Agustina Ramírez: “Brasil completa el mapa estratégico de BBVA en Latinoamérica”
Brasil se ha consolidado como uno de los mercados más dinámicos de América Latina. El país concentra un alto número de grandes corporaciones, lidera sectores clave como energía, agroindustria e infraestructuras, y alberga una sofisticada comunidad financiera. En este contexto, Agustina Ramírez, responsable de BBVA CIB en Brasil, detalla cómo el banco ha construido una propuesta de valor diferencial para posicionarse como socio financiero de referencia en la geografía.
La apuesta de BBVA CIB por Brasil hace un año fue más que una nueva apertura internacional: materializó una estrategia regional ambiciosa y coherente. Este despliegue responde tanto al potencial económico del país como a la necesidad de ofrecer una cobertura integral a los clientes globales del Grupo. Con su presencia local, BBVA aspira a jugar un papel protagonista en el desarrollo de soluciones financieras sostenibles, innovadoras y adaptadas al complejo entorno corporativo brasileño.
En este contexto, la reincorporación de BBVA al mercado brasileño, después de dos décadas, obedece a una doble lógica: atender la demanda creciente de sus clientes y completar su presencia en una región donde ya es un actor relevante. “Brasil era la pieza que faltaba en la presencia regional de BBVA CIB”, afirma Agustina Ramírez, responsable de BBVA CIB en Brasil. “Y su incorporación nos brinda las capacidades necesarias para estar a la altura de los grandes bancos internacionales presentes en el país”.
"Brasil era la pieza que faltaba y su incorporación nos brinda las capacidades necesarias para estar a la altura de los grandes bancos internacionales presentes en el país”
Además de su peso económico, la región es un centro de decisión clave para grandes grupos corporativos. São Paulo, en particular, concentra el mayor número de sedes regionales de tesorería en América Latina, lo que convierte a Brasil en un punto de apoyo esencial para seguir ampliando la huella de BBVA en la región y reforzar la oferta ‘cross-border’.
Con más de 250 compañías que facturan por encima de los 1.000 millones de dólares y una elevada concentración de clientes globales de BBVA CIB ya presentes en el país, la necesidad de contar con presencia local se volvió crítica. “Más del 90% de nuestros clientes globales ya están presentes en Brasil”, explica Ramírez. A ello se suma el gran potencial del negocio institucional, respaldado por un ecosistema financiero maduro y una base sólida de inversores, que refuerza aún más la relevancia estratégica de Brasil en la región.
Un desarrollo sostenido con visión de largo plazo
Desde su puesta en marcha, y especialmente tras el inicio de la operativa local a mediados de 2025, la evolución de BBVA CIB en Brasil ha sido constante y estructurada, con una estrategia centrada en el crecimiento sostenible y la construcción de relaciones duraderas. El banco ha participado en nueve emisiones de bonos y movilizado balance por un importe de más de 3.000 millones de dólares. Esta actividad consolida a Brasil como el principal mercado de BBVA en América Latina para operaciones ‘outbound’, es decir, transacciones o envíos de dinero desde Brasil hacia otros países.
Más allá de las cifras, el verdadero avance ha sido fortalecer el vínculo con los clientes. Ramírez destaca el esfuerzo del equipo por construir una propuesta de valor relevante en un entorno competitivo y exigente. En una primera fase, el foco se centró en grandes corporaciones brasileñas con demanda de productos ‘offshore’ y, con el desarrollo de capacidades locales, BBVA ha intensificado su aproximación a multinacionales globales con presencia en el país, acelerando su incorporación ante el interés creciente por soluciones en el mercado local.
Agustina Ramírez, responsable de BBVA CIB en Brasil
En paralelo, el banco ha consolidado su presencia en el ámbito institucional, con un enfoque especial en bancos y gestoras de activos. “Son clientes muy sofisticados, con necesidades complejas”, apunta Ramírez. “Productos como las monetizaciones o los ‘margin loans’, desarrollados localmente, han tenido una excelente acogida demostrando nuestras capacidades de producto global”.
Este avance ha sido posible gracias a la combinación de capacidades globales con un profundo conocimiento del contexto local. “No buscamos replicar modelos, sino adaptarlos al mercado brasileño”, explica Ramírez. “Esto se ha traducido en una apuesta clara por el talento local, contamos ya con una plantilla de más de 75 empleados”. São Paulo, además, se ha consolidado como un ‘hub’ operativo regional clave. Desde esta plaza, BBVA coordina relaciones con empresas que centralizan en Brasil sus decisiones financieras para toda América Latina, así como con filiales de multinacionales que operan con el banco en otras geografías y con clientes corporativos brasileños de referencia. También mantiene una sólida actividad institucional con los principales bancos del país.
A esto se suma el progreso en operativa local, booking onshore, con el desarrollo de soluciones de comercio exterior, donde ya se han cerrado once operaciones y se ha empezado a construir un flujo de operaciones recurrente. De manera adicional se están ampliando los volúmenes cotizados en el negocio de Global Markets, lo que permitirá generar un flujo continuo de actividad, además de comenzar la operativa de cross currency swaps a finales de año.
Sostenibilidad y soluciones especializadas
Uno de los pilares de crecimiento en el país ha sido la capacidad de ofrecer soluciones diseñadas a la medida de las necesidades de cada cliente, tanto en el ámbito de la sostenibilidad como en el desarrollo de productos financieros innovadores. BBVA trabaja estrechamente con BNDES, el banco nacional de desarrollo del país, que es una referencia en el ámbito de la sostenibilidad y transición energética.
Asimismo, ha acompañado a empresas como Aegea o Localiza en operaciones de financiación vinculadas con criterios de sostenibilidad, al tiempo que ha introducido productos estructurados como las monetizaciones o los ‘margin loans’, dirigidos a clientes institucionales. Destacan operaciones como la colaboración con Itaú, con transacciones ejecutadas por un valor superior a 600 millones de dólares en lo que va de año; y el MIGA Trade Loan con el Banco do Brasil, por un monto de 200 millones de dólares. “Estas transacciones reflejan una propuesta de valor flexible, técnicamente sólida y pensada a medida para cada cliente”, añade Ramírez. “Es ahí donde reside la fortaleza de nuestras capacidades y la excelencia de nuestro servicio”.
Proyección a medio plazo
De cara a los próximos años, BBVA aspira a consolidar una franquicia sólida y rentable, alineada con los objetivos estratégicos del Grupo en América Latina. Más allá del crecimiento en cifras, el foco está puesto en seguir desarrollando un modelo de banca relacional, donde la confianza, la cercanía y la capacidad de respuesta sean los pilares del vínculo con los clientes.
“Nuestra ambición es seguir construyendo una relación de largo plazo con nuestros clientes, entendiendo sus desafíos y acompañándolos en sus procesos de transformación”, afirma Ramírez. En un entorno donde diversos bancos internacionales optan por modelos más estandarizados, BBVA encuentra espacio para diferenciarse a través de la flexibilidad, la especialización sectorial y una cultura de colaboración orientada a largo plazo.
"Nuestra ambición es seguir construyendo una relación de largo plazo con nuestros clientes, entendiendo sus desafíos y acompañándolos en sus procesos de transformación”
Asimismo, la entidad prevé ofrecer sus primeros productos de ‘cash management’ a mediados de 2026, mientras continúa ampliando las capacidades en productos de Global Markets, así como en financiación corporativa (corto y largo plazo) y soluciones de crédito.
“Queremos ser relevantes, no por volumen, sino por valor añadido, visión de sostenibilidad y capacidad de ejecución. Nuestro compromiso con Brasil no es coyuntural, es estructural y responde a una convicción firme de que este mercado es clave para el futuro de nuestros clientes y del propio Grupo”, ratifica.
La apuesta por Brasil es, en definitiva, una apuesta por una presencia comprometida, relacional y sostenible en una geografía estratégica y en plena transformación. “Sabemos que no es un mercado sencillo: la competencia es fuerte, la bancarización es alta y los clientes son muy sofisticados. Precisamente por eso creemos que podemos marcar la diferencia”, concluye Ramírez.