Cerrar panel

Cerrar panel

Cerrar panel

Cerrar panel

Productos financieros 13 jun 2016

Productos estructurados, ¿Qué son y cómo funcionan?

Un producto estructurado es una combinación de dos o más instrumentos financieros que forman una sola estructura. Se trata de paquete único e indivisible que consiste en la unión de un producto vinculado a tipos de interés más un derivado financiero o más de uno.

lego colores piezas jugar creatividad recurso bbva

Los productos estructurados ganaron especial atención hace unos años pero son quizás los grandes desconocidos dentro del rango de productos financieros que las entidades ofrecen.

El derivado financiero está referenciado a un/os activo/s, al que se denomina activo subyacente, a un plazo fijado de antemano. Existen multitud de activos subyacentes: acciones, tipos de cambio, tipos de interés, índices bursátiles, … La evolución del activo subyacente es la que condicionará la rentabilidad del estructurado además de la devolución del importe invertido a vencimiento.

La incorporación del derivado financiero al estructurado, como parte integrante del producto, permite aportar una rentabilidad fija o variable asumiendo un riesgo determinado durante la vida del producto y/o a vencimiento, es decir el momento en el que finaliza el plazo.

Tipos de productos estructurados

Atendiendo al nivel de riesgo a vencimiento haremos una primera división:

  • Productos estructurados con garantía de capital a vencimiento: serán aquellos que devuelven el 100% del capital invertido a vencimiento. En esta categoría entrarían los Depósitos Estructurados. Están regulados por el Banco De España y están cubiertos por el Fondo de Garantía de Depósitos.
  • Productos estructurados con riesgo: serán aquellos que no tienen garantía de capital a vencimiento y cuya devolución vendrá condicionada por la evolución del activo(s) subyacente (s). En esta categoría se encuentran los Contratos Financieros. Están regulados por la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).

Según el formato utilizado a la hora de emitir un producto estructurado hablaremos de:

  • Depósitos estructurados: con garantía de capital a vencimiento
  • Fondos: con o sin garantía de capital a vencimiento
  • Nota o Bono estructurados: con o sin garantía de capital a vencimiento
  • Contrato Financieros: con riesgo de capital a vencimiento
Twittear

Los productos estructurados ofrecen una gran variedad,no solo en función de su naturaleza sino en función de los activos en los que invierte

El instrumento utilizado a la hora de la emisión determinará la naturaleza y  riesgos inherentes, fiscalidad, liquidez del producto y tipo de cliente al que va dirigido.

La complejidad de estos productos

Así, los productos estructurados ofrecen una gran variedad, no solo en función de su naturaleza sino en función de los activos en los que invierte, proporcionando exposición a diferentes mercados o subyacentes según el perfil de riesgo que quiera asumir el inversor.

Sin embargo, no hay que dejar de tener en cuenta que son productos complejos, cuyos riesgos inherentes pueden ser difíciles de comprender por el cliente. Otra particularidad de estos productos es que tienen una liquidez restringida puesto que carecen de mercados secundarios para su venta. Es importante además que el horizonte temporal del inversor coincida con el plazo del producto, aunque muchas entidades emisoras como BBVA permiten la cancelación anticipada a precios de mercado.

En el entorno actual de tipos de interés, los productos estructurados se consolidan como una de las alternativas más atractivas para los clientes que intentan optimizar y diversificar la rentabilidad de sus ahorros. La flexibilidad a la hora de fabricarlos permite ajustar sus características (riesgo, plazos, subyacentes, retribución…) al perfil de inversión del cliente.

También con motivo de los bajos tipos de interés actuales, la posibilidad de estructurar depósitos garantizados se complica, por lo que previsiblemente la tendencia del mercado será ofertar productos con algo de riesgo para satisfacer las demandas de los clientes que intentan mantener rentabilidades.