BBVA y Stellantis reciben luz verde a su alianza para financiar la compra de automóviles en Argentina
Ambas empresas han obtenido la autorización del Banco Central de Argentina y la Secretaría de Industria y Comercio para controlar a partes iguales FCA Compañía Financiera, firma especializada en financiación de automóviles del fabricante, hasta ahora en manos de Stellantis.
Mediante una alianza estratégica, BBVA ha adquirido el 50% de FCA Compañía Financiera (FCA CF), empresa argentina 100% de Stellantis que ofrece financiación para clientes minoristas y la red de concesionarios de las marcas Fiat, Jeep y RAM en el país. La operación se ha suscrito por un valor de unos 34.789 millones de pesos argentinos, precedida por una ampliación de capital en la compañía de 11.345 millones de pesos argentinos, suscrita íntegramente por Stellantis.
El Grupo Stellantis es fruto de la fusión del Grupo PSA con el Grupo FCA en 2021. La filial de BBVA en Argentina suma de este modo otra ‘joint venture’ con Stellantis, dado que ya cuenta con otra ‘joint venture’ para la financiación de vehículos para particulares y concesionarios de las marcas Peugeot, Citroën y DS Automobiles.
Para Jorge Bledel, ‘country manager’ de BBVA en Argentina, “esta operación refuerza nuestro compromiso de largo plazo en el país y nos permite reforzar el servicio a clientes en la financiación de autos nuevos en un mercado de gran potencial y de la mano de Stellantis, líder del sector”. El acuerdo también ofrece nuevas oportunidades para potenciar la adquisición de clientes tanto de particulares como pymes.
El mercado argentino de vehículos, al cierre de octubre de 2025, alcanzó las 523.622 unidades vendidas, lo que representa un crecimiento muy significativo comparado con las 348.000 unidades vendidas en el mismo período del año anterior, lo que demuestra que el sector se encuentra en un proceso de recuperación alentador para su futuro inmediato. Según estimaciones de BBVA Research, Argentina presenta unas expectativas de crecimiento del PIB del 4,5% para 2025, impulsado por la recuperación de los ingresos reales, la mejora del consumo privado, la normalización del crédito y un contexto de desinflación que favorecerá la actividad económica.