Cerrar panel

Cerrar panel

Cerrar panel

Cerrar panel

Ciencias de la conducta

Las personas tomamos decisiones en función de cómo contextualizamos una determinada situación, explica Nuria Pesquera, responsable global de 'Behavioral Economics' en BBVA, en una entrevista en el MIT Technology Review en español. Los sesgos cognitivos que utilizamos los seres humanos para tomar decisiones son atajos mentales que no contemplan toda la información, sino una foto parcial. Un comportamiento que tiene un importante impacto en el ámbito financiero, hasta el punto de que ha obligado a redefinir las teorías descriptivas de la toma de decisiones para introducir una nueva variable: nuestra irracionalidad como actores económicos.

BBVA ha utilizado técnicas de ‘behavioral economics’ para fomentar la participación de sus empleados en una formación sobre ciberdelitos. Los mensajes creados con estas técnicas duplicaron el interés en el curso y, en algunos casos, aumentaron las visitas al mismo en un 70%. La iniciativa, que ha recibido un reconocimiento de la Asociación Global de Científicos de Comportamiento Aplicado, contribuye a hacer más efectivos los mensajes sobre ciberseguridad que el banco dirige habitualmente a sus clientes.

Nuevo reconocimiento a la plataforma BELA, de BBVA, que ha recibido el máximo galardón de la Asociación para el Desarrollo de la Experiencia de Cliente (DEC) en la categoría de Innovación. BELA utiliza tecnologías avanzadas de modelos de lenguaje natural, basadas en inteligencia artificial, para diseñar mensajes comerciales que sean más relevantes para los clientes. El banco también utiliza los aprendizajes que obtiene con la herramienta para ofrecerles sugerencias que les ayuden a gestionar sus finanzas y adoptar hábitos sostenibles.

Álvaro Gaviño González, Behavioral Economics Global Leader de BBVA, durante la ceremonia de entrega de los premios. | Foto: Asociación DEC

El factor humano, normalmente identificado como el factor más débil, ha estado influyendo y modelando la realidad digital y computacional desde sus comienzos, jugando un papel muy relevante en momentos clave de la historia. Uno de estos momentos, probablemente el más significativo, fue el descifrado de Enigma, el código secreto utilizado por el ejército alemán, durante la Segunda Guerra Mundial.

Como consecuencia de los avances tecnológicos que se han realizado en el ámbito de la ciberseguridad en los últimos años, el factor humano se ha convertido en la principal vulnerabilidad explotada por los ciberdelincuentes según el informe 'The Global Risks Report 2022' publicado por el World Economic Forum. Para conseguir el éxito en un ciberataque no es necesario que haya un fallo en la tecnología sino que haciendo uso de técnicas de ingeniería social, los ciberdelincuentes tratan de persuadir a las personas para aprovecharse de sus  debilidades cognitivas y llevar a cabo ataques como el smishing o el phishing.

Probamos GPT-3 de OpenAI (uno de los modelos de lenguaje basados en Inteligencia Artificial más grandes jamás creados) en diez conversaciones de clientes sobre banca en español. Sin ningún tipo de adaptación previa, re-entrenamiento o aprendizaje por transferencia, le pedimos generar resúmenes que serían útiles para cualquier agente de banca que se una (o retome) la conversación.

Este término, que originalmente definía a un programa que reproducía anuncios en la pantalla de un dispositivo, ha ido evolucionando. Hoy en día, el concepto ‘adware’ hace referencia de manera generalizada a programas maliciosos que muestran publicidad no deseada de una manera invasiva.

La adhesión a GAABS (Global Association of Applied Behavioural Scientists) permitirá al Grupo BBVA formar parte de una comunidad de expertos en la que compartir ideas y estar al día de los avances de esta disciplina en el campo académico y corporativo. Esto supondrá un valor añadido para el banco, tanto para la disciplina de ‘Behavioral Economics’, como para aquellas áreas a las que da servicio, lo que termina teniendo un impacto final en las soluciones y procesos que llegan al cliente.

Durante el verano aumenta la actividad en redes sociales porque tenemos más tiempo libre y muchas ganas de compartir nuestras experiencias. A pesar de que este año las vacaciones están siendo diferentes y muchos de nuestros planes han cambiado, seguimos disfrutando de momentos de ocio y compartiéndolos en nuestros perfiles. Por esta razón, es fundamental recordar que hay que tener cuidado a la hora de realizar estas publicaciones y saber qué es recomendable compartir y qué no.

Las redes sociales se han convertido en uno de los principales medios para comunicarnos e interactuar con otras personas. Sin embargo, aunque nos brindan muchas cosas buenas —como poder estar en contacto con gente de cualquier parte del mundo o servirnos de entretenimiento e incluso como fuente de información—, tienen una serie de riesgos de ciberseguridad asociados que debemos tener en cuenta para hacer un buen uso de ellas.

Existen múltiples motivos por los que una persona se puede convertir en víctima de un cibercrimen. Sin embargo, no todos están directamente relacionados con el uso de la tecnología. Hay ciertos elementos asociados a la propia conducta, como los sesgos inconscientes, que contribuyen a aumentar su vulnerabilidad ante este tipo de ataques. Te contamos cuáles son para que puedas identificarlos y saber cómo protegerte.

Desconectar y disfrutar es el objetivo de todos al empezar las vacaciones. Sin embargo, esto no implica poder desatender los principios básicos de seguridad, ya que hacerlo podría traernos graves consecuencias. Para evitar cualquier tipo de problema, os hemos preparado unos sencillos ciberconsejos para cuando nos vayamos de casa.

Llevamos esperando todo el año para disfrutar de las vacaciones y, en ocasiones, las ganas de conseguir las mejores ofertas nos pueden hacer actuar de forma impulsiva y descuidar lo más importante: la seguridad. Para que puedas evitar ser víctima de un fraude y que nada te arruine este momento del año, te contamos algunas de las estafas más comunes en las redes durante el periodo vacacional.

Las compras online cada vez son más frecuentes y si no se toman precauciones, pueden suponer grandes amenazas para los consumidores. Con motivo de la ‘Cybertraining Week’ de BBVA, una semana de aprendizaje virtual con talleres y charlas formativas para aprender a evitar los riesgos de ciberseguridad, te explicamos cómo saber si los sitios donde compras por internet son seguros.

Video

Ver Video

Crear contraseñas simples para recordarlas con facilidad, utilizarlas de forma repetida en diferentes servicios o apuntarlas con el fin de no olvidarlas, son prácticas poco seguras que pueden tener consecuencias tan graves como el robo de datos de las cuentas de los usuarios. ¿Cómo hacer las contraseñas más seguras?, ¿cómo saber si la tuya ha sido ‘hackeada’? Jennifer Sesmero, experta en ciberseguridad de BBVA, responde en este vídeo a estas preguntas y ofrece algunos consejos para utilizarlas de forma sencilla y segura.

Un estudio de BBVA Research usa técnicas de ‘big data’ para monitorizar la información en medios de comunicación sobre el COVID-19 en todo el mundo. Analizando noticias de más de 80.000 publicaciones ‘online’ en más de 100 idiomas, concluye que tanto el sentimiento de las noticias como su cobertura ofrecen información valiosa sobre el desarrollo de la pandemia y el grado en el que afecta a la economía o la política. Además se observa que, en general, el estrés mediático (más noticias y/o más negativas) aumenta con el número de contagios.

Todos los días los seres humanos toman cientos de decisiones. Al contrario de la costumbre popular que cree que todas las resoluciones son consecuencia de un juicio donde prima la lógica, la ciencia ‘Behavioral Economics’ plantea que no siempre es así. Existen distintos tipos de sesgos que explican el por qué las decisiones no son tan racionales como parecen y, entre ellos, los principales son tres.

Una importante fuente de información para los ciberdelincuentes son los datos disponibles en formato físico, tales como contraseñas escritas en papel o en tarjetas, así como la información susceptible de robo que se mueve por las redes sociales y ordenadores. Estas son algunas de las diferentes técnicas de ingeniería social diseñadas para extraer información disponible en formatos no digitales.

Las compras por internet son cada vez más frecuentes: el pago del supermercado, las entradas de cine, los billetes de avión… Comprar ‘online’ se ha convertido en una práctica habitual en el día a día, pero en ocasiones los usuarios pueden exponerse a posibles fraudes o robos de información. Estos son algunos consejos de ciberseguridad para reducir los riesgos al pagar con tarjeta en internet.

La ‘deep web’ o web profunda es un espacio de internet donde está albergado el contenido que no aparece en los motores de búsqueda convencionales, debido a diversos factores que no tienen por qué responder a la ilegalidad. Sin embargo, también existe la 'dark web', que constituye una pequeña parte de la 'deep web', cuyos contenidos sí suelen ser ilícitos. Es importante diferenciarlas.

Es muy común que en la vida diaria uno conozca a una persona que gaste más de lo que debe, calcule mal el valor del dinero o no ahorre lo suficiente. Esos comportamientos o sesgos no son para nada anormales o extraños, son en realidad muy humanos y suelen provocar la toma de decisiones financieras equivocadas. Para evitarlos, ha surgido una ciencia que permite entender cada vez más el comportamiento de las personas: ¿qué es 'behavioral economics' y por qué es importante para un banco?

Convencido de la importancia de la experiencia del cliente en su interacción diaria con el banco, BBVA Bancomer está emprendiendo una estrategia integral para minimizar de raíz el origen de las reclamaciones y reforzar la seguridad en todos sus canales, tanto físicos como digitales, a través de la implementación de la tecnología biométrica. Con este fin, la institución anuncia la inversión de 256 millones de pesos en la incorporación de controles biométricos en sucursales, cajeros automáticos y canales digitales, enfocándose en tres tipos: huella dactilar, huella de voz y reconocimiento facial.