Cerrar panel

Cerrar panel

Cerrar panel

Cerrar panel

Ecoturismo comunitario en Colombia: cinco destinos para un viaje sostenible y auténtico

El ecoturismo comunitario es una forma de viajar que combina naturaleza, cultura y participación local. La gran diferencia con el ecoturismo tradicional es que aquí las comunidades son protagonistas: deciden qué ofrecer, cómo hacerlo y cómo se reparten los beneficios. Con su biodiversidad, riqueza paisajística y su gente, Colombia es un lugar perfecto para vivir esta experiencia.

¡Suscríbete a nuestra 'newsletter' semanal de sostenibilidad!

"Hablar de ecoturismo comunitario en Colombia no es sencillo", reconoce María Luis Galán Otero, catedrática y coordinadora de la Especialización en Gerencia Estratégica de Modelos Innovadores de Alojamiento de la Universidad de Externado (Colombia). No existen cifras, ni un registro con el número de proyectos o asociaciones que operan en el país. "La información se encuentra dispersa entre estudios de caso, iniciativas locales y documentos de Parques Nacionales Naturales (PNN)", acota.

La experta sí constata que cada vez más comunidades están apostando por este tipo de turismo como una forma de proteger su entorno y generar ingresos dignos. "Más que un sector consolidado, el ecoturismo comunitario es una red de experiencias diversas, muchas de ellas en zonas rurales o de postconflicto", revela.

Galán Otero explica que, en el ecoturismo comunitario, las comunidades gestionan directamente los servicios –guianza de rutas, hospedaje, alimentación y gastronomía, talleres culturales–; parte del dinero que deja el visitante se queda en la comunidad; se promueve el respeto por la naturaleza y la educación ambiental; se busca una experiencia auténtica, a pequeña escala y sin dañar el entorno.

El ecoturismo comunitario colombiano comenzó a tomar forma en los años 2000 "cuando algunas comunidades que vivían cerca de parques naturales empezaron a recibir visitantes interesados en conocer la naturaleza y la vida local", indica la catedrática. En 2014, se publicó un documento oficial que, en su opinión, marcó un antes y un después  en su desarrollo: los Lineamientos de Ecoturismo Comunitario, que se orientaban principalmente a los Parques Nacionales Naturales, y ejercieron de guía principal para la operación de este tipo de viajes.

La mayoría de los proyectos de ecoturismo comunitario se ubican en zonas de alta biodiversidad de los parques naturales, y corren a cargo comunidades indígenas o afrodescendientes, organizadas en torno a asociaciones locales.

Santuario de Fauna y Flora Otún Quimbaya, en los Andes centrales

El Santuario de Fauna y Flora Otún Quimbaya, en Risaralda, con sus hermosos paisajes montañosos, es un área protegida y un importante destino de ecoturismo comunitario dentro del Eje Cafetero. En la cuenca alta del río Otún opera la asociación Yarumo Blanco, "un referente internacional por su buena gestión y por su impacto en la calidad de vida de las comunidades involucradas", valora Galán Otero. De su mano, los viajeros descubren rincones naturales como la impresionante cascada de los Frailes; conocen especies de aves autóctonas; y viven la experiencia de sus 'lunadas': una fiesta bajo la Luna, alrededor de una fogata, con cantantes de música andina.

Ecoturismo comunitario en Colombia: cinco destinos para un viaje sostenible y auténtico

Parque Nacional Natural Utría, en Chocó biogeográfico

El Parque Nacional Natural Utría –manglares y arrecifes de coral en la costa del Pacífico– es una pieza clave del Chocó biogeográfico, una de las regiones con mayor biodiversidad del planeta: se caracteriza por sus selvas húmedas tropicales, y se encuentra amenazada por la deforestación y la minería ilegal. Utría es ejemplo de tejido turístico comunitario vertebrado en torno a un Parques Nacionales Naturales; y de trabajo conjunto entre las comunidades locales, las alcaldías de la zona y los guardaparques. Hay actividades de senderismo, observación de flora y fauna y avistamiento de ballenas. Cuenta con la primera playa de Colombia certificada en turismo sostenible.

Ecoturismo comunitario en Colombia: cinco destinos para un viaje sostenible y auténtico

Parque Nacional Natural Amacayacu en la Amazonía

Las comunidades de San Martín de Amacayacu y Mocagua impulsan el ecoturismo comunitario dentro del Parque Nacional Natural Amacayacu, en la Amazonía colombiana. La empresa de turismo activo Yoi Ecotours trabaja estrechamente con San Martín –todos sus empleados son de aquella comunidad– para organizar actividades muy auténticas, como clases de artesanía y casería –con arco y cerbatana–, excursión nocturna para ver caimanes, pesca de pirañas o canotaje.

Ecoturismo comunitario en Colombia: cinco destinos para un viaje sostenible y auténtico

La montaña costera más alta del mundo en la Sierra Nevada de Santa Marta

Los pobladores indígenas de la Sierra Nevada de Santa Marta –la montaña costera más alta del mundo, a solo 42 kilómetros de las playas de Santa Marta, en el Caribe colombiano– han encontrado en el ecoturismo comunitario una fórmula de desarrollo sostenible. La agencia Sierraventur Travel trabaja con guías de la comunidad wiwa para recorrer lugares sagrados, como la Ciudad Perdida o Teyuna, cuna de la civilización Tayrona. Kogui Travel y Tierra Nativa Kogui se han especializado en mostrar la cultura, tradiciones y manera de entender el mundo de los kogui. Arhuaco ofrece experiencias con los pueblos arhuacas: senderos ancestrales, sitios sagrados, talleres de artesanía, ceremonias tradicionales.

Ecoturismo comunitario en Colombia: cinco destinos para un viaje sostenible y auténtico

Mesetas y la Serranía de la Macarena

Mesetas, en el departamento del Meta, Piedemonte llanero – y que colinda con el Parque Nacional Natural Serranía de la Macarena– es el punto de encuentro de los ecosistemas andino, amazónico y la Orinoquía. Convertida en símbolo de la reconciliación, Mesetas ha sabido enfocarse hacia un turismo respetuoso con la naturaleza, que pide hacer senderismo, rutas a caballo o actividades de ‘tubing’ y ‘rafting’ en el cañón del río Güejar.

Ecoturismo comunitario en Colombia: cinco destinos para un viaje sostenible y auténtico

La experta Galán Otero describe el perfil del viajero que elige el ecoturismo comunitario: colombianos o extranjeros, jóvenes y familias, con interés por la sostenibilidad y el impacto social positivo. Quieren conocer el país de forma más consciente, lenta y respetuosa; buscan vivir experiencias reales y aprender de las comunidades; prefieren lugares tranquilos y la naturaleza antes que el turismo masivo; están dispuestos a renunciar a algunos lujos a cambio de autenticidad.