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Apps educativas Act. 16 ago 2017

Cómo enseñar lenguaje informático a un niño de cinco años

Durante este nuevo curso escolar Madrid y Navarra ya están enseñando programación a los alumnos de ocho años. Sin embargo, hay expertos que apuestan por impartirla desde los cinco años, porque los niños que "aprenden a programar perfeccionan habilidades cognitivas y mejoran el razonamiento lógico".

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Los centros educativos de la Comunidad de Madrid y Navarra han comenzado en este curso 2014/2015 a impartir programación a alumnos de la ESO y de 4º y 5º de primera respectivamente. Las medidas de ambas comunidades podrían “estimular las capacidades alfanuméricas y la creatividad de los alumnos”, así como “su pensamiento secuencial”, según la profesora de la Universidad de Tufts (EEUU) Marina Bers, responsable del desarrollo de ScratchJr, aplicación para iPad –disponible próximamente en Android y web– con la que alumnos de entre cinco y siete años aprenden a programar a través del diseño de sus propias historias.

Para esta creadora, del mismo modo que todo el mundo sabe escribir, cualquier persona debería saber programar. En su opinión, el dominio del lenguaje informático ayuda a pensar, identificar y resolver problemas, y manejar tareas que impliquen secuencias y ensayo y error. La app consiste en conectar bloques, que hacen de código, y está basada en Scratch, un lenguaje de programación creado en 2007 para enseñar a mayores de ocho años.

Pero, ¿hasta qué punto es capaz un niño de cinco años de aprender a programar? “Cuando van a la guardería aprenden a leer, pero eso no significa que lo hagan como un adulto”, explica el investigador sobre aprendizaje del MIT y codesarrollador de ScratchJr, Mitchel Resnick. Con ScratchJr "sucede lo mismo”, señala Resnick, ya que actúa como un “precursor que enseña lo más difícil: pensar para programar”, destaca citando a Bers.

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ScratchJr

En este mismo sentido, el catedrático de Ciencias de la Educación de la Universidad de Sevilla y experto en aprendizaje tecnológico, Julio Cabero,asegura que los niños que "aprenden a programar perfeccionan habilidades cognitivas y mejoran el razonamiento lógico y su capacidad de resolver problemas complejos”. Además, aunque no sea la prioridad, este investigador español cree que conseguir que a los alumnos les guste este tipo de competencias puede favorecer la aparición de vocaciones en el futuro. La edad idónea para empezar a programar, según Bers, son los cinco años, una edad en la que “no hay estereotipos sobre qué se puede hacer y qué no, y se está más abierto a nuevas cosas".

Para Espeso la programación no es la prioridad, sino una “herramienta” cuyo objetivo es desarrollar el pensamiento computacional, que sirve para resolver problemas. El informático defiende que también incrementa “muchísimo” la creatividad y considera que la edad óptima para aprender son los ocho años, pero incide en que no ha probado todavía ScratchJr, especialmente diseñada para los más pequeños.

Programa tu propio robot

Otra herramienta que apuesta por acercar la programación –y la robótica– a los más jóvenes es Arduino, una plataforma de hardware libre que busca facilitar el uso de la electrónica a personas sin experiencia. De hecho, existe una versión de Scratch desarrollada para trabajar con esta plataforma. El investigador de la Universidad de Malmö (Suecia) y cofundador de Arduino, David Cuartielles, compara la forma de pensar que favorece la programación con un videojuego: “Quieres llegar a la pantalla final pero para eso antes tienes que pasar por otras 20”. Por eso mismo considera que, bien enseñada, puede llegar a “enganchar” a los más jóvenes.

Lego, cuya fundación ha financiado ScratchJr, también apuesta por enseñar lenguaje de programación a los niños. Una de sus líneas, lanzada en 1998, permite construir y programar un robot. De esta forma, los jóvenes pueden aprender “ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas”, según asegura la empresa en su web. Y es que no es algo nuevo que estas habilidades informáticas trascienden la pantalla del ordenador. Un estudio de 1986 llevado a cabo en 72 niños de entre seis y ocho años ya demostró cómo estas capacidades aumentan la creatividad.

Una vez desarrolladas las herramientas, será necesario que las instituciones sepan incorporarlas a los planes educativos, y que el profesorado esté preparado para enseñar. Espeso considera imprescindible “formar a los formadores” para que el lenguaje informático se convierta en  un conocimiento tan básico como la lectura.