Cerrar panel

Cerrar panel

Cerrar panel

Cerrar panel

BBVA destaca la simplificación regulatoria como clave para potenciar la competitividad digital europea

Simplificar la regulación de forma ambiciosa, dotándola de coherencia entre normas, eliminando duplicidades y abordando las causas estructurales de la complejidad normativa, es fundamental para que la Unión Europea consolide un ecosistema tecnológico competitivo y se sitúe a la vanguardia de la innovación digital global. Así lo ha señalado Pablo Urbiola, responsable de Regulación Digital de BBVA, durante Spain Digital Week, un encuentro organizado en Bruselas por la Asociación Española de la Economía Digital (Adigital) con el patrocinio del banco para presentar diez propuestas destinadas a impulsar la agenda digital de la UE.

Durante su intervención, Pablo Urbiola subrayó que una regulación clara y coherente es esencial para fortalecer la competitividad de Europa y fomentar la innovación tecnológica. La simplificación normativa, afirmó, debe entenderse como una herramienta para facilitar el crecimiento empresarial, promover la inversión y generar confianza en el Mercado Único Digital, la estrategia con la que la UE aspira a que personas y empresas puedan operar ‘online’ en todo el territorio bajo las mismas condiciones y sin fronteras internas.

El responsable de Regulación Digital de BBVA explicó que la fragmentación entre niveles normativos europeos y nacionales, unida a la proliferación de normas y procedimientos, aumenta la carga administrativa y la incertidumbre jurídica, especialmente para las compañías multinacionales, y es una de las principales causas estructurales de la complejidad regulatoria. Esta fragmentación no solo incrementa los costes y la dificultad del cumplimiento, sino que además genera incentivos para sobrerregular y así evitar que surjan normas nacionales o una aplicación divergente de las europeas. “De ahí que profundizar en el mercado único y la armonización europea, no solo en el desarrollo normativo sino también en la implementación y la supervisión, sea importante para la simplificación”, explicó.

En este contexto, Urbiola defendió que la simplicidad debe incorporarse desde el diseño mismo de las normas para evitar correcciones posteriores, y abogó por una mayor armonización europea en su aplicación y supervisión, reduciendo solapamientos (por ejemplo, en ámbitos como la ciberseguridad o la protección de datos) para mejorar la eficiencia y la seguridad jurídica. Además, añadió que este ejercicio de simplificación debe ser ambicioso y orientado al futuro, no solo revisando normas existentes mediante iniciativas ‘ómnibus’, es decir, paquetes de simplificación como el que se espera que presente la Comisión para el ámbito digital a final de año, sino también reevaluando las propuestas aún en negociación que puedan ser susceptibles de simplificarse antes de ser adoptadas. “Un ejemplo es FIDA, la normativa europea sobre acceso a datos financieros, que debería replantearse desde la óptica de la simplificación y la competitividad, acotando su alcance y vinculando los mecanismos de compartición a una demanda real del mercado para evitar costes desproporcionados”, señaló.

El debate, en el que también participaron representantes de la Comisión Europea, el Parlamento Europeo, DIGITALEUROPE (la principal asociación empresarial del sector digital europeo) y el ‘think tank’ Centre for European Policy Studies (CEPS), se enmarcó en la celebración de la Spain Digital Week, organizada por Adigital y patrocinada por BBVA, que ha reunido al ecosistema digital español para impulsar el liderazgo de España en la agenda digital del continente y proponer un decálogo de iniciativas que refuercen una economía europea más competitiva e integrada. Además de la simplificación legislativa, el decálogo también propone medidas como canalizar la inversión hacia sectores de alto crecimiento y tecnologías críticas, liderar en IA y computación cuántica, impulsar el crecimiento de las ‘scaleups’ o crear un Laboratorio Europeo de Competitividad.