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Economía y Finanzas 03 jun 2025

Retos para el fortalecimiento de la economía mexicana

En la Reunión Nacional de Consejeros Regionales (RNCR) de BBVA México, el pasado 27 de mayo en la Ciudad de México, el secretario de Hacienda y Crédito Público, Edgar Amador Zamora, destacó la resiliencia de la economía mexicana frente a un entorno global volátil, señalando que "México mantiene una posición fiscal firme, con margen de maniobra, sin sacrificar la inversión ni el gasto social". Además, destacó la importancia de políticas económicas responsables y una visión estratégica para transformar el modelo de desarrollo del país, adaptándose a los retos actuales sin caer en una recesión técnica.

La RNCR 2025 de BBVA México es un evento que congrega a más de 500 hombres y mujeres de negocios de las diversas entidades de la república mexicana y en el que se exponen los retos y oportunidades a los que se enfrenta tanto la institución financiera como el país en materia económica.

Resiliencia económica y estabilidad macroeconómica

México no está simplemente reaccionando al entorno, está buscando transformar su modelo de desarrollo con visión de largo plazo y responsabilidad fiscal”, destacó Amador. A pesar de la revisión a la baja del crecimiento global por el Fondo Monetario Internacional (FMI), de 3.3% a 2.8% para 2025 y la volatilidad financiera internacional, México ha logrado una percepción de riesgo contenida, con una Permuta de Incumplimiento Crediticio (CDS por sus siglas en inglés) ha demostrado una tendencia a la baja, un tipo de cambio estable y flujos de inversión extranjera positivos.

El Producto Interno Bruto (PIB) creció 0.2% trimestral y 0.8% anual en el primer trimestre de 2025, evitando una recesión técnica gracias a un consumo estable, un mercado laboral sólido con una tasa de desempleo de 2.2% y una política macroeconómica prudente”, comentó Amador.

Asimismo, el secretario de Hacienda y Crédito Público enfatizó la necesidad de una visión estratégica para transformar el modelo económico en el país, adaptándose a los retos globales sin sacrificar la estabilidad. México avanza con certeza, apoyado por un sector agropecuario que repuntó un 8.1% y un mercado laboral que sostiene el consumo privado gracias al crecimiento de los salarios reales. Sin embargo, reconoció desafíos como la desaceleración en la industria por menores exportaciones manufactureras y una caída en la inversión fija bruta, particularmente en maquinaria y construcción no residencial. A pesar de esto, la confianza empresarial se mantiene, “lo que indica que no estamos ante una retracción estructural, sino ante una pausa al entorno global”, resaltó.

Fortaleza del comercio exterior

Respecto al comercio exterior como motor de crecimiento para México, Amador resaltó un incremento del 5% en exportaciones no petroleras en el primer trimestre, a pesar de los nuevos aranceles del 25% que impuso Estados Unidos. Asimismo, señaló que “México ha incrementado en 2.1 puntos porcentuales su participación en el comercio bilateral con Estados Unidos desde 2016”, consolidándose como su principal socio comercial. Esto se debe a la ventaja competitiva del país que ofrece el T-MEC, que facilita el comercio con Estados Unidos y Canadá, pero sobre todo a la confianza de inversionistas extranjeros, quienes invirtieron 37 millones de dólares en México en 2024.

México exporta una gran cantidad de productos, como autopartes y electrónicos, muchos de estos contienen piezas importadas “con poco valor agregado local”, lo que limita beneficios para el país. Amador subrayó que esta es la brecha que la estrategia integral del gobierno conocida como el ‘Plan México’ quiere ir cerrando, con el aumento de la producción local, atrayendo más inversión, apoyando a pequeñas y medianas empresas, y reduciendo la dependencia  de insumos extrarregionales.

Además, mencionó que actualmente solo el 51% del valor de las exportaciones industriales se produce localmente, comparado con el 82% en China o el 77% en Corea del Sur. El éxito del ´Plan México´dependerá de la colaboración activa entre el gobierno, el sector financiero y bancario, universidades y empresas. “Para que este crecimiento sea sostenible también debe ser incluyente”, resaltó.

El periodista Carlos Puig moderó las preguntas en el auditorio. El primer cuestionamiento fue sobre los efectos que podría tener una contracción de la economía estadounidense en México. Amador explicó que la desaceleración del PIB de EE.UU. en el primer trimestre se debió, en gran medida, a un fenómeno contable derivado del adelanto de importaciones. “La demanda interna en Estados Unidos sigue sólida y eso, de hecho, benefició a México: en marzo registramos el superávit comercial más alto en cinco años”, afirmó.

Ante un posible deterioro en los próximos meses, el secretario de Hacienda aseguró que el país está preparado. “Tenemos fondos de contingencia que duplicamos de 45 mil a 105 mil millones de pesos, coberturas petroleras y sobre tasas de interés. Contamos con herramientas para amortiguar un ajuste moderado en la economía estadounidense”, enfatizó.

Otro tema que se abordó fue el estado financiero de Pemex. El titular de Hacienda y Crédito Público reconoció que la plataforma petrolera se ha reducido, pero subrayó que ya se está ejecutando un plan de estabilización que empieza a mostrar resultados. “Estamos logrando estabilizar la producción con mayor eficiencia en pozos y refinerías. Ya se han atendido adeudos a proveedores por más de 147 mil millones de pesos y estamos trabajando en opciones de financiamiento”.

Por otro lado, Amador comentó sobre el nuevo impuesto del 3.5% a las remesas propuesto en EE.UU. “Desde el punto de vista técnico, podría ser considerado doble tributación y violaría tratados como el firmado entre México y Estados Unidos”. Además, destacó el impacto social y económico de este tipo de gravamen: “más del 94% de las remesas se envían por medios electrónicos totalmente trazables. En estados mexicanos donde las remesas representan hasta el 10% del PIB”.

Cómo financia México sus grandes proyectos sin subir impuestos

Sobre cómo plantea el gobierno financiar grandes proyectos,  como infraestructura y programas sociales sin aumentar los impuestos mediante una reforma fiscal tradicional, el secretario de Hacienda explicó que, entre 2018 y 2024, los ingresos tributarios del gobierno crecieron del 12% al 14% del PIB, lo que representa todo lo que México produce en bienes y servicios.  Este aumento se logró sin subir impuestos, gracias a las estrategias principales: combatir la evasión fiscal, eliminar beneficios fiscales especiales como las exenciones y mejorar la forma en que se administra la recaudación de impuestos. Además, destacó que al eliminar una exención que permitía no pagar impuestos  en importaciones menores a 50 dólares en plataformas digitales, se ha logrado recaudar cerca de 9 mil millones de pesos en 2025”.

Por último, el periodista planteó cuál será el reto más relevante para la Secretaría de Hacienda en 2025. Amador respondió que las dos prioridades principales serían mantener el dinamismo del consumo interno; es decir, que las personas sigan comprando bienes y servicios y así reactivar la inversión. Además, agregó: “Debemos garantizar que el consumo crezca, sobre todo conforme bajen las tasas de interés y se estabilice la inflación”. Asimismo, destacó la necesidad  de “impulsar con fuerza la inversión pública y privada en infraestructura”, anticipando que la convergencia de las tasas de interés a niveles reales históricos permitiría estimular sectores como el inmobiliario e industrial, generando un círculo productivo de crecimiento.