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Carmela Gómez: “La IA hará que las compras digitales sean una experiencia conversacional”

Bastará con ver una camisa que nos gusta y pedirle a un dispositivo de voz con IA que la envíe a casa en nuestra talla y en otro color, evitando todo el proceso habitual de una compra digital. La inteligencia artificial está llamada a convertir las compras en una experiencia conversacional, según ha explicado Carmela Gómez, responsable global de Open Banking de BBVA, en el evento financiero Sibos. La IA también permitirá a las empresas anticipar necesidades de liquidez, abrirá nuevas oportunidades financieras para comunidades vulnerables y dará acceso más sencillo al crédito a los trabajadores de la economía colaborativa.

Los agentes de IA, unidos a la capacidad de las APIs de llevar los servicios financieros a las plataformas ‘ecommerce’ de las empresas, cambiarán la forma en que los consumidores interactúan con los ecosistemas digitales. Así lo afirma Carmela Gómez, que considera que en el futuro las compras digitales ya no consistirán en visitar una web, buscar el producto manualmente, introducir los datos y completar el pago, sino en expresar en voz alta lo que se desea y dejar que un dispositivo de voz con IA integrada lo resuelva de principio a fin, desde la localización del producto que mejor se ajuste a las necesidades del cliente hasta la entrega final.

Esta lógica también se aplicará a las empresas. La integración de agentes de IA en los procesos internos en combinación con las APIs corporativas, les permitirá gestionar de manera más eficiente tareas críticas como los pagos de nóminas o a proveedores, e incluso buscar financiación adaptada a las necesidades de la compañía. “Si el agente de IA detecta que la liquidez es insuficiente, podrá solicitar automáticamente financiación para un periodo corto, más largo o incluso disponer de ella inmediatamente. El potencial es enorme”, valora Carmela Gómez, que compartió estas perspectivas sobre el futuro hacia el que nos dirige la IA durante una conversación con Gemma Godfrey, consejera independiente y socia de IBM, y Saket Sinha, vicepresidente de servicios financieros de IBM, en el marco del evento global Sibos que ha tenido lugar en Francfort.

La charla también abordó su valor para la inclusión financiera. Carmela Gómez destacó que la combinación de IA y pagos digitales puede suponer un cambio decisivo para quienes hoy no tienen acceso al sistema bancario, desde productores en zonas rurales que venden a grandes compañías hasta pequeños negocios que dependen de los micropagos.

Carmela Gómez: “Creo que pronto la banca será muy diferente a como la conocemos hoy”

Esta tecnología también tiene un gran potencial para los trabajadores de la economía colaborativa, como conductores de plataformas de movilidad, que podrán acceder más fácilmente a crédito gracias al análisis de sus datos. “Estos trabajadores tienen ingresos que a veces son difíciles de entender por los bancos, que tendemos a aceptar con más facilidad una nómina o un estado financiero. La IA y los datos pueden ayudarnos a comprender mejor este tipo de ingresos de cara a la concesión de créditos”, explicó la responsable global de Open Banking de BBVA.

Además de llevar los servicios financieros a más personas, la IA también permitirá un cambio en su relación con el dinero. La digitalización de ingresos y gastos genera un registro que, potenciado por el análisis de datos de la inteligencia artificial, permite planificar mejor la economía personal o familiar. Esa trazabilidad abre la puerta a un futuro en el que incluso comunidades vulnerables o no bancarizadas puedan gestionar sus finanzas de manera más eficiente y con mayor seguridad.

Saket Sinha, de IBM, mencionó por su parte los tres casos de uso más comunes hoy en día para la IA agéntica: impulsar la atención al cliente, automatizar procesos operacionales más veloces y eficientes y posibilitar un desarrollo de ‘software’ más rápido y escalable. En este último ejemplo, Carmela Gómez señaló cómo BBVA ya usa IA para hacer un control de calidad del código de sus APIs, lo que permite ahorrar días de trabajo en monitorizar los errores del código y en comprobar si cumple con las buenas prácticas establecidas por el banco.

La inteligencia artificial se perfila así como una herramienta clave para simplificar procesos, ampliar el acceso a los servicios financieros y abrir nuevas formas de relación con el dinero en el día a día.