La digitalización empresarial como motor de cambio social y bienestar

Hasta 2021, Bodegas Alianza apenas vendía nada en internet. Durante 75 años, había consolidado su posición en México como distribuidor de vinos y licores y tenía una red offline estable y eficiente. Sin embargo, la pandemia de COVID-19 les hizo cambiar la perspectiva y apostar de forma decidida por la digitalización. A través de un socio digitalizador, Elogia, idearon y ejecutaron una estrategia optimizada de venta online y lograron incrementar un 47 % su rentabilidad. Esto contribuyó a generar empleo y mejorar el acceso a productos y servicios en su comunidad. Casos como este muestran que la digitalización no solo es una herramienta de supervivencia para las empresas, sino también un motor de cambio social.

Su caso no es único en América Latina, pero tampoco habitual en una región en la que cerca del 75 % de la población tiene acceso a banda ancha, pero solo el 37 % tiene en casa la conexión a internet necesaria para estudiar, trabajar o realizar transacciones online, según datos del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). Aun así, de acuerdo con la Encuesta Anual Transformación Digital MiPyMEs de Microsoft, la transformación digital de las empresas latinoamericanas se ha acelerado en los tres últimos años.

La digitalización: más que tecnología, una oportunidad de inclusión

La digitalización consiste en incorporar tecnologías digitales a actividades diarias, tanto de una empresa como de la sociedad. Aunque a menudo se considera una herramienta para aumentar la productividad y reducir costes, la digitalización también tiene un impacto significativo en la vida de las personas.

Diferencias entre digitalización y transformación digital

A menudo se utilizan como sinónimos, pero digitalización y transformación digital no son lo mismo. La digitalización implica incorporar tecnologías en actividades concretas de una empresa. Sin embargo, la transformación digital está relacionada con una visión integral en la que la tecnología está presente en todos los aspectos del negocio, desde los procesos internos hasta la experiencia del cliente. Como explica María de Jesús de la Mora, de la Universidad de Guadalajara (México), “la transformación digital se convierte en una herramienta útil para mejorar, simplificar y hacer más eficientes las actividades”.

Este enfoque integral permite a las empresas responder rápidamente a los cambios del mercado y mejorar la toma de decisiones a través de datos en tiempo real. Tecnologías como la inteligencia artificial, la computación en la nube y el análisis de datos juegan un papel clave en la transformación digital, ayudando a crear flujos de trabajo inteligentes y sostenibles. Al adoptar esta estrategia, las empresas no solo se adaptan al entorno, sino que también amplían capacidades para mejorar el bienestar de sus empleados y clientes.

Beneficios de la transformación digital: productividad, accesibilidad y ahorro

La transformación digital ofrece múltiples beneficios a las empresas, los cuales también impactan positivamente en sus grupos de interés. En primer lugar, incrementa la productividad, ya que la automatización permite a los empleados dedicar más tiempo a tareas estratégicas y de alto valor. La inteligencia artificial, por ejemplo, facilita el análisis de grandes volúmenes de datos, lo que permite anticipar tendencias y mejorar la planificación empresarial.

Otro beneficio relevante es la mejora de la experiencia del cliente. Hoy en día, los consumidores buscan servicios que estén disponibles de forma inmediata y en múltiples canales. La tecnología permite responder a esta demanda a través de aplicaciones móviles, sistemas de seguimiento de pedidos y ‘chatbots’ de asistencia, lo que resulta en una experiencia más satisfactoria y accesible para los usuarios.

Además, la digitalización permite reducir costes operativos en áreas como la logística, el mantenimiento de equipos y la eficiencia energética. Esto no solo representa un ahorro para las empresas, sino que también tiene un impacto positivo en el medioambiente, ya que optimizar recursos reduce la huella de carbono y fomenta una economía más sostenible.

El impacto social de la digitalización: educación, empleo y equidad

Más allá del ámbito empresarial, la digitalización contribuye al desarrollo social y a la reducción de desigualdades. Según el Pacto Mundial de la ONU, el acceso a las tecnologías de la información es fundamental para mejorar la calidad de vida de las personas y cerrar la brecha digital. La digitalización facilita el acceso a la educación a distancia, especialmente en zonas rurales, y permite que más personas participen en el mercado laboral desde cualquier ubicación. Además, según la Agenda de Aceleración Digital de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) –  iniciativa liderada por la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT) y el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) –  las soluciones digitales pueden promover la consecución de la mayoría de los objetivos y, en especial, la reducción de las desigualdades y a una educación de calidad.

En áreas desatendidas, la digitalización de servicios como la banca o la telemedicina pueden transformar comunidades, permitiendo a los ciudadanos acceder a servicios esenciales sin necesidad de desplazarse. Además, en el ámbito laboral, la transformación digital promueve la creación de nuevos empleos en sectores tecnológicos, lo que contribuye a reducir la tasa de desempleo y fomenta la formación en competencias digitales, esenciales en la economía actual.

Una digitalización responsable y segura

Con el aumento de la digitalización, surge también la responsabilidad de garantizar la privacidad y seguridad de los datos. Los ciberataques representan una amenaza creciente para empresas y usuarios. En América Latina, por ejemplo, el 58% de las pymes de Colombia y el 50% de las de Brasil han experimentado incidentes de ciberseguridad en los últimos años, según la Encuesta Anual Transformación Digital MiPyMEs de Microsoft.

Para que la digitalización tenga un impacto positivo y seguro para todos, es fundamental invertir en ciberseguridad y promover prácticas de gestión de datos responsables. Para ello, hay que establecer políticas claras para proteger la información personal y garantizar la transparencia en el uso de la tecnología. Una digitalización segura protege a todos, promoviendo la confianza y facilitando una adopción más amplia de la tecnología.

Por todo ello, la digitalización es una herramienta poderosa que permite a las empresas evolucionar y, al mismo tiempo, generar un impacto positivo en la sociedad. Pero, también hay que tener en cuenta que, en un mundo cada vez más digital, la responsabilidad y la seguridad son esenciales para garantizar que la tecnología sea una fuerza de cambio inclusiva y sostenible.