Acciones, obras de arte, propiedades inmobiliarias… prácticamente cualquier activo puede tener ya su versión digital. La ‘tokenización’ está transformando la forma de invertir, al permitir fraccionar activos reales en ‘tokens’ que se pueden comprar o vender en cuestión de segundos, con transparencia y sin intermediarios. Pero, ¿cuáles son los pasos que hay que seguir para convertir el valor del mundo físico en un equivalente digital?
Depósitos 'tokenizados', monedas digitales emitidas por bancos centrales y 'stablecoins' de empresas y bancos son las diferentes formas de representar el dinero mediante tecnología de registro distribuido que convivirán en el futuro. El dinero digital abre la puerta a que las instituciones financieras desarrollen productos y servicios innovadores que aprovechen la rapidez, seguridad y eficiencia de la 'tokenización'.
SWIFT, la red global de mensajería financiera que conecta a más de 11.500 instituciones en 200 países, desarrollará una plataforma ‘blockchain’ compartida que funcionará como registro digital común para bancos de todo el mundo. Esta infraestructura permitirá realizar pagos y transferencias internacionales sin interrupciones y en tiempo real, así como operativa con ‘stablecoins’ y activos digitales. BBVA forma parte del consorcio de más de 30 instituciones financieras que colaboran en el proyecto, que está empezando a trabajar en un prototipo inicial.