Tipos de riesgos laborales: los seis grandes según la OIT
Un entorno laboral saludable debe controlar los tipos de riesgos laborales definidos por la OIT: químicos, biológicos, físicos, psicosociales, ergonómicos y de radiación.
Imagen de apertura creada con Midjourney (IA)

Un entorno laboral seguro y saludable es un principio y un derecho fundamental en el trabajo. Así lo establece la Organización Internacional del Trabajo (OIT), el organismo de Naciones Unidas que protege y promueve los derechos en el trabajo, que identifica seis grandes riesgos y amenazas:
Clasificación de los tipos de riesgos laborales según la OIT
Según la OIT, existen seis riesgos:
- Químicos
- Biológicos
- Físicos
- Psicosociales
- Ergonómicos
- Radiación
Riesgos químicos: exposición a sustancias peligrosas
Son los riesgos derivados de la exposición a sustancias peligrosas como contaminantes o vapores tóxicos. Afecta a los trabajadores de la industria química y farmacéutica, a los agrícolas y al personal de limpieza. La OIT calcula que más de 1.000 millones de trabajadores de todo el mundo están expuestos cada año a contaminantes, polvos, vapores y humos. Y que más de un millón pierden la vida debido a ello.
Las líneas de actuación son dos, según informa Iván Fernández Suárez, profesor del máster en Prevención de Riesgos Laborales de la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR): sustituir los productos a manipular por otros menos peligrosos, lo que no siempre es posible; y minimizar el tiempo de exposición, mediante procedimientos de seguridad y equipos de protección adecuados a cada riesgo.

El sector químico lidera la prevención ante los riesgos laborales por exposición a contaminantes y vapores tóxicos. Imagen creada con Midjourney (IA)
“El sector químico, por su peligrosidad, ha avanzado un poco más que el resto, y es un referente en protección”, asegura este experto. También lo son Europa, EE. UU. y Australia. “Dentro de Latinoamérica, Chile se encuentra bien posicionada”, añade. “Pero luego, por ejemplo, vemos en las noticias las condiciones de desprotección de los mineros o de las personas que tiñen pieles en países en vías de desarrollo, lo que representa un impacto muy grande para su salud”, lamenta Fernández Suárez.
Riesgos biológicos: enfermedades causadas por bacterias y virus
Son los vinculados con enfermedades producidas por bacterias o virus. “En la pandemia todos hicimos un máster en prevención de riesgos biológicos”, bromea en el tono –no en el fondo– el profesor de la UNIR. Higiene de manos, guantes, mascarilla.... La población general ha conocido los procedimientos estándar del personal sanitario o el que trabaja con animales o residuos.
“Si con el riesgo químico lo mejor es que cinco personas hagan una misma cosa, para reducir los tiempos de exposición individuales, con el biológico es al contrario: mejor poco personal, porque basta con el mínimo contacto para que el patógeno actúe”, sostiene este experto. Por el lado positivo, los patógenos se pueden combatir matándolos mediante medidas higiénicas; yendo por delante de ellos con vacunas; o con medicación que haga frente a la agresión.
Riesgos físicos: seguridad frente a agentes y condiciones del entorno
Son los riesgos susceptibles de causar daños o lesiones debido a agentes físicos, factores o condiciones presentes en el lugar de trabajo. Pueden provocar accidentes inmediatos o enfermedades con el tiempo, por acumulación.
“Cuando un técnico de prevención llega a una empresa, lo primero que mira es que la seguridad sea correcta para que no muera nadie”. Ese ‘safety first’ –la seguridad es lo primero– es el principal axioma de la seguridad en el trabajo, que es una de las cuatro especialidades de la prevención de riesgos laborales en España. Su objetivo es evitar atrapamientos, vuelcos, atropellos (cuando se trabaja con máquinas), caídas o descargas eléctricas.
El exceso de ruido, una iluminación pobre o demasiado fuerte, o las temperaturas extremas son riesgos físicos a juicio de la OIT. Fernández Suárez recuerda que la legislación española fija el máximo de decibelios permitidos en un entorno laboral, así como los luxes recomendados para ejercer una determinada tarea: un cirujano necesita unos 15.000 luxes; un oficinista, unos 500; el paso de una obra, unos 50.
En cuanto al calor, “la normativa fija rangos mínimos y máximos de temperatura en interiores, pero ninguna en exteriores –señala el experto–. A los episodios más extremos de calor debidos al cambio climático se suma que los trabajadores cada vez son más mayores; es una mezcla explosiva. Un total de 2.410 millones de trabajadores se exponen cada año a un calor excesivo”, dice la Organización Internacional del Trabajo.

El ruido, la temperatura y la iluminación son factores clave en los riesgos físicos del entorno laboral. Imagen creada con Midjourney (IA)
Riesgos psicosociales: impacto de la salud mental en el entorno de trabajo
Conocidos también como riesgos para la salud mental, la OIT relaciona los riesgos psicosociales con aspectos del diseño o la gestión del trabajo, incluidas las exigencias y el control, la carga, el ritmo, la cultura organizativa, el desarrollo profesional, las relaciones interpersonales o la conciliación de la vida personal y laboral.
“La salud mental está cobrando una enorme relevancia”, concede Fernández Suárez. Para empezar, porque la depresión, la ansiedad, el síndrome del trabajador quemado o el acoso laboral están detrás de entre el 30 % y el 35 % del absentismo laboral, según sus cálculos. "Del ‘safety first’ estamos pasando al ‘people first’", anuncia.
Riesgos ergonómicos: consecuencias de posturas y movimientos repetitivos
Son los riesgos derivados de la manipulación manual de cargas, las posturas forzadas y los movimientos repetitivos. Aunque, como hace notar el profesor de la UNIR, cada vez se le presta más atención a lo que denomina posturas estáticas. “Ocho horas al día, cuarenta a la semana, sentados delante de un ordenador generan un impacto importante para la salud”, admite.
Línea Prevención, que es el portal web de prevención de riesgos laborales de la Fundación Laboral de la Construcción, ofrece recursos para prevenir, identificar y actuar contra los trastornos musco-esqueléticos –lesiones inflamatorias o degenerativas que afectan a los músculos, huesos, articulaciones, tendones, ligamentos y nervios– causados por los riesgos ergonómicos.
La OIT relaciona directamente los riesgos ergonómicos y psicosociales, considerando que un lugar de trabajo es un sistema en el que los seres humanos interaccionan entre sí y con los demás elementos de su entorno.
Riesgos de radiación: exposición a fuentes ionizantes y no ionizantes
Afectan a todos aquellos que trabajan con elementos radiactivos. “Las radiaciones pueden clasificarse en ionizantes y no ionizantes, según los efectos que producen sobre la materia”, según explica la OIT. Las primeras incluyen los rayos cósmicos, los rayos X y los materiales radiactivos. Las no ionizantes son el calor radiante, las ondas de radio, las microondas, la radiación de terahercios, la luz infrarroja, la luz visible y la luz ultravioleta.
Las radiaciones ionizantes están muy concentradas en los campos de la energía nuclear y la medicina nuclear. Las medidas de seguridad son altas.
En España, el Reglamento sobre protección de la salud contra los riesgos derivados de la exposición a las radiaciones ionizantes –vigente desde 2022– prioriza la limitación de las exposiciones, igual que en los riesgos químicos. “En situaciones de exposición planificada, la suma de las dosis recibidas no superará los límites de dosis establecidos, tanto para la exposición ocupacional como para la de los miembros del público”, asegura el texto normativo. La acumulación de radiación se calcula durante un periodo de 50 años, de 70 años en el caso de los niños.