Qué es la Movilidad como Servicio (MaaS) y por qué ayuda a descongestionar la ciudad
La Movilidad como Servicio supone integrar en una única plataforma digital servicios de transporte tanto públicos como privados. Esto permite al usuario pagar por el uso de distintos medios de transporte para desplazarse de manera más sostenible.

Esta nueva forma se apuntala en el avance tecnológico –plataformas y ‘apps’ intuitivas que ayudan a moverse del punto A al B, con rapidez y con un pago sencillo–, y cuestiona la necesidad de usar el vehículo particular para desplazarse por la ciudad. “La Movilidad como Servicio (en inglés, Mobility as a Service) se refiere a la integración de los distintos medios de transporte en una sola plataforma digital y con un solo pago”, explica la ingeniera chilena Carolina Sánchez, presidenta de Asimus (Asociación Iberoamericana de Movilidad Urbana para la Sostenibilidad).
Esta experta incluye el concepto MaaS dentro de la movilidad urbana sostenible y defiende que integrar todos los transportes públicos y colectivos –bus, metro, taxi, Vehículo de Transporte con Conductor (VTC, tipo Uber), coche compartido– y la micromovilidad –bici, patinete, scooter, andar– resulta más eficiente en tiempo, gasto energético y huella de carbono.
El modelo se encuadra también dentro de la economía de la suscripción, ya que implica el pago por uso y la suscripción mensual. La fórmula dota de una mayor flexibilidad en el uso de distintos medios de transporte, favoreciendo la intermodalidad, y hace más accesible y sostenible moverse por la ciudad. “Que haya menos vehículos particulares, conducidos por una sola persona, aligera el tráfico y evita la congestión y los atascos”, señala Sánchez.
El estudio global de consumidores de automoción 2025 de la consultora Deloitte revela que las nuevas generaciones de europeos están dispuestas a renunciar a la propiedad de un coche en favor de la movilidad como servicio. Así lo manifiesta un 47 % de jóvenes de entre 18 y 34 años encuestados en España, un 42% en Italia y un 37 % en Reino Unido. Los italianos (con un 49 %) y los franceses (con un 44 %) son los que más conducen vehículo propio a diario; en España y Alemania el porcentaje baja al 37 %. La investigación lo achaca a una diferencia en la calidad y/o disponibilidad de las soluciones MaaS en cada mercado.

MaaS, una tendencia en alza
Según el portal de estadísticas de mercados Markets&Data, la Movilidad como Servicio experimentará una tasa compuesta de crecimiento anual (CAGR) del 15,26 % hasta 2032, alcanzando en esa fecha los 276.100 millones de dólares. Uno de los motivos es el aumento de la urbanización y densidad de población en el mundo, los avances en las tecnologías 4G y 5G y la creciente penetración de los teléfonos inteligentes.
Para la ingeniera chilena Carolina Sánchez, MaaS es una manifestación más de otra manera de pensar la ciudad. Menciona el caso de Santiago de Chile, que ha puesto en marcha la ‘app’ de Red Metropolitana de Movilidad –donde planificar los traslados en los distintos medios de transporte público– al tiempo que ha apostado por la electromovilidad, y ha recurrido al urbanismo táctico para pacificar el tráfico, por ejemplo de la calle Bandera, ahora sólo accesible para peatones y ciclistas.
A su juicio, para llegar a este punto se requiere una ciudadanía concienciada y formada, un cambio de mentalidad y una apuesta de las administraciones públicas. De ahí que la Movilidad como Servicio se esté implementando a distintas velocidades en las urbes de todo el planeta.
“Aunque el proceso de implementación de MaaS resulta más rápido para las iniciativas privadas, la gobernanza pública se revela como la entidad más adecuada para desarrollar servicios estables, ya que permite un mayor nivel de integración, una alta tasa de adopción y menos barreras de entrada al mercado para los proveedores", concluye una investigación del Departamento de Sistema de Transporte del Politécnico de Turín, una de las instituciones académicas más reconocidas de Italia.
Helsinki, pionera en Movilidad como Servicio
En 2018, el Observatorio de la Movilidad Urbana de la UE constató que Helsinki se había convertido en pionera de la Movilidad como Servicio. Lo había logrado gracias a una buena red de transporte público, limitaciones para el vehículo privado –con poco espacio para circular y aparcar– y una legislación favorable. Como catalizador había actuado la ‘app’ Whim, presentada en 2017 por MaaS Global como la primera solución MaaS integral disponible comercialmente en el mercado mundial. La empresa quebró pero un cambio se había iniciado en Estocolmo, Amsterdam, Viena, Munich y Berlín.

La realidad es otra en América Latina y el Caribe, describe Sánchez. “Escucho intentos de implementación en Perú, pero falta educación vial”, apunta. También le llegan referencias de México, según las cuales, MaaS no termina de ser una prioridad en la agenda pública.
Retos para integrar la MaaS
En 2023, Joao F. Bigotte (Universidad de Coimbra) y Marc Hasselwander (Instituto de Investigación del Transporte, Centro Aeroespacial Alemán) acometieron una revisión bibliográfica sobre MaaS en el Sur Global, que titularon ‘Mobility as a Service (MaaS) in the Global South: research findings, gaps, and directions’. La conclusión de los ‘papers’ analizados fue que el modelo, nacido en algunas de las ciudades más desarrolladas del mundo, ha de adaptarse para que funcione en el Sur Global.
Muchas ciudades de países en vías de desarrollo se enfrentan a retos adicionales a la hora de implementar MaaS, advierten los investigadores: sistemas de transporte público insuficientes, escasa disponibilidad e integración de las tecnologías digitales, ausencia de marcos regulatorios bien definidos, falta de colaboración entre las partes interesadas u obstáculos financieros a la hora de construir y mejorar las infraestructuras necesarias. Reclaman voluntad política y cooperación del sector privado. “De este modo, MaaS puede convertirse en una solución viable y transformadora en el Sur Global”, subrayan estos expertos.