¿Qué es el carbono positivo? Así pueden las empresas ir más allá del carbono neutro
Generar más energía renovable de la que se consume o capturar y almacenar más dióxido de carbono (CO2) del que se lanza a la atmósfera son iniciativas que dan lugar al carbono positivo, una estrategia que para las grandes empresas supone ventajas medioambientales y económicas.

¿Cómo serán las ciudades en 2050? Las historias de ciencia ficción de hace décadas imaginaban coches voladores, autopistas elevadas, rascacielos altísimos y mucha inteligencia artificial. Hoy, a tan solo 25 años de alcanzar esta fecha y con desafíos tan urgentes como el de mitigar el cambio climático, los objetivos son muy diferentes y suelen girar en torno a la sostenibilidad.
Una de las soluciones para hacer las ciudades de 2050 mucho más eficientes es crear distritos de energía positiva. Zonas urbanas que producen su propia energía y que comparten su excedente energético. Es decir, distritos que no son neutros en carbono, sino que van más allá y generan lo que ya se conoce como carbono positivo.
Definición del carbono positivo
Podríamos definir el carbono positivo como aquel resultante de una actividad que no solo reduce y compensa sus emisiones de carbono, sino que además genera un impacto positivo en el balance de carbono global. Esto puede lograrse capturando y almacenando más carbono del que se emite, diseñando productos que ayuden a evitar las emisiones de otras entidades o generando más energía renovable de la que se consume, aportando así un excedente a la red.

“Una forma sencilla de explicar qué es el carbono positivo es asemejarlo con su contrario, la huella de carbono negativa que dejan nuestras actividades en el planeta”, explica Teresa Serrano, directora de comunicación del Grupo Index, empresa constructora de viviendas que generan más energía limpia de la que consumen. “Así, cuando hablamos de carbono positivo, nos referimos al remanente positivo que queda tras nuestras acciones”.
De este modo, el carbono positivo supone dar un paso más allá de la neutralidad de carbono, aquella que se da cuando la cantidad de dióxido de carbono liberado a la atmósfera tras realizar una actividad es la misma que la que se retira por diferentes vías.
Las ventajas del carbono positivo son principalmente económicas y medioambientales, ya que lograrlo fomenta la sostenibilidad, la eficiencia y la reducción de la dependencia de los combustibles fósiles. “Para las grandes empresas, alcanzar el objetivo de compañía carbono positivo supone ventajas como un menor coste de operaciones y una mayor flexibilidad en términos de suministro energético”, señalan desde Carbono positivo, proyecto financiado por la Unión Europea a través de los fondos Next Generation.
Viviendas de carbono positivo
Una de las empresas que ha hecho realidad el carbono positivo es el Grupo Index, principalmente a través del uso de energía solar fotovoltaica y geotérmica, crean casas. “Hasta ahora, las viviendas eran meras consumidoras de energía. En invierno se utilizaba energía para calentarlas y en verano, para enfriarlas, y así conseguir una temperatura confortable. Actualmente, contamos también con viviendas que se quedan en tablas, es decir, son neutras en carbono; y viviendas pasivas, aquellas muy eficientes energéticamente y que reducen los consumos”, explica Serrano. “Con las viviendas GeoSolares hemos dado un paso más hasta lograr el carbono positivo generando más energía limpia de la que consumimos”.
Estas viviendas logran un remanente positivo gracias a la combinación de generación de energías renovables (a través de paneles fotovoltaicos) y la reducción de consumos. Esta reducción se consigue con la mejora de los aislamientos y también al uso de la geotermia. “Las viviendas se benefician de la temperatura que hay en el subsuelo, y que se mantiene prácticamente constante durante todo el año”, comentan desde Index. “En la Comunidad de Madrid, por ejemplo, esta temperatura ronda entre los 19 y 23 ºC. Si conseguimos trasladarla al suelo radiante de tu salón, el consumo que necesita tu vivienda para tener una temperatura confortable tanto verano como en invierno es muy inferior”.
De acuerdo con la propia empresa, la eficiencia energética de este tipo de viviendas puede llevar al ahorro de hasta 69.000 euros y 173.000 kilos de CO2 (lo equivalente a 87 toneladas de carbón quemado o 92 hectáreas de árboles talados) en 30 años. Además, el excedente energético que genera cada vivienda es suficiente para recargar gratis hasta 19 coches eléctricos al año.
“Actualmente hay demanda de este tipo de soluciones. Nosotros consideramos que el futuro tiene que ser sostenible, tanto para el planeta como para la economía doméstica. Una de las primeras preguntas que nos hacen nuestros clientes es qué soluciones de eficiencia energética tenemos. Esto puede ser por concienciación medioambiental, pero también por el interés en reducir la cuantía de las facturas, que en determinados momentos y contextos llega a multiplicarse”, señala Serrano.
De farolas a videollamadas: otras iniciativas de impacto positivo
Existen otras iniciativas más allá de las viviendas o los distritos de energía positiva. El proyecto Carbono Positivo destaca, por ejemplo, el mobiliario urbano solar. Es decir, farolas, señales viales o semáforos que integran sistemas fotovoltaicos que durante el día captan suficiente energía solar como para satisfacer no solo su propia demanda energética, sino también las de otros elementos del espacio urbano.

Otro ejemplo lo encontramos en el carbono positivo de las telecomunicaciones. Carbon Trust, una entidad que colabora con empresas, gobiernos e instituciones financieras para acortar su ruta hacia las cero emisiones, ha llevado a cabo un proyecto con la empresa belga Proximus que persigue también el carbono positivo.
Tal y como explican desde Carbon Trust, el objetivo de Proximus es que las emisiones de carbono que sus clientes evitan al usar sus productos y servicios (como soluciones para realizar videoconferencias) sean superiores a las emisiones de carbono causadas por sus actividades. “Muchas veces, la economía le da la mano a la ecología. Estamos viendo cómo las tecnologías evolucionan, aquellas que nos permiten aprovechar las energías renovables se democratizan y los rendimientos son cada vez mejores. Por ello, esperamos que este tipo de soluciones energéticas que generan carbono positivo puedan implementarse cada vez más en diferentes sectores”, concluye la directora de Comunicación del Grupo Index.