Cerrar panel

Cerrar panel

Cerrar panel

Cerrar panel

Innovación 24 sep 2019

Certificado digital: qué es, cómo obtenerlo y qué trámites puedo hacer con él

El certificado digital es un documento virtual que contiene nuestros principales datos identificativos, autentificados por un organismo oficial de la Administración, que habilita nuestra identidad en la Red (y por la que recibe el nombre de autoridad de certificación o prestador de servicios de certificación). Gracias a este aval oficial, a través de él podemos realizar distintos trámites burocráticos, que son especialmente importantes para colectivos como los autónomos o las sociedades. No en vano, desde 2018 es obligatorio la presentación telemática en la Agencia Tributaria de un gran número de documentos, de cara a favorecer la rapidez (y, también, la seguridad) en su tramitación.

Entre los beneficios más relevantes de utilizarlos destacan:

  1. Permite ahorrar una considerable cantidad de tiempo de trámites administrativos;
  2. Evitar cualquier falta de entendimiento en relación a la documentación a presentar, ya que todo queda recogido en la página web que consultemos;
  3. Podemos realizar cualquier operación en el momento que estimemos adecuado en internet, con independencia de si es festivo o está cerrada la Administración;
  4. Facilita que se lleven a cabo estos trámites incluso si no estamos presentes en España a través de una conexión a la Red.

Tipos de certificado

La principal norma que regula los certificados digitales en España es la Ley de Firma Electrónica 59/2003, que vincula los datos necesarios de verificación de firma (que se denomina clave pública) junto con un protocolo de cifrado para que sea considerado como válido y que confirme y reconozca la identidad del titular. Esta norma distingue entre dos clases de certificados:

  • El electrónico, que está firmado digitalmente por un prestador de servicios de certificación.
  • El reconocido, que cumple con todos los preceptos de la ley española bajo los más estrictos parámetros de seguridad. En este sentido, en nuestro país existen certificados de persona física, jurídica, de entidad sin personalidad jurídica y de la Administración Pública.

Los certificados digitales de persona física son emitidos por la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre (FNMT) y no conlleva ningún coste para el interesado si se dispone de DNI o NIE. El de persona jurídica permite acreditar la representación de una sociedad para cualquier efecto o trámite con la Administración.

Para qué sirve realmente

La propia página web de la Agencia Tributaria define los trámites que se pueden hacer gracias al certificado digital, aunque su utilidad va mucho más allá de este organismo, ya que es sumamente relevante en otros como, por ejemplo, la Seguridad Social o los distintos Registros Mercantiles.

Entre los más importantes, desde el punto de vista de persona física, cabe destacar:

  1. Presentación y liquidación de impuestos.
  2. Presentación de recursos y reclamaciones.
  3. Cumplimentación de los datos del censo de población.
  4. Consulta e inscripción en el padrón municipal.
  5. Consulta de multas de circulación.
  6. Trámites para la solicitud de subvenciones.
  7. Consulta de asignación de colegios electorales.
  8. Actuaciones comunicadas.
  9. Firma electrónica de documentos y formularios oficiales.

Y, como persona jurídica, algunas de las ventajas de usarlo son:

  • Agilizar y abaratar gestiones con la Administración Pública.
  • Aumento de la productividad y competitividad de la empresa.
  • Simplificación y automatización de la gestión documental.
  • Reducción de errores al eliminar procedimientos manuales.
  • Favorecer la eliminación de documentos impresos.
  • Dar cumplimiento a las obligaciones legales.

Así se puede obtener

Es posible solicitar el certificado electrónico a través de cualquiera de las entidades emisoras habilitadas legalmente para ello en España, y que se pueden consultar en este enlace. La más habitual de todas ellas es la FNMT.

Cualquier persona mayor de edad puede solicitarlo de tres modos diferentes:

  • Desde un ordenador descargando el archivo correspondiente
  • A través de un dispositivo Android
  • Por medio del DNI electrónico

Pasos a seguir

El proceso de obtención no debería suponer más de unas horas, un par de días a lo sumo. Se trata de seguir estos sencillos pasos:

  1. Entrar en la web de la FNMT (a través de un navegador Firefox o Edge) e ir a ‘Obtener certificado digital’. Allí habrá que seleccionar si queremos expedirlo como persona física o jurídica.
  2. Una vez hecho esto, pincharemos en ‘Obtener certificado software’ y, después, clicaremos en ‘Solicitar certificado’. Nos pedirán entonces introducir nuestro NIF antes de poder enviar la petición.
  3. A continuación, obtendremos un código de solicitud que servirá para que el solicitante, y futuro titular del certificado, presente personalmente en una Oficina de Registro para acreditar su propia identidad. La FNMT ha habilitado más de 2.400 Oficinas de Registro distribuidas por todo el territorio nacional. Entre las oficinas de Registro están disponibles las oficinas de la Seguridad Social y las Delegaciones y Administraciones de la AEAT. Además, si por cualquier circunstancia la persona que lo solicita no puede acudir a recoger personalmente, podrá ir una tercera persona en su nombre, pero se le exigirá la previa legitimación de su firma del contrato ante notario.
  4. Tras este trámite podremos descargar el certificado siempre desde el el mismo ordenador, el mismo navegador y el mismo usuario con el que solicitamos el código.
  5. Si todos los pasos anteriores han sido correctos, estará el certificado instalado en el disco duro del ordenador. Para comprobar que es así, abrimos el navegador y seleccionamos “Herramientas –> Opciones de internet –> Contenido –> Certificados. Aquí aparecerá el certificado que acabamos de descargar.

Una vez que lo obtengamos es importante realizar una copia de seguridad de nuestro certificado digital, aunque en caso de perderlo, se puede volver a tramitar sin problema. Para ello, habrá que exportarlo desde nuestro disco duro, preferiblemente a un dispositivo portátil.