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Salud financiera 28 oct 2025

Inflación: estas son las causas y herramientas para combatirla

Hay pocos conceptos más intuitivos en economía que la inflación. La literatura económica es muy clara: existe inflación cuando se produce un incremento general de los precios al comparar dos periodos de tiempo. Afecta a bienes y servicios y, con el tiempo, reduce el valor de la moneda. Es decir, con la misma cantidad de dinero se pueden pagar menos cosas.

Para calcular la inflación se tienen en cuenta una cesta de bienes y servicios que consumen las familias, lo que incluye artículos de consumo diario (alimentos o gasolina, por ejemplo), bienes de consumo duradero (electrodomésticos, dispositivos electrónicos, ropa…) o servicios (enseñanza, peluquería, servicios médicos…).

A partir de esa cesta, se construye un índice de precios de consumo (comúnmente conocido como IPC). Para garantizar que todos los estados miembros emplean idéntica metodología, en la Unión Europea se utiliza el Índice Armonizado de Precios de Consumo (IAPC). Es la variación de ese índice entre dos momentos del tiempo lo que arroja el dato de inflación.

La influencia de las variaciones del precio de un determinado artículo en el IAPC (o en cualquier otro índice de este tipo) depende del gasto medio de las familias en él. De esta manera, artículos como el cacao, el té o el café (que tienen una ponderación del 0,4 % sobre el total) no afectan tanto al IAPC como la gasolina, cuya ponderación es del 4,6 %. Esto significa que una variación similar del precio en términos porcentuales, tendrá una influencia sobre el IAPC más de diez veces mayor en el caso de la gasolina.

¿Es siempre mala la inflación?

Algunos economistas consideran que una inflación moderada es positiva porque significa una economía sana: los salarios suben y los consumidores compran. ¿Pero qué nivel de inflación se considera aceptable? Para responder a esta pregunta habría que mirar a las características particulares de cada economía, a su capacidad de crecimiento y, particularmente, a si la autoridad monetaria de un país o zona económica concreta cuenta con una inflación objetivo.

En el caso del Banco Central Europeo (BCE), su objetivo es mantener la estabilidad de los precios en el medio plazo. Pero esto no significa una inflación de 0. La institución europea apunta a mantener una inflación de en torno al 2% en el medio plazo. En palabras del propio BCE: “consideramos que una inflación demasiado baja es tan negativa como una inflación demasiado alta”.

'Podcast': ¿Cómo nos afecta el repunte de la inflación?

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Algunos economistas consideran que una inflación moderada es positiva porque significa una economía sana: los salarios suben y los consumidores compran. ¿Pero qué nivel de inflación se considera aceptable? Para responder a esta pregunta habría que mirar a las características particulares de cada economía, a su capacidad de crecimiento y, particularmente, a si la autoridad monetaria de un país o zona económica concreta cuenta con una inflación objetivo. En el caso del Banco Central Europeo (BCE), su objetivo es mantener la estabilidad de los precios en el medio plazo. Pero esto no significa una inflación de 0. La institución europea apunta a mantener una inflación de en torno al 2% en el medio plazo. En palabras del propio BCE: “consideramos que una inflación demasiado baja es tan negativa como una inflación demasiado alta”.

¿Cuáles son las causas y posibles soluciones para la inflación?

Si la inflación está causada por un exceso de demanda, hay varias alternativas. Como narra José García Montalvo, catedrático de Economía de la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona: “Los bancos centrales pueden aumentar el tipo de interés (reduce la demanda de crédito y el consumo) o rebajar la oferta monetaria”.

Si el problema es de oferta (aumento de los costes), las medidas, propone el economista, deben centrarse en el incremento de la productividad o en la sustitución de los insumos que están provocando el incremento de los precios.

Si la causa es la pérdida del valor de la divisa (países que importan una gran cantidad de artículos necesarios para la producción o el consumo, que viene denominado en monedas extranjeras, normalmente dólares) se debe mejorar la competitividad de la economía o, de forma transitoria, subir los tipos para mantener la cotización de la moneda propia.

Ahora bien, si el problema, apunta García Montalvo, es la generalización de las expectativas de inflación (los ciudadanos y las empresas esperan que los precios continúen subiendo en el futuro) resulta necesario actuar contra esa espiral. Una forma es proponer un pacto de rentas donde amplios sectores de la población (trabajadores, empresarios, pensionistas…) acepten una disminución de su poder adquisitivo para frenar ese movimiento.

Inflación: estas son las causas y herramientas para combatirla

Contexto actual de la inflación en España y Europa

Según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), la inflación repuntó una décima en octubre de 2025 hasta el 3,1%, el nivel más alto del año. El organismo atribuye esta subida al encarecimiento de la electricidad y de los billetes de avión y tren, mientras que la caída de los precios de las gasolinas ha compensado parcialmente el aumento.

La tasa de inflación subyacente (sin productos energéticos ni alimentos frescos) también subió una décima, hasta el 2,5%, lo que supone su valor más elevado en lo que va de 2025.

Con este nuevo dato, los precios encadenan cinco meses consecutivos de subidas. Las previsiones apuntan, sin embargo, a una moderación gradual: la inflación podría cerrar 2025 con un promedio del 2,5%, según BBVA Research, y descender lentamente hasta el entorno del 2,3% en 2026.

El Banco Central Europeo mantiene su objetivo de estabilidad de precios en el 2% y, tras su última reunión en Florencia, decidió mantener los tipos de interés sin cambios ante la cercanía del objetivo y la mejora moderada de la economía europea.

¿Hasta cuándo durará la inflación?

La historia económica, sobre todo la anglosajona, cuenta que la inflación vuelve a niveles normales en un tiempo de un año y en casos extraordinarios, dos.

Sin embargo, los expertos prevén que en el contexto actual la inflación tarde más en volver a su nivel objetivo. El retorno a tasas cercanas al 2% podría prolongarse hasta 2026, según las estimaciones más recientes.

Protegerse de la inflación

Para preservar el poder adquisitivo del dinero, los expertos recomiendan invertir y obtener una rentabilidad que supere el aumento en el nivel de precios. Existen diferentes alternativas para poner a trabajar el dinero que se ajustan a las necesidades y perfil de riesgo de cada persona: normalmente las mayores rentabilidades son las que conllevan también un mayor riesgo.

En un entorno de precios aún elevados y con tipos de interés que se mantienen estables, los analistas aconsejan revisar la estrategia de ahorro, diversificar las inversiones y considerar opciones como depósitos remunerados o productos de renta fija a corto plazo.