Un proyecto impulsado por Garanti BBVA descubre la pradera marina más antigua de Turquía
Blue Breath, la iniciativa medioambiental de la filial turca de BBVA, ha localizado frente a la isla de Kızılada, cerca de Göcek, la pradera marina más antigua del país. Un equipo dirigido por el profesor Ergün Taşkın calcula su edad en unos 2.000 años, en la primera datación de un ecosistema de este tipo en Turquía. Los investigadores sostienen que el hallazgo puede reorientar las políticas de conservación marina.

Lanzado en 2021 en alianza con TURMEPA y con apoyo del ministerio turco de medioambiente, el proyecto Blue Breath nació tras la crisis del mucílago en el mar de Mármara. El programa combina ciencia y acción sobre el terreno: desde la retirada de residuos hasta la cartografía de la biodiversidad y la educación ambiental.
Garanti BBVA, uno de los mayores bancos privados del país, sitúa la iniciativa en la intersección entre la ciencia del clima y la responsabilidad social. “Al proteger los ecosistemas costeros, invertimos en el futuro de Turquía”, señaló un portavoz.
Las praderas marinas multiplican el efecto de la acción climática: un kilómetro cuadrado cubre el oxígeno anual de 1.000 personas y secuestra carbono a un ritmo a veces superior al de los bosques terrestres. Además, son viveros de biodiversidad, blindan la costa frente a la erosión y, en sus sedimentos, conservan archivos vivos de siglos de historia.
El proyecto ya arroja resultados medibles. Del mar de Mármara se han retirado más de 275 toneladas de residuos sólidos y 16 toneladas del lago Van. En Göcek, un buque de recogida de residuos líquidos extrajo 860.000 litros de las embarcaciones, evitando la contaminación de unos 6,8 millones de litros de agua de mar. En la bahía de Saros, 45 inmersiones en 35 puntos documentaron 382 especies y trazaron un nuevo mapa de hábitats.
La restauración es el eje de la iniciativa. En la zona de especial protección de Fethiye-Göcek, el equipo de Taşkın trasplantó unas 10.000 plántulas de pastos marinos en tres estaciones y logró tasas de supervivencia superiores al 70%. En esas mismas aguas, los muestreos registraron 1.545 especies, una base científica sólida para futuras medidas de conservación.
Garanti BBVA también refuerza la concienciación. En colaboración con TURMEPA, el proyecto imparte cursos en línea y ha puesto en marcha un autobús educativo móvil que ya ha llegado a más de 100.000 alumnos de secundaria, a quienes se anima a diseñar proyectos ambientales y afianzar hábitos de gestión responsable desde edades tempranas.
Para la comunidad científica, el descubrimiento de este ecosistema de 2.000 años constituye todo un referente: demuestra que las praderas marinas intactas ayudan a restaurar el medioambiente, por lo que merecen medidas de protección. Para la filial turca de BBVA, el hallazgo confirma que el apoyo del sector privado acelera la investigación y afianza beneficios ambientales a largo plazo.