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Deuda pública: ¿cómo funcionan las subastas?

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Hoy por hoy, rara es la semana en la que no se hace una subasta de deuda pública por parte del tesoro con el fin de obtener la tan necesaria financiación. Pero, ¿sabemos cómo funcionan dichas subastas?

Alrededor de la financiación de los estados a través de la emisión de deuda existe todo un mundo de tipos de productos y procedimientos de colocación.

Deuda pública: tipos de emisiones

Existen varios tipos de emisiones que puede realizar un gobierno. Los matices que los diferencian son, fundamentalmente, el plazo de amortización y la forma de abonar los intereses. Los más comunes son:

  • Letras del tesoro: constituyen el instrumento financiero de renta fija pública a más corto plazo, normalmente meses. Se emiten a descuento, es decir, los compradores (o tenedores) pagan un precio inferior al nominal y reciben éste al vencimiento.
  • Bonos del estado: estos tienen una vida un poco más larga, normalmente ésta es de entre 2 y 5 años. Se emiten mediante el procedimiento de cupón periódico anual (abono anual de intereses) y su valor nominal es de 1.000 euros.
  • Obligaciones del estado: este es el producto más longevo. Su periodo de vida varía entre los 5 y los 30 años. Al igual que en el caso anterior, su amortizan con el sistema de cupón periódico anual y su valor nominal es de 1.000 euro.

Además de las antes mencionadas, desde hace unos años, en nuestro país, se permite segregar el cobro del cupón y el principal de los bonos, en instrumentos separados, para aquellos casos en los que en la emisión se califique los bonos/obligaciones como segregables.

Estos últimos instrumentos financieros se conocen como “strips de bonos u obligaciones” y pueden negociase por separado en los mercados secundarios; tal vez os recuerden a las acciones, otro instumento cuyos derechos (financieros y políticos fundamentalmente) son también segregables.

Deuda pública: mecanismo de subasta

Cuando se realiza una subasta de deuda pública, las entidades que asisten a ella pueden presentar dos tipos de peticiones de compra:

  • No competitivas: este tipo de peticiones no señalan ningún precio de compra. Podríamos decir que se trata de ofertas pasivas que aceptarán el precio medio ponderado que resulte en la subasta de peticiones competitivas.
  • Competitivas: este tipo de peticiones lleva especificada la cantidad de instrumento financiero (letras, bonos, obligaciones) que se desea adquirir, así como el precio que se está dispuesto a pagar por ello.

Con toda esta información sobre la mesa, el estado da comienzo a la subasta. En primer lugar se adjudica la cantidad correspondiente a subastas no competitivas y, luego, el montón restante se reparte ente las peticiones competitivas.

A la hora de adjudicar volúmenes de deuda entre las peticiones competitivas, se ordenan éstas de mayor a menor precio ofertado y se va adjudicando deuda progresivamente con el fin de obtener el precio más bajo de financiación. Esto puede parecer lioso, pero con un ejemplo se ve fácilmente.

Supongamos que el estado desea emitir 1.000 millones de euros en letras a 3 meses. A la hora de realizar la subasta, se presentan 200 millones de peticiones no competitivas y 800 de peticiones competitivas.

En primer lugar, se descuenta del total las peticiones no competitivas y luego se subasta el monto restante entre las entidades que acuden según la tabla siguiente:

En primer lugar, se adjudicarían 450 millones de euros al 97% (emisión al descuento, se paga el 9% del producto y se recibe el 100% al vencimiento), después, 225 millones al 96,995 y, finalmente, 125 millones al 96,990. Llegados a este punto, se detendría la subasta al haberse colocado todo el volumen de deuda deseado.

Respecto a las peticiones no competitivas, pagarían el precio medio ponderado de la subasta, el cálculo sería:

[ (97,000 x 450) + (96,995 x 225) + (96,990 x 125 ] / 800 = 96,99 %

Es decir, las peticiones no competitivas obtendrían las letras por el 96,99% de su valor nominal y recibirían éste al vencimiento.

Finalmente, el Tesoro rellena una tabla informativa que publica en su web con todos los detalles de la subasta. Es interesante resaltar uno de los datos más seguidos por los mercados: el ratio de cobertura. Este dato nos muestra el interés que ha despertado la subasta entre los inversores y de calcula dividiendo la demanda entre la oferta.