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Análisis Regional 10 jul 2019

BBVA Research estima que La Rioja creará unos 4.500 empleos hasta finales de 2020

BBVA Research prevé que la economía riojana cree 4.500 empleos entre el final de 2018 y diciembre de 2020 y reduzca la tasa de paro hasta el 9,6% al término del siguiente año. Así lo indica el Servicio de Estudios de BBVA en su último informe ‘Situación La Rioja’, presentado este miércoles por el economista jefe para España de BBVA Research, Miguel Cardoso, y Carlos Gorria, director de la Territorial Norte de BBVA. Las previsiones de crecimiento del PIB para La Rioja del 2,0% en 2019 y del 1,7% en 2020 reflejan una leve aceleración de la economía de la región respecto a lo observado en el bienio anterior, y permitirían enlazar siete años de crecimiento.

La economía riojana cerró 2018 con un crecimiento del PIB del 1,6%, una décima por encima del nivel alcanzado en 2017. Esta evolución se explica por varios factores. Por un lado, un menor aumento del consumo privado, debido a que los vientos de cola que lo habían impulsado pierden potencia y a que la demanda pospuesta durante el período de crisis se va agotando.

Por otro, la reducción de las exportaciones, que refleja la debilidad de la demanda europea y americana, la incertidumbre sobre la demanda británica debido al ‘brexit’ y la depreciación de la libra, además del incremento de las tensiones comerciales entre China y EE. UU. La industria riojana, se vio afectada por este menor dinamismo de la demanda, pero también por factores puntuales de oferta, como una cosecha corta de uva en 2017 o problemas en la generación eléctrica del ciclo combinado. Además, el sector turístico crece de forma más moderada, en un contexto de menor vigor de la demanda interna española.

Por su parte, la inversión privada de bienes de capital aumentó el año pasado respecto al anterior, aunque a un ritmo menor, y la inversión en vivienda se aceleró, con una recuperación de precios. Además, el sector público autonómico también incrementó tanto el consumo como la inversión, pero cumpliendo los objetivos fiscales.

El crecimiento de la economía riojana se acelera en 2019 y 2020

En los dos primeros trimestres de 2019, el PIB de La Rioja podría estar creciendo en torno al 0,6%t/t, dos décimas por encima del promedio registrado el pasado año. Asimismo, la última información disponible también apunta a que, en los próximos semestres, la economía riojana crecerá a un ritmo algo superior a lo visto en los años anteriores. El Servicio de Estudios de BBVA prevé que el PIB regional crezca un 2,0% en 2019 para desacelerarse ligeramente hasta el 1,7% en 2020, en línea con lo que sucede en el conjunto de España. Con ello, la región enlazaría siete años de recuperación y recuperaría los niveles precrisis de PIB en términos absolutos y per cápita.

En este contexto, diversos factores contribuirán a impulsar el crecimiento de la economía riojana, aunque de forma contenida. Por un lado, la evolución de la actividad mundial muestra señales de estabilización. Además, el menor crecimiento de la eurozona y EE.UU. ha supuesto una normalización algo más lenta de la política monetaria, que asegura más liquidez y tipos bajos durante más tiempo. Todo ello favorecerá la demanda interna y, en particular, la recuperación del sector inmobiliario y de la inversión productiva regional. Adicionalmente, este entorno con un euro algo más depreciado, junto al abaratamiento del coste del petróleo, deberían favorecer el consumo de los hogares riojanos y la recuperación de las exportaciones fuera de la eurozona, principalmente, de bienes. La continuación de la inversión en bienes de equipo, además, apunta a un progresivo retorno a la normalidad de la actividad en el sector industrial.

Por otro lado, el impulso fiscal ligado al aumento de salarios públicos y pensiones, el incremento del salario mínimo y la mejora del empleo, contribuirán a aumentar la renta disponible de los hogares y sostener el consumo a corto plazo.

4.500 nuevos empleos en La Rioja en 2019 y 2020

De cumplirse el escenario previsto, la región podría crear 4.500 puestos de trabajo entre el fin de 2018 y el de 2020, lo que permitiría reducir la tasa de paro hasta el 9,6% a finales del próximo año, todavía 1,7 p.p por encima del nivel alcanzado en 2008.

Sin embargo, la recuperación del empleo es heterogénea en términos territoriales. Así, en el primer semestre de 2019, la creación de puestos de trabajo se está concentrando en el entorno del área urbana de Logroño, donde seis municipios concentran más del 60% de la afiliación regional. En agregado, dichos municipios superan ya el nivel de afiliación precrisis, al haber generado tres de cada cuatro nuevos empleos creados en la región en los últimos seis años. Con todo, a finales de 2020 el nivel de empleo en La Rioja se situará todavía 4,2 p.p por debajo del nivel de 2008.

A esto se añade la dificultad para cubrir determinadas vacantes, el alto porcentaje de jóvenes, en particular mujeres, que ni estudian ni trabajan, y el significativo nivel de temporalidad. Por tanto, BBVA Research señala la necesidad de impulsar medidas que reduzcan la vulnerabilidad de la economía y que favorezcan la formación y la inserción de estos colectivos.

Factores de incertidumbre

En el escenario global los riesgos más evidentes son el aumento de las tensiones comerciales y los anuncios de mayores tarifas arancelarias entre Estados Unidos y China. En Europa, también se añade el menor crecimiento previsto para la eurozona y la inquietud por la mayor probabilidad de salida sin acuerdo del Reino Unido. Esto tendría un impacto directo sobre la economía de La Rioja, dada la importancia del mercado británico como destino de las exportaciones del vino, en particular, de la DOC Rioja, así como de la actividad industrial.

A nivel doméstico, a la elevada incertidumbre sobre la política económica se suman las dudas sobre los efectos de algunas de las medidas ya tomadas, que han afectado a la confianza de los agentes y a sus decisiones de consumo e inversión. A este respecto, el aumento del salario mínimo plantea dudas sobre el mantenimiento del ritmo de creación de empleo en la medida que no venga acompañado de políticas que mejoren la productividad.

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