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¿Qué es la economía circular? Reduce, recicla y reutiliza

La economía circular es un sistema que buscar aprovechar los recursos para reducir, reciclar y reutilizar todo aquello que se desecha y darle una segunda vida. Un gran número de empresas están desarrollando sus negocios en torno a un modelo productivo que ha llegado para quedarse.

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Hay emprendedores que detectan oportunidades donde otros solo ven desechos, ellos son el motor de la economía circular.

¿Qué es la economía circular?

La economía circular permite aprovechar los recursos para darles otra vida y devolverlos al mercado con una forma nueva. Este innovador modelo, aboga por los materiales biodegradables y que la fabricación de los productos sea lo menos invasiva posible, con el fin de que no contaminen. El objetivo final es que, cuando haya que desecharlos porque no se puedan reutilizar, se reciclen de una manera respetuosa con el medioambiente.

¿Cómo se aplica la economía circular?

El objetivo de las empresas que hacen de la economía circular su bandera es: luchar contra el calentamiento global y el cambio climático, reducir la dependencia de las materias primas a favor de los productos reutilizados y producir la menor cantidad posible de desechos. Para conseguirlo hay que aplicar nuevas estrategias empresariales, pensar el modelo de negocio, establecer políticas de ahorro de energía, reciclar y evitar la contaminación, entre otras medidas.

Ejemplos de economía circular

BBVA ha apoyado a un gran número de empresas que basan sus modelos de negocio en los principios de la economía circular. Los sectores en los que trabajan son variados: textil, gestión de residuos urbanos, vivienda… La nueva edición no ha sido una excepción y, una vez más, la economía circular vuelve a estar presente en la lista de participantes. Estos son algunos de ellos:

Aquaproject

Afincada en Medellín (Colombia), esta empresa se dedica al tratamiento de aguas industriales, “de tal manera que se reutilicen o que la menos se retornen al medio ambiente de manera adecuada”, explican los responsables de Aquaproject, Santiago Vélez y Álvaro Orozco. La economía circular permite que el ciclo natural de este líquido, tan preciado y tan escaso en muchas ocasiones, sea eficiente y sostenible, sin derroches ni pérdidas innecesarias. En Aquaproject siguen estos principios con un proceso que abarca todos los aspectos del tratamiento del agua: evaluando su calidad, desarrollando la tecnología para su tratamiento, diseñando el tratamiento que necesita y desarrollando proyectos para sus clientes: “Nuestro principal activo es el conocimiento”.

Abasto Verde

Hay empresas que quieren ser más ecológicas y sostenibles, pero necesitan apoyo a la hora de sustituir los materiales con los que trabajan por otros más cuidadosos con el medio ambiente. La economía circular, que busca reducir la presencia de materias contaminantes en el planeta, tiene en la compañía mexicana Abasto Verde una aliada que ofrece opciones ecológicas y asesoría a aquellos negocios que quieran sustituir el plástico o el poliestireno expandido por productos biodegradables. Su gran reto es el crecimiento en un sector que todavía es un gran desconocido: “Sigue siendo un mercado completamente imperfecto. No hay suficiente oferta y, aunque la demanda crece a razón del 25% anual, la posibilidad de respuesta es corta porque dependemos completamente del mercado chino”, explica Amelia Guadarrama, gerente de Abasto Verde. El catálogo de esta empresa es variado y ofrece todo tipo de productos 100% reciclables, sin embargo, el plástico sigue siendo popular ya que el mercado de biodegradables es todavía muy pequeño: “Por lo tanto, cualquier apoyo en esta tarea de sustitución de plásticos, es vital y muy relevante”. A pesar de la importancia del trabajo de Abasto Verde, para Guadarrama esto no es suficiente: “La accesibilidad, disponibilidad y precio del producto biodegradable es apremiante”.

Gesecol

Esta compañía colombiana nació en Bogotá en 2013 con un objetivo muy claro: gestionar residuos no convencionales (es decir, los que proceden de aparatos eléctricos, baterías usadas, etc.) para reincorporarlos a la cadena productiva, mediante una tecnología innovadora y respetuosa con las normativas que rigen esta actividad. En su corta vida, Gesecol ya ha conseguido logros importantes en su misión de cuidar el medio ambiente: “La empresa está evitando que alrededor de cuatro toneladas de cable sean quemados en Bogotá al mes”, explica Jackeline Redondo, gerente de Gesecol. El trabajo de esta compañía tiene efectos positivos para las personas al evitar esta práctica que va en contra de la salud y que está prohibida por ley: “Hemos evitado consecuencias cancerígenas y mutagénicas, tanto para la persona que quema el cable como para la comunidad circundante”. Su labor se completa con trabajos de asesoría medioambiental a otras empresas para ayudarlas a funcionar de una manera más respetuosa con el planeta.

Estas compañías están perfeccionando sus planes de crecimiento para aumentar el impacto positivo que están consiguiendo en el medio ambiente. Su trabajo es significativo, pero es tan solo una pequeña muestra de lo que la economía circular puede conseguir: convertirse en el motor de un nuevo modelo medioambiental, económico y social que mejore el mundo.