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Cómo conseguir un primer empleo o prácticas profesionales

El aspirante ha de tener las ideas claras, investigar el mercado, el sector y las empresas a las que aspira, elaborar un currículum atractivo y ser activo en redes sociales. Un buen 'networking' o red de contactos profesionales puede ayudar a conocer ofertas laborales antes de que se hagan públicas.

Encontrar un primer trabajo, sin contar con experiencia previa, es una fase por la que toda persona pasa y supone un reto. Sentir que no se está preparado o no saber por dónde empezar son las incertidumbres más comunes durante el camino.

"Buscar empleo ya es un trabajo en sí mismo y tenemos que dedicarle tiempo y mimo a este reto", detalla Sara Álvarez, directora de atracción de talento de la compañía de recursos humanos Adecco. "Hemos de investigar los sectores, las compañías y realizar un listado de las que nos parezcan más interesantes y a las que queremos aspirar", aconseja como primer paso la experta. Si el aspirante aún está estudiando, o terminó su carrera recientemente, también puede acudir a su universidad o centro formativo en busca de asesoramiento.

En todo ese proceso, es fundamental:

  1. Mantener actualizado el currículo y perfiles en redes sociales, para reflejar claramente la experiencia hasta el momento, así como los objetivos profesionales. Los expertos coinciden en la importancia de tener las ideas claras y saber transmitirlas.
  2. Una vez hecha la selección de empresas deseadas, se puede rellenar el perfil personal en su página web corporativa, contactar por redes sociales con recursos humanos, y mandar el currículum a dichas personas, adjuntando el motivo del envío:
  • Por qué se desea estar en su compañía.
  • Cuál es la motivación, lo que más atrae del trabajo.
  • Lo que se puede ofrecer.
  • Qué habilidades profesionales pueden ser diferenciales.

"Al inscribirnos en una oferta tenemos que ser conscientes de los requisitos que busca la empresa", advierte la experta. A partir de ahí, se trata de adaptar nuestro currículum a lo que demanda el empleador, destacando todas las habilidades, competencias y fortalezas alineadas con la vacante que ha salido al mercado.

Dónde buscar ese primer empleo

Resulta importante saber los lugares a acudir para buscar ofertas de empleo. Existen multitud de portales de empleo online que publican ofertas de todo tipo. Además, pueden servir para hacerse una idea aproximada del tipo de perfiles que se buscan dentro del sector que interese a cada candidato.

Ejemplos de este tipo de webs son Indeed (directorio que ordena las ofertas por países, palabras claves o empresas), la bolsa de empleo Computrabajo,  Jooble (con mucha presencia en México), Infojobs, Estascontratado.com (especializado en Centroamérica), Empléate.com, que nació en Venezuela, pero tiene presencia en varios países de América Latina, o LinkedIn, una de las redes sociales más conocidas que conecta profesionales y que funciona también para la búsqueda de trabajo.

Además, existe la posibilidad de encontrar ese primer empleo en un país extranjero. Para ello, es necesario estudiar qué país tiene mayor oferta de oportunidades laborales que mejor se adecúen a cada perfil profesional e incluso tener en cuenta la barrera del idioma.

"Hemos visto el potencial de los ingenieros colombianos y las buenas bases formativas que tienen", afirma Diego Gamboa, Chief Technology Officer (CTO) de Mismo, una firma que conecta talento de ingeniería con las ‘startups’ de mayor crecimiento en Silicon Valley y otros lugares de Estados Unidos. Gamboa ofrece la posibilidad de hacer prácticas profesionales en empresas del país norteamericano, remuneradas en dólares, a pasantes colombianos graduados o cursando los últimos semestres de carreras relacionadas con ciencias de la computación y similares.

La importancia del ‘networking’

Un 70% de los trabajos no se anuncia, sino que se cubren mediante el boca-oreja o por recomendaciones, según datos de LHH, multinacional del Grupo Adecco especializada en desarrollo de talento y gestión de carreras. Lo que significa que muchas ofertas se cubren antes de hacerse públicas.

"Siempre recomiendo a los candidatos que amplíen su 'networking", tercia Alejandro Paz, Country Manager en México de la empresa de contratación británica Robert Walters. LinkedIn es quizás la herramienta más útil para entrar en contacto con 'headhunters' o cazadores de talento. "Intenta tener siempre un amigo 'headhunter' en LinkedIn". Además, Walters recomienda interactuar con grupos, abiertos o cerrados, de antiguos alumnos de la universidad, o relacionados con tus sectores de interés. "Trabajar un perfil atractivo en LinkedIn, subir información, ser proactivo", insiste.

"Comenzar con las conexiones existentes", aconsejan los consultores de LHH. Los llamados "lazos fuertes", el círculo más próximo, que se nutre de parientes y amigos, del interesado o de su familia, que ya están trabajando y pueden responder por el interesado. "Las personas que ya conoces son clave en esta etapa; tienen sus propias redes, con las que pueden ponerte en contacto", remachan.

Las nuevas relaciones, por su parte, se denominan "lazos débiles": más nuevos, menos consolidados, pero igualmente esenciales para crear una red rica y diversa que brinde una nueva perspectiva y oportunidades inesperadas. Como explica Mark Granovetter, recientemente galardonado con el Premio Fundación BBVA Fronteras del Conocimiento en Ciencias Sociales, son los conocidos remotos, no nuestras relaciones más cercanas, los que pueden llegar a tener un mayor impacto en algunas ocasiones al abrir nuevas redes y crear oportunidades que no nos ofrece nuestro círculo más próximo.

“Las personas muy cercanas a ti generalmente se conocen entre ellas, y hablan de cosas que tú ya conoces; esto significa que si quieres obtener información nueva, hablar con personas muy próximas no es la mejor manera de hacerlo. Sin embargo aquellos a quienes apenas conoces es más probable que estén en redes diferentes a las tuyas. Estas personas con las que tienes vínculos débiles te conectan con una red más amplia, son tu ventana al mundo. Ahí reside la fuerza de los vínculos débiles”, afirma este catedrático de la Universidad de Stanford, considerado el sociólogo económico más destacado del mundo.

Cada vez que se cambia de trabajo, explica Granovetter, “entras en una nueva red con otras personas que también se mueven, y así las redes se van expandiendo; es un fenómeno comparable a una bola de nieve que desciende por una colina: si cambias de trabajo, tu red se expande; y eso hace más probable que vuelvas a cambiar de trabajo si quieres”.

Los expertos de LHH ofrecen algunas recomendaciones para aprovechar la fuerza de los vínculos débiles:

  • No ser ni insistente ni demasiado impetuoso.
  • Mostrar lo mejor de cada uno, pero sin mentir.
  • Empezar por pedir consejos más que por pedir trabajo. "Es tentador lanzarse directamente a pedir trabajo, pero resulta poco probable que esto conduzca al éxito, ya que ejerce una presión no deseada sobre la otra persona".
  • Mostrar disposición a ayudar a los demás.