BBVA Research revisa al alza el PIB de las comunidades autónomas en 2025 y en 2026
BBVA Research ha revisado al alza la previsión de crecimiento del PIB de España en 2025 en cinco décimas, hasta el 3,0%. La exposición a las exportaciones de servicios, junto con la resiliencia de las de bienes y el mayor impulso de la inversión pública explican el comportamiento diferencialmente positivo en algunas regiones. En las comunidades autónomas con mayor peso del sector industrial y del consumo público, el crecimiento será más contenido. Para 2026, el servicio de estudios de BBVA revisa en seis décimas al alza el aumento del PIB de España, hasta el 2,3%.La demanda externa contribuirá cada vez menos al crecimiento, aunque con una gasto doméstico fuerte, lo que puede reducir el diferencial negativo que se observa en el crecimiento de las regiones del norte. La fortaleza del consumo y de la inversión privada, así como el avance del gasto en defensa o la aceleración en la ejecución de los fondos europeos del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia (MRR), marcarán las diferencias en el crecimiento del PIB entre regiones.

El aumento de la actividad en España en 2025 se ha revisado al alza en 0,5 puntos porcentuales, alcanzando el 3,0% en el conjunto nacional, apoyado en el mayor avance de las exportaciones de bienes y servicios no turísticos, sobre todo, en un contexto global que mejora moderadamente. La exposición a las exportaciones de servicios marca diferencias entre regiones: aunque el consumo de no residentes empieza a mostrar signos de desaceleración, sigue evolucionando favorablemente, lo que permite que las regiones insulares, con mayor peso del turismo extranjero, se mantengan entre las que más crecen. Canarias (3,5 %) y Baleares (3,2 %) liderarían el crecimiento, mientras que Madrid (3,3 %) y Cataluña (3,1 %) se benefician, además, del buen tono de las exportaciones de servicios no turísticos y podrían avanzar por encima del promedio nacional.
La resiliencia de las exportaciones de bienes y el mayor impulso de la inversión pública también explican parte de la revisión al alza. Una mayor exposición a la ejecución de los fondos europeos del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia (MRR) y el impacto de las medidas para apoyar a los afectados por la DANA, junto con el buen tono de las exportaciones de bienes y del turismo, permitirían que la Comunitat Valenciana (3,6 %), Murcia (3,3 %), Andalucía (3,2 %) y Castilla-La Mancha (3,1 %) crecieran por encima del promedio nacional.
En las regiones con mayor peso del sector industrial y del consumo público, el crecimiento será más contenido. Castilla y León (2,9 %) y Galicia (2,8 %) se sostienen mejor dentro de este grupo, mientras que La Rioja (3,0 %) registraría un avance algo superior. La falta de recuperación en algunos sectores manufactureros lastra el crecimiento en buena parte de las comunidades del norte. Aragón (2,2 %), Asturias (2,3 %), Navarra (2,4 %), el País Vasco (2,4 %) y Cantabria (2,5 %) crecerían por debajo de la media nacional. Asimismo, la moderación del gasto público y la menor exposición al turismo extranjero explican el crecimiento más limitado de Extremadura (2,5 %).
Perspectiva de crecimiento para 2026
De cara a 2026, BBVA Research revisa en seis décimas al alza la previsión de crecimiento del PIB de España, hasta el 2,3 %. La demanda externa contribuirá cada vez menos al crecimiento, aunque con una demanda interna fuerte, lo que puede reducir la brecha con las regiones del norte. En este contexto, se espera una moderación en el consumo de no residentes que afectará principalmente a las comunidades turísticas, lo que reducirá el diferencial de crecimiento respecto al promedio nacional. Canarias (2,3 %) y Baleares (2,2 %) crecerían alrededor de la media de España, mientras que Cataluña (2,3 %) también se vería afectada, aunque en menor medida.
La fortaleza de la demanda interna será el principal determinante del crecimiento en 2026. La Comunitat Valenciana, aún impulsada por la recuperación después de la caída de la actividad que supuso la DANA en el último trimestre de 2024, podría registrar el mayor incremento del PIB, con un avance del 2,9 %. El mayor gasto en defensa, junto con la aceleración en la ejecución de los fondos europeos del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia (MRR), apoyará la actividad en Galicia (2,6 %), Madrid (2,5 %), Murcia (2,4 %) y Andalucía (2,3 %). Además, el avance de la inversión en energía podría reducir el diferencial de crecimiento de Aragón respecto a la media nacional (2,3 %).
Además, la brecha de crecimiento entre las comunidades del norte y el conjunto del país tenderá a reducirse en 2026. La reestructuración en marcha en la industria, junto con la progresiva recuperación de la demanda interna europea, favorecerá a las economías de Navarra (2,4 %), Cantabria (2,2 %), el País Vasco y Castilla y León (2,1 %), así como a La Rioja (2,0%)y Asturias (1,9 %). En cambio, Castilla-La Mancha (2,0 %) y Extremadura (1,8 %) podrían resentirse por la debilidad en el avance del consumo público.
Por último, se observan procesos de convergencia y divergencia en el PIB per cápita. De cumplirse el escenario de BBVA Research, entre 2019 y 2026 Galicia, Asturias y Castilla y León registrarían los mayores crecimientos del PIB per cápita entre las comunidades que partían con un nivel de renta inferior a la media. Por su parte, La Rioja, la Comunidad de Madrid y el País Vasco crecerían por encima del promedio, manteniendo niveles de ingreso superiores.

Factores que apoyarán la actividad económica
De acuerdo con BBVA Research, existen diversos elementos que continuarán impulsando la actividad económica en los próximos trimestres. Entre ellos destaca el comportamiento de las exportaciones de servicios, que, aunque muestran cierta moderación, mantienen un papel relevante en el crecimiento. Tanto las pernoctaciones como el gasto de los turistas extranjeros seguirán aumentando, si bien a un ritmo más contenido, en la mayoría de las regiones. Destaca el dinamismo del noreste, Murcia y Madrid, mientras que algunas comunidades turísticas, como Andalucía y Cataluña, comienzan a mostrar síntomas de agotamiento.
La inmigración continuará apoyando el crecimiento del empleo. La prolongación de la fase expansiva del ciclo económico está elevando la tasa de participación laboral, tanto entre la población española con educación secundaria o superior como entre la población extranjera de entre 25 y 54 años con educación secundaria. También se prevé una mejora en los términos de intercambio, derivada de la caída de los precios de la energía y del transporte. Esta evolución está mejorando la competitividad del sector exportador y favoreciendo la contención de la inflación, además de reforzar el poder adquisitivo de los hogares, sobre todo en las regiones donde el gasto en carburantes y combustibles tiene un mayor peso.
Además, la inflación se mantendrá en torno al 2 % anual, en línea con el objetivo del Banco Central Europeo (BCE), lo que permitirá consolidar la mejora del poder adquisitivo de las familias y reforzará el crecimiento del consumo privado. Esta tendencia se ve, a su vez, respaldada por el aumento de las rentas salariales reales: los salarios pactados en convenio están creciendo por encima de los precios, impulsando el poder de compra de los hogares.
La política monetaria seguirá siendo moderadamente expansiva. En línea con el escenario previsto por BBVA Research, el Banco Central Europeo ha reducido el tipo de depósito al 2 % y podría mantener una pausa prolongada en el ciclo de bajadas, condicionada por las decisiones arancelarias y fiscales. Aunque el ciclo de recortes estaría próximo a su final, los tipos de interés permanecerán en niveles bajos, lo que continuará favoreciendo la expansión del crédito, especialmente a hogares y empresas.
Por último, el impulso fiscal asociado a la DANA seguirá sosteniendo la actividad a corto plazo. Las medidas para la recuperación de la Comunitat Valenciana y la provincia de Albacete tras los daños de la DANA de noviembre de 2024 continúan generando un efecto positivo en la inversión pública y privada. Se han concedido ayudas y contratos por más de 3.600 millones de euros y abonado indemnizaciones de seguros por otros 3.300 millones. En todo caso, el impacto en otras comunidades se reduce a medida que disminuyen las interacciones comerciales con la Comunitat Valenciana.
Persisten cuellos de botella para el crecimiento
A pesar de todo, se mantienen riesgos importantes sobre el escenario. Las políticas económicas de EE. UU. siguen siendo una fuente de inestabilidad, junto con la incertidumbre alrededor de la sostenibilidad del avance en algunos sectores clave y los obstáculos al crecimiento de la inversión, la fuerza de trabajo y la productividad. “El impacto del aumento de los aranceles sobre el comercio con EE. UU. ha sido negativo, en línea con lo esperado y no se puede descartar que continúe siéndolo en el futuro, a pesar del acuerdo firmado. Esto, debido a la volatilidad que ha mostrado la política económica en el país americano y a que se pueden ir agotando algunos de los factores que permitieron atenuar los efectos durante los primeros trimestres”, señalan los economistas. A ello se suma la incidencia que tenga en los exportadores la apreciación del euro frente al dólar y la consecuente pérdida de competitividad. Además, a pesar de la revisión al alza, el crecimiento previsto del PIB en la eurozona continúa siendo relativamente bajo y limita el incremento de las ventas de bienes al exterior. Relacionado con lo anterior, el avance del turismo extranjero comienza a mostrar signos de agotamiento debidos, en parte, a la contención de la demanda europea.
Asimismo, las ganancias de competitividad como consecuencia de la inversión en energías renovables pueden ralentizarse en un entorno de elevada incertidumbre regulatoria e incremento de los costes. El sector del automóvil, por su parte, enfrenta la presión de los cambios en las preferencias de los hogares, la falta de infraestructuras que faciliten la transición hacia el vehículo eléctrico y el aumento de la competencia externa. Por otro lado, la falta de vivienda asequible supone un cuello de botella para mejorar el bienestar de la población más joven y para atraer capital humano. “La escasez de mano de obra en algunos sectores y regiones, junto con la atonía de la productividad laboral, lastran la capacidad de crecimiento hacia delante”, explica el informe. Por último, la reducción en el déficit público durante los próximos años será contingente en la implementación de medidas estructurales conforme se agote el impacto del ciclo en dicho desequilibrio. “La fragmentación política y la falta de consenso continúan afectando negativamente a la actividad”, concluyen.