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¿Podemos imaginar la Ciudad de México sin las chinampas de Xochimilco?

Cuando escuchamos la palabra chinampa probablemente lo primero que nos viene a la mente es Xochimilco, sus canales y las famosas trajineras que reciben a los visitantes para llevarlos en un paseo donde la comida, el mariachi y las artesanías forman parte de un escenario turístico.

Sin embargo, está maravillosa zona ubicada en la Ciudad de México, es un ecosistema único que requiere de la recuperación y conservación de este paisaje histórico conocido como la zona chinampera, a la que Lució Usobiaga, filósofo emprendedor y director general del proyecto Arca Tierra quiere revolucionar a través de la agricultura con su proyecto agroecológico.

La palabra chinampa significa en náhuatl cerco de plantas, las chinampas fueron creadas hace muchos años por el ser humano con el propósito de producir alimentos. Son cercos rectangulares en el agua que al tener una acumulación de materia orgánica de los alrededores troncos, ramas, plantas acuáticas y lodo, permiten que se cree gran fertilidad para poder sembrar.

Puede ser una agricultura que regenera el suelo, captura carbono, ayudando a revertir el cambio climático, que dignifique el trabajo en el campo y que produce alimentos que son nuestra primera medicina

Entrevistado por el editor experto en gastronomía, Jorge Lestrade para “Diálogos BBVA, talento hecho en México”, el directivo de Arca Tierra destaca que hace 13 años llegó a las chinampas en Xochimilco para descubrir la agricultura ancestral de un sistema que fue creado para producir alimentos. A lo largo de este tiempo su aprendizaje con campesinos, así como los cursos que tomó de agricultura le ayudaron a entender el enorme significado que tiene ver las plantas crecer, la cooperación entre la especies y lo más importante disfrutar de los sabores de aquello que se siembra.

Usobiaga cuenta que su experiencia lo lleva a descubrir como la agricultura “puede contaminar, erosionar, destruir, desplazar poblaciones, enfermar a la gente que come sus alimentos” refiriéndose a la agricultura industrial o por otro lado “puede ser una agricultura que regenera el suelo, captura carbono, ayudando a revertir el cambio climático, que dignifique el trabajo en el campo y que produce alimentos que son nuestra primera medicina”. La agricultura y la alimentación como lo señala tienen el poder de convertirse en una corriente en la que las personas trabajen por una adecuada alimentación y por un mejor medioambiente.

Lució Usobiaga, director general de Arca Tierra y Jorge Lestrade, editor y experto en gastronomía.

La problemática que envuelve a las chinampas

Para Usobiaga el primer problema es el crecimiento de la mancha urbana sobre áreas de conservación, por la necesidad de vivienda venden las chinampas y esos compradores habitan la zona de forma ilegal. El segundo problema es el abandono de la zona chinampera por los dueños originales que son las familias xochimilcas, porque “ya no le ven futuro a la agricultura y se van a estudiar o a buscar trabajo a la ciudad y ese abandono hace que la mancha urbana pueda crecer”.

Otro de los factores a los que se enfrenta la chinampera es el riesgo del agua como lo detalla el directivo “desde el Porfiriato se empieza a tomar mucha agua de Xochimilco para abastecer a la gran ciudad. Antes el Río Amecameca muchísimos manantiales surtían el agua a los canales y ahora pues todo viene de la planta del tratamiento del Cerro de la Estrella y de Tulyehualco que ya es artificial el sistema”, por lo que advierte que cualquier desbalance hidrológico podría ocasionar que se sequen los canales y que se muera este sistema, además de sumarse la contaminación de turistas y el exceso de espacios recreativos que bajan la biodiversidad.

El primer problema es el crecimiento de la mancha urbana sobre áreas de conservación, por la necesidad de vivienda

A la zona chinampera le quedan cerca de dos mil hectáreas, de una tierra muy rica en nutrientes que como lo comenta Usobiaga es de color negro que revela “la gran cantidad de materia orgánica que tiene para una agricultura normal regenerativa como la que nosotros hacemos, que considera las tres “m”, la materia orgánica, los minerales y los microorganismos”, siendo el punto más interesante “la nutrición y el sabor que están ligados, el sabor auténtico no un sabor artificial tiene que ver con los minerales que tiene el suelo y con la microbiología con la vida del suelo”, lo que ha permitido que se acerquen al proyecto de Arca Tierra muchísimos chefs a comprar y a cosechar porque la calidad y el sabor de estos productos es mucho mejor que cualquier producto industrial.

Aun cuando importantes investigadores de la UNAM y la UAM han documentado el valor de la zona incluso en millones de dólares, por el oxígeno que se produce, el agua que se canaliza, las especies que existen, la biodiversidad y el ruido que atenúa por la regulación de dos grados de temperatura, Usobiaga precisa que “a pesar de que ya se tienen los datos y a pesar de que esto es patrimonio de la humanidad por la UNESCO, área natural protegida, humedal Sitio Ramsar de importancia mundial, sitio SIPAM por la FAO, a pesar de todo eso esto va rumbo a la desaparición”.

Chinampa, Xochimilco en la Ciudad de México.

Arca Tierra y la recuperación de la zona Chinampera

Este proyecto de agricultura regenerativa además de vender productos que se cosechan en la zona a través de canastas que se llevan a restaurantes o a domicilio, también realizan actividades de visitas con recorridos por las chinampas en las que se destaca el valor de los campesinos y la importancia de sembrar sin agroquímicos, así como la reconexión con procesos más naturales de producción de alimentos. También se pueden tomar talleres de cocina o ir a comer cuando cocina algún chef reconocido.

El directivo explica que Arca Tierra también opera con donativos y programas sin fines de lucro como: “La escuela campesina o el centro de formación que para nosotros es la síntesis de lo que hemos aprendido a la vez que la propuesta de cómo podemos recuperar la zona, hay personas que quieren trabajar la tierra y hay chinampas abandonadas, entonces vamos a recuperar las chinampas, dándole una formación durante seis meses a estas personas en agroecología que es un tipo de agricultura natural, social en educación financiera, equidad de género y comercio justo”.

Arca Tierra destaca el valor de los campesinos y la importancia de sembrar sin agroquímicos

Usobiaga, hace énfasis en que la zona de las chinamperas para su rescate y conservación requiere de acciones que logren hacer conciencia de lo importantes que son las chinampas para la Ciudad de México. Se necesitan tejer redes de apoyo entre consumidores, fundaciones, la comunidad y el gobierno para que de esta manera se definan programas que permitan restaurarlas, regenerar la tierra y de esa manera se produzcan más alimentos que a su vez puedan incentivar a la economía local.

Jardines flotantes de Xochimilco.