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Guía práctica para ahorrar energía y cuidar el medio ambiente en las empresas

No es un compromiso exclusivo de las grandes corporaciones, las pequeñas y medianas empresas también tienen la responsabilidad de cuidar el medioambiente. En este caso, la falta de presupuesto o las dificultades del día a día, no son obstáculos para conseguirlo.

Human hand touching a solar panel

Si una empresa pequeña o una pyme quieren ser sostenibles, lo primero que debe hacer es una consultoría energética para, a partir de ahí, analizar las áreas, equipos o instalaciones que se puedan mejorar con una serie de medidas. Este es uno de los principales consejos de la guía Ahorro de Energía: Pequeños trucos para reducir el consumo energético en pymes", que ha publicado la Consejería de Desarrollo, Economía e Innovación de La Rioja. En ella, aparecen una serie de consejos destinados a que las pequeñas y medianas empresas tengan un comportamiento respetuoso con el medio ambiente en todos los aspectos, desde el estado de las instalaciones hasta los hábitos de los empleados. Estas son algunas de las recomendaciones generales de esta guía que las empresas de cualquier ramo pueden aplicar.

1. El gasto energético

Es fácil que, en una empresa donde haya un buen número de personas trabajando durante muchas horas, el gasto energético se vaya de las manos. Conviene revisar la potencia contratada y comprobar que sea la más adecuada, teniendo en cuenta la cantidad de equipos que haya conectados. Una forma de ahorrar electricidad es sectorizar el cuadro eléctrico. De esta forma, se puede adaptar el consumo de energía eléctrica a las necesidades de cada zona.

Es importante que las instalaciones de gas y electricidad se encuentren en perfectas condiciones. No solo por motivos de seguridad, también porque un defecto en la instalación puede disparar el consumo en la factura.

2. La iluminación

Es conveniente aprovechar al máximo las horas de luz solar para trabajar, incluso, si es posible, se pueden instalar tragaluces para maximizar la iluminación natural. El color de los techos y paredes también influye en esta cuestión, cuanto más claros sean, mejor distribuirán la luz.

Cuando sea necesario utilizar la iluminación artificial es recomendable instalar sensores de presencia, de esta forma, se evitarán despistes al dejar las luces encendidas con el consiguiente gasto. La iluminación con bombillas de bajo consumo es también un recurso eficaz para ahorrar energía.

3. La climatización 

Tener un buen sistema de climatización no tiene por qué resultar caro. Instalar sistemas de alta eficiencia energética, como calderas de condensación o bombas de calor, puede ahorrar a la empresa hasta un 40% de la energía respecto a otros sistemas convencionales.

El aire acondicionado suele ser un motivo de discrepancias entre los empleados, pero está comprobado que una temperatura de unos 20 grados en invierno y 24 en verano, resulta agradable y permite ahorrar. El gasto energético se puede maximizar aún más, si se establece una climatización por zonas. De esta forma, en cada estancia se puede fijar una temperatura dependiendo del tipo de actividad que se realice en ella, la orientación del cuarto, etc. El consumo de agua caliente también puede racionalizarse si se usa la energía solar térmica.

4. Pequeños gestos que significan mucho

Los empleados también pueden contribuir a hacer de su lugar de trabajo un espacio sostenible y respetuoso con el medio ambiente. Se trata de pequeños gestos que, en común y repetidos todos los días, pueden marcar la diferencia.

  • Desconectar los aparatos eléctricos cuando no se estén usando: según la guía, el ahorro estimado en una pyme con este gesto tan sencillo es de 60 euros anuales. Esto incluye también a los cargadores de teléfonos, móviles, ordenadores, etc...
  • Si se tiene un coche de empresa: conducir de forma eficiente, vigilar que el mantenimiento del vehículo sea correcto y planificar los viajes con antelación por si fuera necesaria una puesta a punto previa.
  • Apagar todas las luces antes de cerrar: algo tan obvio, a veces es lo más fácil de olvidar y puede evitar un despilfarro que sale muy caro.

Con estas medidas, tanto emprendedores como empleados podrán disfrutar de un ambiente de trabajo mucho más respetuoso con el planeta y demostrar que el ahorro no está reñido con la sostenibilidad.