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Salud financiera 14 oct 2025

¿Cómo ahorrar de forma simple? Conozca el método Kakeibo

Según un informe de la SBS, el 58% de los peruanos no lograron ahorrar durante el 2024. El gasto no consciente fue una de las causas principales para dicho escenario. Con la intención de cambiar ese comportamiento, Antonio Cevallos, gerente de Mercados Globales de BBVA Perú, comparte una técnica de ahorro en su columna en el diario Gestión.

El ahorro es un hábito que se debe construir y mantener a lo largo de la vida. Una manera de impulsarlo es armando presupuestos. Estos permitirán identificar los ingresos y gastos frecuentes y la cantidad de dinero que se destinará al ahorro.

Para mantener un orden y poder hacer seguimiento se aconseja elaborar un presupuesto que permita a los usuarios ver sus flujos de entrada y salida y puedan interactuar con los montos de manera directa.

Estos presupuestos suelen elaborarse en cuadros de Excel o en aplicaciones que incorporan herramientas de Inteligencia Artificial que facilitan la tarea. Los presupuestos, en varios casos, no se respetan, ya que no se siente un gran compromiso hacia estos, se arman sin interactuar con los montos de manera directa.

Sin embargo, Antonio Cevallos presenta una alternativa sencilla para impulsar el ahorro: El método japonés Kakeibo o Kakebo.

Por qué funciona

Cevallos establece que esta táctica es como un ‘mindfulness financiero’, ya que obliga a las personas a tomar conciencia sobre los ingresos que se reciben y los gastos realizados. Cuando se escribe a mano el procesamiento de la información es mejor, obliga a las personas a tomar conciencia de lo que se está escribiendo y permite interiorizar la información.

Cómo funciona

Para que sea efectivo, el método debe incorporar tres pasos durante su desarrollo que deben repetirse mes a mes:

  1. Planificación: Al inicio del mes, consiste en anotar los ingresos y gastos fijos previstos (sueldo, renta, deudas, pagos de servicios). En este punto es donde se define cuánto se quiere ahorrar.
  2. Registro diario: Se apunta cada gasto del día a día y se clasifica en:
    1. Supervivencia: comida, transporte, servicios básicos, pago de deuda
    2. Ocio/entretenimiento: restaurantes, hobbies, compras impulsivas
    3. Extras/Imprevistos: cualquier gasto que no se tenía mapeado
  3. Reflexión: Se realiza al final de cada semana; al final del mes, se responden preguntas como: ¿Cuánto gasté? ¿En qué pude haber gastado menos?, al final de cada semana y al final de cada mes. Por último, al final del año, se hace un balance anual para medir progresos y patrones.

No se trata de gastar menos, sino de gastar mejor. El dinero no se controla solo con números, sino también con emociones y hábitos”, concluye el ejecutivo.

El objetivo de este método es que las personas puedan llevar un registro de los gastos diarios para identificar fuentes de mayor salida y las razones por las cuales se efectúan. Es una práctica que amerita constancia. Además, servirá para identificar logros a corto y largo plazo, fortaleciendo la salud financiera.