BBVA reúne en Madrid a 1.600 empleados para impulsar su estrategia 2025-2029
Con el lema Go Further como hilo conductor, cerca de 1.600 empleados de BBVA se reunieron en Madrid para profundizar en el nuevo plan estratégico 2025-2029. Un ciclo presentado oficialmente en febrero, que ahora se trabaja en detalle con los equipos responsables de su desarrollo y ejecución. Durante la apertura, Carlos Torres Vila, presidente de BBVA, y Onur Genç, consejero delegado, repasaron los logros del plan anterior (2021–2024): crecimiento rentable, más de 14 millones de nuevos clientes objetivo y el cumplimiento anticipado de negocio sostenible, tras canalizar 300.000 millones de euros en financiación sostenible un año antes de lo previsto. También trasladaron su visión de futuro: un escenario competitivo y lleno de oportunidades.

Carlos Torres Vila centró su intervención en el papel transformador de la tecnología y la inteligencia artificial en esta nueva etapa. “La inteligencia artificial lo va a cambiar todo. Y al hacerlo, nos permitirá multiplicar nuestro impacto positivo como nunca antes”, afirmó. Lejos de reemplazar a las personas, explicó, la tecnología las potencia, permitiéndoles estar más cerca y más centradas en lo que verdaderamente importa al cliente.
Onur Genç destacó que BBVA inicia esta etapa desde una posición de fortaleza, con un modelo de negocio rentable, una base de clientes creciente y una organización preparada para ejecutar con visión y agilidad. Subrayó que el crecimiento no es un objetivo en sí mismo, sino una palanca para generar valor sostenible, y remarcó la importancia de pasar de las ideas a la acción en este nuevo ciclo.

Seis prioridades para avanzar
El plan estratégico se articula en torno a seis prioridades: potenciar la relación con los clientes, hacer de la sostenibilidad una palanca de crecimiento, desarrollar el negocio de empresas, optimizar el uso del capital, transformar el banco con tecnología e inteligencia artificial, y consolidar una cultura basada en el propósito, la excelencia y las personas.
La primera de ellas, incorporar la perspectiva del cliente de una manera radical responde a un contexto en el que la digitalización ya no marca la diferencia. Poner al cliente en el centro de todo lo que el banco hace se convierte en una nueva fuente de diferenciación. Esta prioridad se basa en tres pilares: excelencia en la ejecución —aspirar a una experiencia impecable en cada interacción—, una propuesta de valor personalizada y relevante, y una nueva forma de relación basada en datos e IA.
En cuanto a sostenibilidad, BBVA parte de una posición de ventaja, con capacidades desarrolladas en negocio, riesgos y datos. La oportunidad de negocio se consolidará en los próximos cinco años, en un contexto de inversión acelerada en energías limpias, movilidad eléctrica e infraestructuras sostenibles. BBVA quiere acompañar a sus clientes en sus procesos de transformación, ofreciendo asesoramiento experto, soluciones innovadoras y criterios de riesgo ajustados a este nuevo entorno.
El enfoque hacia el negocio de empresas también se impulsará en este ciclo, con el objetivo de consolidar a BBVA como el banco de referencia para compañías de todos los tamaños. La propuesta combina la cercanía del gestor con las capacidades tecnológicas y de asesoramiento del banco, dentro de un modelo único que integra a CIB (Corporate & Investment Banking), BEI (Banca de Empresas e Instituciones) y pymes. El objetivo es poner a disposición de los clientes empresariales toda la oferta de productos y servicios, adecuados a la necesidad y el momento de desarrollo de cada empresa aprovechando la globalidad de BBVA. Además, se está rediseñando su experiencia con soluciones de autoservicio, integración en ecosistemas y acceso ágil al crédito.
En esta nueva etapa, el crecimiento no se va a medir solo en tamaño, sino también en valor. Por eso se promueve una cultura que prioriza decisiones orientadas a la creación de valor sostenible y al uso eficiente del capital. Fortalecer la relación con el cliente, participando en sus transacciones diarias, proporcionará una rentabilidad más sostenible, enfocada en el largo plazo. La optimización de capital es una necesidad estratégica que permite liberar valor oculto y redireccionar recursos hacia donde realmente generan impacto. Ambas palancas nos ayudan a asegurar que cada operación sume al valor que creamos como Grupo.

La IA y las tecnologías de nueva generación son los cimientos sobre los que se sustentan las cuatro prioridades anteriores. Permitirán mejorar la experiencia de los clientes y empoderar a los equipos, y también avanzar hacia un modelo más ágil, eficiente, seguro y resiliente. El banco ya está incorporando agentes de IA que acompañan a los clientes de forma personalizada y a los empleados para maximizar su impacto. El objetivo es dejar atrás soluciones genéricas y ofrecer experiencias únicas y adaptadas a cada necesidad.
Por último, se puso de relieve que el equipo humano constituye el motor fundamental de todo el plan. El éxito del nuevo ciclo estratégico se vincula a una cultura organizativa orientada a la empatía, el desarrollo del talento y la búsqueda de la excelencia. Construir una marca que inspire, tanto a los clientes como a quienes forman parte de BBVA, requiere ambición, sentido de responsabilidad y una visión del cambio compartida por toda la organización.
Una transformación que empieza hoy
El encuentro finalizó con una reflexión compartida: el plan estratégico 2025-2029 establece las prioridades de BBVA para los próximos años, en un contexto de transformación tecnológica, sostenibilidad y evolución de las expectativas de clientes y empresas. A partir de ahora, el foco estará en trasladar esa visión a la acción, con el compromiso de todo el banco y una estrategia diseñada para seguir generando valor a largo plazo para clientes, empleados, accionistas y la sociedad.