François Pienaar y su experiencia en el Mundial de Rugby que unió a Sudáfrica gracias a Mandela

A la selección sudafricana de rugby se le había negado la participación en las dos últimas Copas Mundiales, Nueva Zelanda ‘87 e Inglaterra ‘91, como consecuencia del apartheid que estaba vigente en el país. Sin embargo, en 1995 Sudáfrica no solo podría participar en el torneo, sino que también sería el país encargado de organizarlo y lograría, finalmente, levantar el trofeo. François Pienaar fue el capitán de aquel equipo  que salió vencedor. Sin embargo, sería injusto reducir solo reducir a ‘capitán’ el papel que jugó el deportista en aquel torneo. François Pienaar fue el nexo de unión entre el presidente y el equipo de rugby, además del líder deportivo que ayudaría a unir un país entero.

El capitán en todo momento creyó que su selección podría ganar, y desde el principio les dijo a sus compañeros una frase para ayudarles a remar en la misma dirección: “si permanecemos juntos, podemos hacer algo extraordinario”. En su paso por ‘Aprendemos Juntos 2030’, Pienaar narra cómo vivió aquella experiencia, qué papel social jugó Nelson Mandela en ese hito histórico y qué influencia tuvo ese campeonato en su país, Sudáfrica.

A pesar de haber abolido el apartheid en 1991, Sudáfrica continuaba siendo un país profundamente dividido. Los más de 40 años de políticas de segregación racial todavía pesaban en una sociedad llena de rencores y prejuicios. En este contexto, el entonces presidente, Nelson Mandela, vió el Mundial de Rugby como una oportunidad de unir al país y de demostrar a los ciudadanos el poder de trabajar como iguales.

En su primer discurso como presidente, Mandela dijo: “Ha llegado el momento de cerrar las heridas, ha llegado el momento de tender un puente sobre los abismos que nos dividen. Es el momento de construir”. La Copa Mundial de Rugby fue parte de ese momento.

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