Cómo constituir una empresa en México: guía paso a paso

Abrir una empresa en México es un procedimiento administrativo que requiere atención y tiempo. Para que sea exitoso, se deben cumplir una serie de requisitos que van desde la elección de una figura jurídica hasta la inscripción del negocio en el RFC. De igual forma, es necesario solicitar permisos específicos, como licencias municipales, y dar de alta a los trabajadores en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).

“Estos trámites son fundamentales, ya que brindan tranquilidad y certeza legal de que un negocio cuenta con los permisos necesarios para operar dentro del marco normativo correspondiente”, afirma Aura Andrea Díaz Duarte, profesora investigadora adjunta en la Universidad Autónoma de Aguascalientes.

1. Definir la actividad y la figura jurídica de la empresa

Para comenzar el proceso de formalización, la Confederación de Cámaras Nacionales de Comercio de México (Concanaco) sugiere definir con claridad la actividad de la empresa. “Implica identificar el propósito del negocio, su público objetivo, los productos o servicios que ofrecerá y un análisis de la competencia y el mercado”, subraya la organización. “Esta planificación inicial es clave para el éxito del emprendimiento”, agrega.

Posteriormente, es indispensable seleccionar la figura jurídica más adecuada conforme a los artículos 1 a 6 de la Ley General de Sociedades Mercantiles (LGSM). Contar con una estructura legal da formalidad a la compañía y genera confianza entre los socios, clientes, proveedores e instituciones financieras. “La formalización de una empresa impulsa la disciplina y mejora su reputación, lo que abre la puerta a alianzas y oportunidades comerciales sólidas", afirma Díaz Duarte.

Constituir legalmente una empresa significa ponerla bajo el amparo de una figura jurídica mercantil. Con ello, se delimitan sus responsabilidades, derechos y obligaciones, lo que facilita la gobernanza y la toma de decisiones. Este proceso es fundamental para establecer un marco jurídico claro y transparente que evite conflictos entre los socios, definiendo cómo está constituido el capital y cuál es el rol de cada uno.

Figuras jurídicas mercantiles más comunes en México

• Sociedad Anónima de Capital Variable (SA de CV): Es la figura más utilizada en México. En ella, la responsabilidad de los socios se limita al monto de su aportación. Es ideal para grandes empresas que buscan atraer inversionistas mediante la emisión de acciones.

• Sociedad de Responsabilidad Limitada (S de RL): Es una figura jurídica ideal para pequeñas y medianas empresas (pymes). Su principal ventaja es que la responsabilidad de los socios se limita al monto de su aportación, lo que protege su patrimonio personal en caso de deudas. Es una opción para negocios familiares o entre socios que se conocen.

• Sociedad por Acciones Simplificada (SAS): Esta figura está diseñada para emprendedores. Limita la responsabilidad del o los socios al monto de su aportación. Es decir, si la empresa contrae deudas, el patrimonio personal de los dueños no se ve comprometido. Es posible constituirla de manera rápida y con trámites simplificados, incluso en línea. Puede constituirse en línea por una sola persona física. Límite anual de ingresos: $7,398,448.74 en pesos mexicanos (Art. 260 LGSM).

• Persona Física con actividad empresarial: Iniciar un negocio en México es posible bajo la figura de persona física (o trabajador por cuenta propia), sin necesidad de constituir una sociedad. En este caso, la responsabilidad es ilimitada, ya que no se separa el patrimonio personal del empresarial. Solo se requiere darse de alta ante el Servicio de Administración Tributaria (SAT) como persona física con actividad empresarial bajo un régimen fiscal individual, conforme al Código Fiscal de la Federación y la Ley del Impuesto sobre la Renta (ISR).

2. Registro del nombre y elaboración del acta constitutiva

El siguiente paso es obtener la autorización de la denominación social. Este trámite, realizado en línea ante la Secretaría de Economía (SE), garantiza que el nombre elegido para el negocio sea único y no esté en uso.

Luego, hay que elaborar el acta constitutiva ante un notario público, cumpliendo los requisitos del artículo 6 de la LGSM. “Dicho documento da vida legal a la empresa y establece las reglas del juego para sus socios”, destaca Díaz Duarte. En él se detallan el nombre de la empresa, su actividad (objeto social), el capital inicial y los datos de los socios.

Posteriormente, se eleva a escritura pública y se inscribe en el Registro Público de Comercio (RPC) (Art. 21 del Código de Comercio). Sin este registro, la compañía no puede firmar contratos válidos ni ejercer plenamente sus derechos y obligaciones comerciales. La inscripción en el RPC es lo que le otorga personalidad jurídica completa, sin ella la empresa no podrá ejercer derechos ni contraer obligaciones válidas en el tráfico mercantil.

3. Trámites fiscales: RFC y e.firma

Para iniciar operaciones, se debe tramitar el Registro Federal de Contribuyentes (RFC), un identificador único que permite a las autoridades fiscales llevar el control de los impuestos. Todo contribuyente, ya sea sociedad o persona física con actividad empresarial, debe obtener su RFC y tramitar la e.firma ante el SAT, conforme al Código Fiscal de la Federación (Art. 27 y Art. 17-D).

También se requiere la firma electrónica (e.firma), una herramienta que brinda seguridad jurídica a las transacciones de la empresa, permitiendo realizar trámites vitales como declaraciones fiscales y la emisión de facturas.

“Ambos trámites se realizan directamente ante el SAT (Servicio de Administración Tributaria)”, añade la experta de la Universidad Autónoma de Aguascalientes.

Con estos documentos, ya es posible abrir una cuenta bancaria empresarial, requisito clave para manejar ingresos y egresos de manera formal.

4. Licencias y permisos específicos

Dependiendo del giro, pueden requerir permisos adicionales. Los requisitos varían por municipio y por el tipo de actividad. Comúnmente se requiere:

• Licencia de funcionamiento
• Permiso de uso de suelo
• Aviso de funcionamiento ante COFEPRIS (giro sanitario, por ejemplo, para restaurantes: autorizaciones sanitarias).
• Autorizaciones ambientales o sectoriales (energía, transporte, etc., para actividades reguladas).

Estos trámites son indispensables para evitar sanciones y operar de manera legal.

5. Registro patronal ante el IMSS

El capital humano en una empresa es fundamental, pues es el motor que impulsa la operación y el crecimiento. En este sentido, es obligatorio que toda persona física o moral que contrate trabajadores se registre como patrón ante el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), de acuerdo con el Artículo 15 de la Ley del Seguro Social. Ello permite afiliar a los colaboradores al régimen de seguridad social. “Cumplir con este requisito legal no solo garantiza la seguridad de tus empleados, sino que también fortalece su compromiso y la confianza en tu empresa”, señala Díaz Duarte.

Omitir este trámite no solo representa una falta legal, sino que puede derivar en multas y sanciones económicas, además de afectar la reputación de la empresa. El proceso es claro y se inicia en línea a través del portal oficial del IMSS, utilizando el RFC y la e.firma del empleador para registrarse como patrón y dar de alta a los trabajadores.

Guía de pasos para abrir una empresa en México

1. Definir la actividad de la empresa y elegir figura jurídica.
2. Solicitar la autorización de nombre ante la Secretaría de Economía.
3. Redactar y firmar el acta constitutiva ante notario.
4. Inscribir el acta en el Registro Público de Comercio.
5. Obtener RFC y e.firma ante el SAT.
6. Abrir una cuenta bancaria empresarial.
7. Tramitar licencias municipales y permisos específicos según el giro.
8. Registrarse como patrón en el IMSS e inscribir a los trabajadores y, en su caso, en el INFONAVIT y SAR.

Las acciones mencionadas para constituir una empresa en México, tienen una base legal sustentada en la Ley General de Sociedades Mercantiles, Código de Comercio, Código Fiscal de la Federación, Ley del Seguro Social, Ley de Firma Electrónica Avanzada, reglamentos municipales y circulares aplicables.