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Salud financiera Act. 10 oct 2022

Cuáles son los errores más frecuentes al hacer un presupuesto y cómo evitarlos

Definir un presupuesto es, sin duda, una de las mejores acciones que existen para poner en marcha un plan de ahorro. Para muchos el compromiso de ajustar ciertas cantidades para cada rubro representa un esfuerzo y para algunos, llega a convertirse en un verdadero reto. Por eso siempre resulta útil conocer los errores más frecuentes y seguir algunos consejos para evitarlos y conseguir así hacer del presupuesto un buen hábito que contribuya a mejorar la salud financiera personal y familiar.

Cuáles son los errores más frecuentes al hacer un presupuesto y cómo evitarlos

Lo primero que recomiendan los especialistas es revisar los errores que se cometen cuando no se lleva un control de los gastos por medio de un presupuesto bien armado. Los más frecuentes son:

  1. Llevar la cuenta mentalmente Este es el error más común; es tanta la información que se procesa todos los días que resulta difícil siquiera memorizar un número celular, así que lo mejor es no confiarse de la memoria, pues de acuerdo con  la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef), sólo cuatro de cada 10 personas adultas llevan un registro o presupuesto de sus ingresos y gastos y de ellas, más de la mitad lo hacen mentalmente.
  2. No tener control de lo que se gasta ni de cómo se gasta.  Muchas personas optan por guardar los tickets de la compra para después hacer cuentas; aunque parezca una buena manera de llevar el control, no es suficiente, sobre todo si se compra en tiendas de abarrotes, mercados o con vendedores ambulantes que no ofrecen recibos de compra. La Condusef señala que el 65% de las personas pierden el control de su dinero, por no llevar un presupuesto. Además, hay que sumarle la complejidad de que en México, la mayor parte de estos gastos se realizan en efectivo y difícilmente una persona podrá saber exactamente cuánto fue lo que gastó.
  3. No tener conciencia de los ingresos reales ni del límite de los gastos. Las personas se pueden escandalizar cuando se dan cuenta de que se gastó más de lo ingresado o sólo reconocer que cuesta trabajo ser ordenados sin percatarse de lo que se compra. Y es que, según la Condusef, el 45.2% de las personas adultas en México gastan más de lo que ganan. Alrededor de cuatro de cada 10 personas no alcanzan a cubrir sus gastos al término del mes; y el 63% de ellas recurren a los familiares o amigos a pedir prestado para salir de los compromisos del mes.

Para evitar cometer errores y caer en un círculo vicioso en donde todos gastan, algunos deben, pocos pagan, pero ninguno ahorra, seguir algunos consejos básicos de planeación ayudarán a crear un buen hábito para las finanzas mediante un presupuesto.

  1. Llevar el control del día a día. La mejor manera de llevar un presupuesto es hacerlo siempre por escrito en una libreta; y para las personas que están más familiarizadas con la tecnología existe la opción de descargar aplicaciones de control de gastos, usar una hoja de cálculo, o un simple block de notas en el celular o en la computadora. Tener los gastos por escrito mejora la posibilidad de ahorrar, al reducir el monto gastado y las compras inesperadas.
  2. Administrar el dinero. Es  importante saber cuánto se gana, pero todavía lo es más conocer cómo se administra ese dinero. En el presupuesto es importante poner además de los gastos fijos, dos rubros adicionales: uno para la compra de la despensa -ya sea semanal, quincenal o mensual- y el otro para el ahorro, que se puede iniciar con pequeños montos y apegarse a ellos.
  3. No caer en tentaciones. “Una oferta no es una oferta a menos que sea algo que se necesite”, esta frase ayuda a entender que a pesar de toparse con una oferta tentadora hay que analizarla no una, sino varias veces. Comprar algo porque está en oferta sirve de muy poco o nada si no es necesario. Hay que pensar que muchas compras mal planeadas son dinero mal gastado en cosas que acaban arrumbadas en un rincón o bodega o, peor aún, o en la basura.