¿Qué es el 'factoring' y por qué elegirlo para financiar tu empresa?
La liquidez es el combustible que las empresas necesitan para funcionar en su día a día. Una opción que puede ayudarles con esa inyección que requieren es el 'factoring': se trata de un mecanismo de financiación a corto plazo por el que una entidad financiera adelanta los cobros a un negocio.

La Asociación Española del Factoring (AEF) estima que el uso de este instrumento financiero ha mantenido una tendencia creciente en los últimos años. Si se comparan los datos del sector al cierre de 2024 con los de 2018, el factoring ha registrado un incremento absoluto de 45.320 millones de euros, lo que representa un Crecimiento Anual Acumulativo (CAA) del 7,4 %, según recoge el informe anual de la AEF.
Más que adelantar facturas
A través del mecanismo de 'factoring', una empresa cede un crédito (una factura o derecho de cobro) a una entidad financiera (factor) a cambio de que le abone esa cantidad de dinero. Pero el valor que puede aportar la entidad a la empresa va más allá de lo puramente financiero, ya que el 'factoring' incorpora servicios adicionales como la gestión del cobro o asesoramiento comercial.
Por tanto, en función del acuerdo firmado, existen distintos tipos:
- 'Factoring' sin recurso: cuando la entidad financiera es quien asume el riesgo de impago del deudor. Es la modalidad más extendida.
- 'Factoring' con recurso: la empresa que contrata el 'factoring' responderá del riesgo de insolvencia del deudor.
- 'Factoring' con notificación: la entidad financiera notifica al deudor que ha cedido la factura. A partir de ese momento, este queda obligado a pagar a la entidad según los términos acordados.
- 'Factoring' sin notificación: el deudor, al no tener constancia de la cesión de la factura, pagará a la empresa.
- 'Factoring' de Agencia: con independencia de la modalidad que se elija de las anteriores, la empresa cedente puede ser nombrada agente de cobro por parte de la entidad. De esta forma, la propia empresa realiza el cobro de los créditos cedidos y está obligada a remitir a la entidad financiera los fondos que vaya recibiendo de sus deudores incluidos en el contrato de 'factoring'.
- 'Factoring' con/sin globalidad: en todos los tipos mencionados, el contrato puede requerir, en algunas ocasiones, que la empresa tenga que ceder a la entidad la globalidad de la facturación sobre uno, varios, o todos los deudores incluidos en la operación.
¿Qué ventajas tiene el 'factoring' y cuánto cuesta tenerlas?
El principal beneficio que la empresa obtiene al contratar el 'factoring' es transformar sus ventas a crédito en operaciones al contado, es decir, que entre dinero líquido en caja. Esto, por extensión, mejora la capacidad de financiación del negocio.

Como cualquier otro servicio financiero, acceder a estas ventajas conlleva asumir un coste:
- Intereses: se aplica un tipo de interés al capital anticipado durante el plazo de cesión.
- Comisiones: sirven para cubrir los costes asociados a la operación.
No es lo mismo que el 'confirming'
El 'confirming ' gestiona pagos, no cobros. Este servicio financiero permite a los clientes gestionar dichos pagos a sus proveedores y, a éstos, la posibilidad de cobrar las facturas con anterioridad a la fecha de vencimiento.
Con este sistema es posible simplificar los trámites administrativos, comerciales y financieros, tanto para pagos en mercado nacional, como de exportación, o importación, y en las 22 divisas.
A través del 'confirming', BBVA procesa las facturas a pagar recibidas del cliente, ofreciendo a sus proveedores la posibilidad de:
- Anticipar, sin recurso, el cobro de las facturas según sus necesidades de tesorería.
- Cobrar en la fecha establecida al vencimiento.
Según la Asociación Española del Factoring, este segmento también ha mostrado un crecimiento notable en los últimos años: entre 2018 y 2024, el negocio de confirming ha crecido en 55.390 millones de euros, lo que equivale a un CAA del 9,1 %.