"La tecnología es solo una herramienta más para la creatividad"
El diseñador digital Víctor Freundt utiliza impresoras 3D y cortadoras láser para crear monstruos personalizados y animar a los niños a utilizar la tecnología.

Ni las Tortugas Ninja ni Spiderman son peruanos, por eso al diseñador digital Víctor Freundt no le gustaba dibujarlos cuando era niño. En su lugar se inventaba personajes imaginarios a los que dotaba de una historia para jugar con ellos. Era una forma de crear sus propias realidades y huir de la imposición de los juguetes, normalmente importados, que nada tenían que ver con la cultura de Perú, su país de origen.
Un poco más mayor pero con la misma imaginación, Freundt utiliza el diseño digital para fabricar monstruos y otros personajes personalizados y enseñar a niños a usar la tecnología de forma divertida a través de su empresa Viktoys. Combina su papel de director en la empresa con su actividad como director del fab lab (espacio de diseño digital colaborativo) situado en el Museo de la Municipalidad de Lima donde ayuda a otras personas a inventar sus propias realidades. Esta iniciativa le valió su nombramiento como uno de los cinco MIT Technology Review Innovadores menores de 35 Perú en 2013, que concede la edición en español de la revista.
¿Puede la tecnología ayudar a desarrollar la cultura de un país?
Al principio la tecnología puede dar un poco de miedo. Uno puede llegar a pensar que las personas se van a olvidar de la artesanía y de su propia cultura por culpa de la tecnología. La realidad es que la tecnología puede ayudar a crear nuevos productos y nuevas interpretaciones de algo que ya existía anteriormente. Por eso, gracias a la ella se pueden crear nuevas herramientas que estén vinculadas al diseño digital y puedan servir para implicar a las personas en nuevos proyectos culturales. Finalmente, vemos que la tecnología está siendo útil también para mantener la cultura de un país. Por ejemplo, gracias al diseño digital se pueden crear proyectos como el que ha desarrollado Walter Gonzales en el fab lab que crea telares acrílicos en cinco minutos en lugar de los de madera que tardan varios días en fabricarse. Con estos telares cualquiera puede diseñar sus pulseras o sus propias telas.

Víctor Freundt en su estudio de trabajo. Foto: Fab Lab MET
¿Cuáles son los fines educativos que persigues con el diseño digital?
La pregunta que nos planteábamos era cómo conseguir que un niño se interesara por la tecnología. Llegamos a la conclusión de que lo más interesante es que puedan crear un producto y ver cómo funciona todo el proceso. Por eso inventamos a Cartoncio Lamparini, una lámpara hecha con cartón. En primer lugar, el niño se da cuenta de que se pueden hacer muchas cosas con cartón y de que no es solo un residuo. Además, tiene una parte electrónica que permite que el niño aprenda para qué sirven los diferentes componentes. Es importante que un chico conozca qué es voltaje, qué es corriente, qué es un transistor, qué es una batería o qué es un interruptor y para qué funcionan.
Cartoncio Lamparini también tiene una parte artística porque los niños pueden personalizar el producto y crear un personaje diferente. Le pueden poner otro nombre, crearle una identidad, una historia, definir qué le gusta al personaje y cómo es su entorno. Al final, queremos fomentar la curiosidad por diseñar, por fabricar, por ver cómo una máquina te produce un objeto.
¿Cómo ha cambiado el diseño digital la fabricación de juguetes?
A nosotros no nos gusta hablar sólo de juguetes, preferimos decir que son productos lúdicos porque puedes crear algo útil como un mueble o un instrumento musical. El principal cambio ha sido la transformación del proceso de fabricación que ha pasado de ser masivo a ser personalizado gracias a las herramientas digitales. Los niños pueden caracterizarlo según sus gustos o según cómo se sienten para contar una historia. Por ejemplo, las Tortugas Ninja no sirven porque son personajes que ya tienen una historia pero si tu creas el personaje vas a tener un mayor vínculo emocional.
¿Cómo se puede combatir la brecha tecnológica en la sociedad?
Hay algo en la sociedad que te hace pensar que no debes atreverte a utilizar una máquina. Siempre, en algún momento de nuestra vida, ha habido alguien que nos ha hecho sentir miedo por hacer cosas nuevas. Por eso, hay que perder el miedo por la tecnología. Las máquinas que nosotros usamos son bastante sencillas y puede utilizarlas casi todo el mundo siempre que cumpla unas medidas de seguridad básicas. La gente puede partir de un dibujo para crear figuras de madera con corte láser o utilizar la impresora 3D para imprimir sus propios modelos. No quedan perfectos pero la gente puede cómo funciona la impresión 3D y tocar lo que diseñaron en el ordenador.
¿Cómo se relacionan los niños con estos instrumentos?
Muchos niños ya están acostumbrados a usar tabletas o smartphones y por eso no tienen problemas a la hora de usar estas máquinas, pero a los mayores les cuesta un poco más. Lo bueno es que con la tecnología se pueden hacer muchas cosas. De hecho, ya se está ligando la fabricación con temas de biología y creación de vida. Es importante empezar a unir la tecnología con la protección del medioambiente porque muchas veces se ha ligado la fabricación con la destrucción de la naturaleza.
Entonces, ¿puede el diseño digital ayudar a conservar el medioambiente?
Gracias a la tecnología puedes crear productos educativos para reconocer las especies y su importancia. Además puedes crear productos que ahorren energía o utilizar la merma (residuo) de bambú para crear nuevos productos.
Lo importante es ir al contexto y entender las necesidades de un lugar. Conocer a las personas, su estilo de vida y comprobar si necesitan la tecnología. Seguro que hay comunidades que viven tranquilas sin la necesidad de una televisión o de una radio. Por eso, es interesante que un antropólogo participe en estos proyectos. No tendría mucho sentido meter una impresora 3D en mitad de la selva.
¿Cuál es la relación entre tecnología y creatividad?
La tecnología es solo una herramienta más para la creatividad. Pero el poder de la mano también es increíble y yo aprecio mucho a los artesanos. También aprecio a los artesanos que trabajan con textiles o con la piedra de Huamanga (piedra de alabastro que toma su nombre de la región de Perú de donde se extrae). Las herramientas tecnológicas son eso: herramientas. No dejas de ser creativo por no utilizarlas. Sí que te permiten hacer otras cosas o hacerlas más rápido pero no de forma más creativa. Con un papel y un lápiz también puedes ser muy creativo.