Cerrar panel

Cerrar panel

Cerrar panel

Cerrar panel

Empresas 03 nov 2025

¿Qué es una empresa? Tipos, funciones e importancia de las compañías

Una empresa es mucho más que una organización que produce bienes o presta servicios. Es el núcleo operativo de la economía moderna, el vehículo mediante el cual las ideas se transforman en soluciones reales que generan valor para la sociedad. Ya sea una pyme o una multinacional, toda empresa combina recursos humanos, materiales y tecnológicos con un objetivo esencial: satisfacer necesidades, crear empleo y obtener beneficios.

La base de la economía moderna está sustentada en una figura llamada empresa: una institución que organiza y gestiona recursos escasos (desde humanos, materiales, hasta los tecnológicos). Su papel en la sociedad es fundamental, pues impulsa la innovación, genera empleo y contribuye al crecimiento de un país.

¿Qué significa ser una empresa?

A pesar de su constante evolución, su esencia se mantiene intangible. “Una empresa es el vehículo que permite a una persona o a un grupo transformar ideas en realidades tangibles y útiles para otros”, explica Esmeralda Gómez López, coordinadora académica del Grado en Finanzas y Contabilidad de la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR). “Nace del deseo de aportar, de generar impacto, de resolver problemas reales. Es voluntad convertida en estructura”, agrega.

Según Ignacio Danvila, profesor titular de la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales de la Universidad Complutense de Madrid, una empresa es una unidad económica de producción que combina recursos humanos, materiales, técnicos e intangibles (como el conocimiento o la marca). Todos estos elementos se enlazan para desarrollar actividades industriales, comerciales o de servicios con un objetivo fundamental: obtener beneficios.

Características de las empresas

Danvila señala que toda empresa presenta una serie de características esenciales, aunque dependiendo del tamaño pueden contar con algunas u otras peculiaridades:

  • Satisfacen una necesidad del mercado: nacen para responder a una demanda específica de bienes o servicios por parte de los consumidores.
  • Requieren esfuerzo y asunción de riesgos: detrás de cada empresa hay una labor compleja en la que el empresario o los socios no solo invierten capital, sino que también asumen riesgos económicos organizados.
  • Utilizan múltiples recursos: combinan trabajo humano, herramientas y maquinaria, infraestructuras físicas, conocimientos técnicos y activos inmateriales como las patentes o la reputación de marca.
  • Funcionan como organizaciones colectivas: dependiendo del tamaño, las empresas están integradas por un conjunto de personas que colaboran con un propósito común, lo que les da una estructura organizativa propia.
  • Se dividen en áreas funcionales: para operar de forma eficiente, suelen organizarse en distintas áreas, como producción, finanzas, marketing.

¿Qué es lo que define a una empresa? - BBVA

Tipos de empresas: clasificación y ejemplos prácticos

Las empresas se pueden clasificar según distintos criterios. De forma general, se distinguen tres grandes categorías: el tamaño, la forma jurídica y el origen del capital, detalla Gómez López, de UNIR.

Por su tamaño

En los países de la Unión Europea, el tamaño de una empresa se define por el número de trabajadores, el volumen de negocio anual y el balance general. Mientras que en algunos países de América Latina a estas variables se considera también el sector de actividad (como en México) o el nivel de facturación (como en Argentina).De forma general, por el número de empleados, y según la definición estándar de la Unión Europea (UE) sobre el tamaño de las empresas, establecida en la Recomendación 2003/361/CE de la Comisión Europea, del 6 de mayo de 2003, las empresas se clasifican del siguiente modo:

  • Microempresa: hasta 10 empleados.
  • Pequeña empresa: entre 10 y 49 trabajadores.
  • Mediana empresa: entre 50 y 249 empleados.
  • Gran empresa: igual o más de 250 trabajadores.

Por la forma jurídica

1. Trabajadores por cuenta propia

Las formas jurídicas presentan similitudes en España y algunos países de América Latina. En España, la figura es el autónomo al igual que en Argentina. En Perú se habla de trabajadores independientes. En México, los trabajadores autónomos son personas físicas con actividad empresarial o profesional. Y en Chile y Colombia, la figura es el empresario individual o persona natural con actividades empresariales.

2. Sociedades limitadas o Sociedades de Responsabilidad Limitada (S.L. o S. de R.L.)

Corresponden a sociedades mercantiles donde la responsabilidad de los socios se limita al capital aportado. El capital social suele ser bajo o en algunas ocasiones no obligatorio al inicio. La gestión es más simple que las sociedades anónimas, por lo que son más comunes entre pequeñas y medianas empresas.

3. Sociedades anónimas (S.A.)

Corresponden a sociedades cuyo capital está dividido en acciones. Esta figura se utiliza para empresas de mayor tamaño o que buscan captar inversión pública o privada. El capital mínimo es variable según el país. Su regulación es más exigente.

4. Cooperativas

Son asociaciones de personas que se unen de forma voluntaria para satisfacer necesidades económicas y sociales comunes. Se gestionan bajo el principio de “un socio, un voto”, y el capital suele ser variable. Son frecuentes en la agricultura, la industria, la construcción, pero también en la cultura y muchos otros campos.

5. Comunidades de bienes

Forma simple de asociación entre autónomos, que comparten la propiedad de un bien o negocio. No tienen personalidad jurídica propia y los socios responden con su patrimonio personal.

“Existen diferencias significativas entre los países”, destaca la experta de UNIR. En España, la Sociedad Limitada (S.L.) es la forma más común por su flexibilidad y protección patrimonial. En países de América Latina, como Colombia o México, ha tomado fuerza la SAS (Sociedad por Acciones Simplificada), que ofrece ventajas en agilidad, simplicidad y rapidez de constitución. “Aunque el marco legal varía, el espíritu emprendedor es el mismo: aportar, sostenerse con dignidad en un entorno que cambia constantemente”, agrega.

Por el origen de su capital

1. Públicas

Son las compañías que están financiadas y gestionadas por el Estado o administración pública. Prestan servicios estratégicos como agua, energía, transporte, o de interés general.

2. Privadas

Son aquellas cuyo capital proviene de inversores particulares o empresas privadas. Representan la mayoría del tejido empresarial.

3. Mixtas

Son las que combinan capital privado y público. Están en sectores estratégicos como la energía, la sanidad o construcción. Surgen de la colaboración pública-privada para determinados proyectos o infraestructuras.