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Actualidad 19 dic 2025

¿Qué precauciones tomar ante el brote de la influenza A H3N2?

En los últimos días, la influenza A H3N2 ha captado la atención de las autoridades sanitarias y de la población en general. Este tipo de influenza no es nuevo pero su reciente expansión está generando dudas y preocupaciones, especialmente tras la experiencia global con la COVID-19.

Es inevitable preguntarse, ¿existen riesgos de una nueva pandemia? La respuesta de los especialistas es clara y tranquilizadora: “no, no estamos frente a una nueva pandemia”. La influenza A H3N2 forma parte de los virus respiratorios que circulan cada año. A diferencia de los virus como la COVID-19, este tipo es conocido, monitoreado y cuenta con herramientas de prevención y control ya establecidas.

La influenza es una enfermedad respiratoria contagiosa causada por virus que cambian con el tiempo. El subtipo A H3N2 es uno de los que con mayor frecuencia se presenta durante las temporadas de gripe y puede generar síntomas como fiebre, malestar general, dolor muscular, tos y congestión nasal. En la mayoría de los casos, la evolución es favorable con reposo y cuidados básicos.

Sin embargo, como ocurre con otras infecciones respiratorias, algunos grupos pueden ser más vulnerables, como adultos mayores, niños pequeños y personas con enfermedades crónicas. Por ello, el enfoque de las autoridades sanitarias se centra en la prevención y en la atención oportuna, más que en medidas extraordinarias.

Vigilancia y prevención

Hoy, los sistemas de salud cuentan con protocolos para detectar, seguir y responder de manera temprana ante aumentos de casos, lo que reduce significativamente el riesgo de una propagación descontrolada.

En el día a día, las recomendaciones para cuidarse de la influenza H3N2 son simples y efectivas:

  • Mantener una adecuada higiene de manos.
  • Cubrirse al toser o estornudar y evitar el contacto cercano si se presentan síntomas.
  • Ventilar los espacios cerrados con frecuencia.
  • Priorizar la vacunación contra la influenza, especialmente en personas de riesgo.
  • Acudir a un profesional de la salud ante síntomas persistentes o intensos.

Estas medidas forman parte de hábitos saludables que ayudan a reducir el impacto de diversas enfermedades respiratorias.

Fomentando el bienestar integral

Más allá de un virus en particular, cuidar la salud física es un pilar fundamental para el bienestar integral. En un entorno donde la información circula rápidamente, contar con datos confiables y adoptar una actitud preventiva permite tomar decisiones conscientes sin caer en alarmismos.

La salud no solo se protege reaccionando ante una enfermedad, sino construyéndose día a día, con pequeños hábitos que generan grandes beneficios para el presente y el futuro.