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Planeta Medioambiente 05 nov 2025

Los cuatro hábitos más efectivos para reducir la huella de carbono, según el World Resources Institute (WRI)

Evitar el uso del coche particular, disminuir los viajes en avión o instalar paneles solares son, según un informe del WRI, algunos de los comportamientos individuales que tienen un impacto más efectivo en la reducción de gases de efecto invernadero (GEI). Acciones como el compostaje, aunque importantes, reducen menos las emisiones.

 

 

*Fotografía elaborada con inteligencia artificial (Midjourney).

Prescindir del coche tiene un impacto 78 veces mayor que compostar. Este es uno de los datos que se recoge en la investigación ‘El impacto efectivo de los cambios de comportamiento en energía, transporte y alimentación’. En ella se analizan las mejores decisiones que las personas pueden adoptar para reducir su huella de carbono.

El World Resources Institute ha combinado estudios con estimaciones sobre la posible reducción de emisiones si se realizan cambios de comportamiento a nivel individual, con estudios que evalúan la eficacia real de esos hábitos en materia de energía, transporte o alimentación.

Según el WRI, son cuatro los cambios prioritarios que las personas deben poner en marcha para que el impacto en el medioambiente se reduzca:

  • Reducir el uso de vehículos de gasolina, optando por la movilidad en transporte público, bicicleta o coches eléctricos.
  • Disminuir los viajes en avión y moverse en otros transportes como el tren.
  • Reducir el uso de combustibles fósiles en las viviendas y optar por la instalaciones de placas solares para una mejor eficiencia energética del hogar.
  • Reducir el consumo de productos de origen animal (como la carne o los lácteos) y consumir más alimentos vegetales.

Fotografía elaborada con inteligencia artificial (Midjourney).

Otros hábitos que impactan positivamente en el planeta

Existen otros comportamientos que, aunque positivos, el informe recoge como de bajo impacto en comparación con los cuatro cambios mencionados anteriormente. Entre ellos destaca:

  • Realizar compostaje con residuos.
  • Reducir el consumo de alimentos empaquetados.
  • Reducir el desperdicio alimentario.
  • Reducir el consumo de energía en el hogar, optando por ejemplo por cambiar los electrodomésticos por otros más eficientes energéticamente.

El análisis del World Resources Institute señala que los cambios a título individual no pueden lograr la reducción de emisiones a la atmósfera que requiere la crisis climática. La combinación de todos los principales cambios de comportamiento podría, en teoría, reducir las emisiones en 7,2 toneladas de dióxido de carbono (CO2) equivalente por persona al año. En términos teóricos, y según indican, esto compensaría por completo las emisiones per cápita promedio de un ciudadano a nivel global, que fueron de 6,28 toneladas de CO2 equivalente por persona al año en 2021. Sin embargo, las medidas adoptadas por los ciudadanos solo pueden conseguir una reducción del 10%.

Fotografía elaborada con inteligencia artificial (Midjourney).

Cómo pueden ayudar las políticas públicas a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero

Desde el WRI consideran que son necesarias tanto las acciones individuales como el apoyo desde las políticas públicas o la industria con el fin de enfocar los esfuerzos en comportamientos de mayor impacto. En este sentido aconsejan:

  • En el sector de transporte: inversiones en infraestructuras de transporte público y eléctrico junto con subvenciones para bicicletas eléctricas y mejoras en el acceso al transporte público.
  • En el sector energético: ofrecer incentivos económicos que hagan más accesibles la instalación de energía solar en el hogar y las reformas para mejorar la eficiencia energética.
  • En el sector de la alimentación: consideran que la ‘arquitectura de la elección’ (modo en que se presenta una decisión a las personas y cómo esa estructura influye en lo que eligen) es una herramienta muy poderosa. Teniendo en cuenta esto abogan por establecer las comidas basadas en plantas como opción predeterminada en entornos institucionales.

Según el informe, es clave que en todos los ámbitos de comportamiento las políticas apliquen herramientas conductuales más efectivas, en particular la arquitectura de elección y los mecanismos de compromiso, en detrimento de aquellas iniciativas que únicamente se basan en la información y que tienen un menor impacto.