financiación empresarial. Su particularidad reside en que lo que ofrecen las empresas son 'tokens' en vez de acciones y que sus accionistas pagan con monedas digitales, a través de 'blockchain'. Estos tokens también pueden ser la ‘moneda de cambio’ para tener acceso a futuros servicios o plataformas. Sin embargo, dada la falta de regulación de este tipo de financiación, en ocasiones estos ‘tokens’ no representan acciones o derechos económicos reales sobre la empresa que emite la ICO.

10. Bifurcaciones o 'forks'

La fuerza de las redes públicas de 'blockchain' está en su carácter 100% democrático. Todo está descentralizado y todas las partes tienen la misma información; nadie está por encima. Pero como explicó Luis Garicano, profesor de la London School of Economics, durante la reciente South Summit, esa fortaleza también implica una debilidad. “Si todo está descentralizado y todo el mundo tiene que estar de acuerdo en los cambios, no podrás hacer ningún cambio, ninguna mejora. Y si centralizas en parte para poder realizar cambios, estás atacando la propia naturaleza de 'blockchain'”.

La propia bitcoin experimentó un 'fork' el 1 de agosto, tras una discusión sobre el tamaño de los bloques de su 'blockchain', que dio lugar a la criptomoneda 'bitcoin cash'. Otra famosa escisión fue la producida en 2016 en ethereum cuando el ataque de un 'hacker' evidenció un error de la programación que tuvo como consecuencia una escisión de la red en ethereum y ethereum classic. Recientemente, ethereum ha actualizado su código mediante una bifurcación -esta vez planificada-, con el objetivo de mejorar la plataforma en su conjunto. Se trata de la primera fase de una actualización mayor, que incluirá cambios para aumentar su eficiencia.Esa paradoja tiene como consecuencia los llamados 'forks' o bifurcaciones. Cuando una parte de los usuarios de la red quiere hacer cambios y se encuentra con la oposición de otra, ante la imposibilidad de alcanzar posiciones unánimes, se producen bifurcaciones de las redes 'blockchain'.