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Análisis económico Act. 10 dic 2022

Debe incrementarse la recaudación para mantener sana la deuda como porcentaje del PIB

Al cierre de 2022 la situación fiscal de México podría parecer estable, si se compara con las diferentes economías emergentes. La deuda como porcentaje del PIB cerrará este año en un nivel de 49%, pero como lo señala el economista en jefe de BBVA México Carlos Serrano Herrera, en su artículo “El espacio fiscal se reduce” publicado en El Financiero, hay señales de preocupación que indican que el espacio fiscal del país no es tan amplio.

El economista destaca que en los últimos tres años el déficit público ha sido de alrededor de 3% del PIB, menor al observado en Argentina, Brasil y Colombia, pero que dada la baja recaudación fiscal con respecto al tamaño de la economía, existe una desproporción entre  deuda contra ingresos gubernamentales.

El economista en su análisis destaca que el pago de pensiones en los últimos años ha crecido 0.3% del PIB en promedio por año y que el resultado de tener que pagar cada vez un mayor porcentaje del gasto al pago de pensiones y de servicio de la deuda es que el gobierno tiene cada vez menor espacio para ejercer el gasto.

Serrano apunta que “hace 10 años se destinaba 1.9% del PIB para el servicio de la deuda pública; el año entrante ese porcentaje ascenderá a 3.4%. Un aumento muy significativo que se explica tanto por el aumento de la deuda como por el de las tasas de interés”. Una de las consecuencias de que exista un mayor porcentaje del gasto al pago de pensiones y de servicio de la deuda es que el gobierno tiene cada vez menor espacio para ejercer el gasto. Hace una década, el gasto programable, es decir aquel en el que el gobierno tiene la discrecionalidad en torno a su ejercicio, era de 80% del gasto total mientras que ahora es de solamente 70%.

En su análisis el economista en jefe precisa que el gobierno parece reconocer este menor margen de maniobra fiscal y detalla que mientras que en los últimos tres años se planteó y se logró un déficit fiscal de 3% del PIB, para 2023 se plantea uno de 3.6%. Serrano explica que existen condiciones para que esta administración concluya sin que se observen desequilibrios fiscales importantes lo cual, entre otros temas, significará que el país conservará su calificación crediticia de grado de inversión por parte de las principales calificadoras.

Pero apunta que la próxima administración se verá obligada a realizar cambios fiscales de fondo para aumentar la recaudación pues de lo contrario estas tendencias que resultan en un menor gasto discrecional continuarán y, eventualmente se podría llegar a tener una trayectoria de deuda insostenible. El análisis finaliza detallando que el gobierno debe continuar combatiendo  la evasión y reduciendo la informalidad y también creando incentivos para que Estados y municipios recauden más y no dejando toda la carga a la federación.

El artículo se publicó en El Financiero el 8 de diciembre de 2022 y puede consultarse en este link.