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Carlos Torres Vila comparte su visión sobre BBVA y la estrategia en 2021

Carlos Torres Vila repasa en una entrevista los principales hitos y lecciones aprendidos de 2020, y ofrece su perspectiva sobre cómo afronta BBVA el nuevo año, en un contexto de incertidumbre sanitaria y económica. “Encaramos 2021 con una fortaleza sin igual para invertir en crecimiento y para aumentar la remuneración al accionista”, declara.

P: El año 2020 ha estado marcado por la crisis del COVID. ¿Qué lecciones hemos aprendido?

R: Pues una gran tragedia, la crisis del COVID. Quizá la mayor lección es la vulnerabilidad, lo vulnerables que somos como sociedad… ante eventos imprevistos de gran magnitud que nos afectan en todo el planeta y que generan y están generando y han generado enorme dolor. Pero también hay otras lecciones más positivas. La respuesta de la sociedad. De todos: de las autoridades, de las empresas, de colectivos como los sanitarios que han estado ahí al frente de la respuesta y creo que también los investigadores. El hecho de que tengamos una vacuna tan poco tiempo después ilustra bien cómo cuando nos juntamos, priorizamos la salud, podemos conseguir también superar esas dificultades tan grandes.

Ahí, el papel de las empresas es importante. Las empresas, desde luego en BBVA hemos dado un paso al frente de manera decidida para hacer frente a esta crisis. Hemos puesto como prioridad absoluta, desde el principio, la salud. La salud de los clientes, la salud de los empleados, de todos los colaboradores, y hemos estado prestando un servicio esencial durante este tiempo tan difícil también nosotros al pie del cañón, nuestros héroes los hemos tenido y los seguimos teniendo. Hemos estado también apoyando de otras maneras, con donaciones, con equipamiento médico… Hemos estado, por supuesto, prestando financiación y aliviando la carga financiera en un momento tan difícil.

Y luego quizá otras lecciones que nos enseña la crisis es… bueno, el acierto de la estrategia de digitalización de BBVA y cómo eso nos ha permitido que esa respuesta haya sido más efectiva. Desde el principio, en la primera ola, 80.000 colaboradores trabajando desde su casa, gracias a la tecnología, quizá en magnitud muy superior a la de otros competidores porque estábamos muy preparados. También con herramientas que han permitido que los clientes hayan podido interactuar con su dinero desde sus propias casas. Hemos visto cómo se ha multiplicado por cinco las visitas a la aplicación móvil, las interacciones con la aplicación móvil. Y también cómo las herramientas de gestión remota han permitido mantener la relación personal de nuestra gente con nuestros clientes.

También ha sido un año donde, a pesar de la complejidad, hemos avanzado en nuestra estrategia. Hemos tenido logros estratégicos muy relevantes que nos colocan en una situación de fortaleza financiera inigualable para afrontar el futuro y para seguir generando valor para nuestros accionistas.

P: ¿Y cómo ves la evolución de esa crisis sanitaria y económica ya a nivel global?

R: Muy incierta, lo primero. Todavía no sabemos qué va a pasar. En lo sanitario… yo con optimismo. La vacuna sin duda es una nota de optimismo, el que veamos que ya tenemos ahí la solución, pero con prudencia por lo incierto que es cuándo esa solución, que viene ya, que está a meses vista, producirá la inmunidad necesaria para volver a la normalidad. Todavía nos falta y ahí quizás lo más importante, es extremar la precaución, el rigor en la aplicación de medidas, la mascarilla en espacios cerrados, las distancias, el ventilar bien… Y más ahora, más ahora que el final ya lo vemos, pues tenemos que tener especial cuidado.

En lo económico, también, mucha incertidumbre. Nuestras previsiones de caída del PIB para el conjunto de las economías, este año, las previsiones del servicio de estudios de BBVA son de una caída del 3% con una recuperación cercana al 5% el año que viene, con un rebote muy relevante en la segunda mitad del año, pero también es verdad que con una situación muy desigual entre regiones. Vemos cómo algunas regiones, como China o como Estados Unidos o como Turquía, van a recuperar los niveles de PIB previos a la crisis, ya en el año 2021, a lo largo del año, en algún momento, mientras que otras zonas, como pueda ser Europa o como pueda ser España mismo o América del Sur, vamos a tener que esperar probablemente hasta el año 2022. El rebote será fuerte en la segunda mitad del 21, pero todavía necesitaremos algunos meses más para recuperar los niveles de actividad previos a la crisis.

P: Y en el caso de España, ¿qué medidas consideras adecuadas para afrontar la recuperación económica y qué lectura haces del plan de recuperación europeo? 

En el caso de España, la caída del PIB es muy fuerte en el año 2020. Nuestro servicio de estudios estima una caída cercana al 11% este año. Y aunque tengamos una recuperación, que sí que creemos que va a ser un rebote importante en la segunda mitad del año 21, es verdad que tardaremos hasta el año 22 en recuperar los niveles previos.

¿Dónde pondría yo el acento? En fomentar la inversión privada porque, a través de inversión privada, podemos generar crecimiento económico, podemos generar empleo, podemos generar bienestar.

¿Cómo fomentar esa inversión privada? Generando confianza. El entorno de confianza es fundamental y eso quiere decir estabilidad institucional, eso quiere decir predictibilidad regulatoria en las normas, en las reglas de juego, en qué es lo que se pueda esperar. Quiere decir también que tengamos un sistema fiscal que no distorsione la toma de decisiones, que sea un sistema fiscal eficiente. Todo eso genera confianza. Además, creo que es muy importante que se mantengan los estímulos por parte de las autoridades. Han funcionado bien en el año 20 y todavía son necesarios tanto los monetarios que han puesto en marcha las autoridades del Banco Central Europeo como los estímulos fiscales que ha puesto en marcha el Gobierno de España. Muy importante también que eso se mantenga. Reformas, necesitamos reformas, que también atraiga inversión. Y esas reformas, el plan está bastante claro, porque además nos lo indica la Unión Europea. Recapitalización de empresas: hemos visto cómo los flujos de caja han caído por las restricciones, sobre todo en algunos sectores que se han visto muy restringidos en su actividad, los sectores turísticos es un caso claro. Y las empresas, no solo en ese sector, en todos, han visto cómo han caído sus ingresos y, por tanto, sus flujos de caja. Han tenido que endeudarse y ahora tienen un endeudamiento excesivo. ¿Cómo recapitalizamos empresas? Bueno, lo ideal sería tener incentivos para que entre capital privado en esas empresas. Ese sería, en resumen, las recetas que yo pondría encima de la mesa. Quizá me ha faltado una quinta cosa, que son incentivos adecuados. Incentivos adecuados, no solo a la recapitalización; incentivos a que haya inversión adicional.

Y eso liga bien con los fondos europeos porque, en un primer momento, el foco de los fondos europeos se ha puesto en grandes proyectos de infraestructuras públicas o de iniciativa privada, pero en grandes proyectos, y quizá yo pondría más foco, no tanto en eso como en que se fijen los grandes objetivos por los poderes públicos, eso está clarísimo. ¿Qué grandes objetivos? Sostenibilidad, lucha contra el cambio climático, inclusión social, claramente son dos ejes muy relevantes. Digitalización. Modernicemos la economía española hacia la economía del dato, la economía digital. Y una vez marcados esos grandes objetivos, con métricas que podemos fijar, que pueden fijar los poderes públicos de qué se quiere conseguir en esos frentes, que sean programas de más amplio espectro, no tanto dirigidos a una empresa o a un actor concreto sino de amplio espectro, que lleguen a la pequeña y a la mediana empresa y a los autónomos o a las familias o a las viviendas unifamiliares o a las viviendas multifamiliares que tengan que hacer rehabilitación de viviendas, bueno, lo que sea, que lleguen capilarmente, granularmente, hasta los actores económicos con los incentivos adecuados para que pongan también de su parte, y que podamos amplificar dinero público con dinero privado.

En definitiva, que descanse mucho el uso de los fondos en la iniciativa privada que es la que se demuestra que puede tener más criterios sobre qué proyectos tienen más sentido y qué proyectos tienen menos. Siempre con esquemas transparentes, ágiles, competitivos en la asignación de recursos, muy importante para hacer un buen uso de esos fondos de tan importante magnitud.

P: ¿Y qué papel puede jugar el sector financiero en todo este proceso?

R: Podemos ayudar a que los fondos lleguen mejor. Podemos aprovechar la capacidad que tenemos, la capilaridad y la llegada para canalizar los fondos y, en el camino, los podemos amplificar además con financiación, que podemos aportar nosotros adelantando, por ejemplo, parte de los fondos o añadiendo inversión privada. En el fondo, es lo mismo que decía antes: la inversión privada. Nosotros podemos amplificar los fondos públicos con nuestra capacidad financiera. También podemos apoyar en el análisis de los propios proyectos y en la tramitación que sea necesaria para llegar capilarmente a todos los agentes económicos, a las pequeñas empresas, a fincas, a edificios que se puedan rehabilitar. Nuestra capacidad comercial puede ser muy importante. Estamos trabajando, de hecho, con autoridades aquí en España, en productos, soluciones, que permitan que esto sea así, para que algunos programas, como pueda ser la rehabilitación de vivienda, sean canalizados a través del sector financiero.

P: Y volviendo a BBVA, ¿cómo valorarías el desempeño del banco en este año 2020, que ya acaba?

R: Con enorme orgullo. Ha sido un año muy difícil, con muchas emociones y la respuesta del banco ha sido increíble. Poniendo primero el acento en la salud, en la salud de nuestra gente, en la salud de nuestros clientes, en la salud de la sociedad y apoyando más allá de lo que era nuestro negocio. Luego, también dando soluciones financieras, aliviando la carga, financiando… También participando en los programas públicos de financiación, que han sido muy efectivos, como, por ejemplo, las líneas ICO en el caso de España, y en otros países, pues, hemos tenido programas similares donde también hemos tenido una participación muy activa, prestando el servicio. Bueno, todo eso han sido grandes logros.

Ha sido un año muy difícil, con muchas emociones y la respuesta del banco ha sido increíble. Poniendo primero el acento en la salud

Desde un punto de vista estratégico, ha sido un año de reafirmar nuestras prioridades. Hemos visto cómo las prioridades que habíamos marcado en nuestra estrategia en torno a la digitalización han sido una ventaja, pero también, el camino que seguimos a futuro en torno a la salud financiera, en torno a sostenibilidad, pues también se ha visto que son tendencias que van por el buen camino. Y luego, ha sido un año de logros estratégicos relevantes que nos colocan en una situación inigualable de fortaleza financiera para hacer frente al año 2021 y retribuir a nuestros accionistas.

P: Hablamos antes de fortaleza. Entiendo que fortaleza está relacionada con la venta de la filial en Estados Unidos. ¿Por qué se toma la decisión y qué pretende hacer BBVA con el capital generado con esta venta? ¿Se va a poder remunerar al accionista tras la última recomendación del Banco Central Europeo?

R: La venta de nuestra franquicia en Estados Unidos es una transacción histórica. Para BBVA, es una transacción que aflora un enorme valor. Hemos vendido esa filial por un importe cercano a los 10.000 mil millones de euros. Importe que supera en más de dos veces y media el valor que le asignan los analistas al banco allí. Y eso ha generado, ha aflorado, miles de millones de euros de valor adicional que nos coloca en una posición de fortaleza financiera inigualable, desde luego, en Europa. Ha generado 8.500 millones de euros de capital adicional. Y ese capital, esa posición de fortaleza, nos coloca muy bien para afrontar las dificultades que puedan seguir viniendo, nos coloca en muy buena posición también para invertir de forma rentable en los mercados donde tenemos liderazgo y nos coloca en una situación inigualable también para incrementar la retribución a nuestros accionistas. En el fondo, es una operación que demuestra el compromiso de BBVA con la generación de valor para los accionistas.

Respecto a la remuneración y el Banco Central Europeo, es muy buena noticia la reciente actualización de su recomendación en torno a los dividendos. Es muy buena noticia porque normaliza, en principio a partir del año 2021, a partir del mes de septiembre de 2021 en concreto, normaliza la política de dividendos de los bancos europeos, algo muy necesario. En el caso de BBVA, además, ya dijimos cuando anunciamos la operación de venta de Estados Unidos, que contemplábamos como una opción muy interesante, adicional a la de los dividendos, una recompra relevante de acciones. Y eso sigue siendo así a los precios actuales de nuestra acción, como una alternativa muy interesante de remuneración, de retribución al accionista.

P: Retomando lo que acabas de decir, has comentado que también os da opcionalidad para invertir de manera rentable en vuestros mercados, ¿por qué no ha salido adelante la operación del Sabadell y pensáis invertir más en Turquía?

R: La operación de Sabadell era un buen ejemplo de inversión en mercados donde tenemos liderazgo y donde podemos generar valor al accionista. No ha salido adelante, porque no hemos llegado a un acuerdo en los términos económicos. Y aquí, vuelvo a repetir, nuestra guía siempre es el generar valor para el accionista.

Respecto a Turquía, la posición que tenemos ahora en el banco, en Garanti, es una posición que nos permite el control, nos permite la gestión del banco y no contemplamos ningún cambio.

P: A principios de año, 2020, BBVA renovó sus prioridades estratégicas y, poco después, llegó la pandemia. ¿Cómo cambia la estrategia de BBVA en un mundo post-COVID?

R:

Creo que lo primero, ya he comentado antes, la pandemia nos ha enseñado cómo fue muy acertada la estrategia de digitalización temprana de BBVA. Pusimos mucho foco desde el principio en la digitalización, hace ya bastantes años, y hemos visto cómo hemos podido utilizar todos los desarrollos para estar cerca del cliente, dándole soluciones, permitiéndoles la relación con su dinero, la gestión remota por parte de nuestros banqueros, etc. Y eso en sí mismo refrenda lo correcto de nuestra estrategia.

También, mirando hacia el futuro, creo que lo que ha pasado refrenda que el foco que hemos puesto en dos grandes temas, pues, es muy acertado, que son los dos pilares de nuestra estrategia en cuanto al valor añadido que queremos dar a nuestros clientes: uno es la salud financiera, otro es la sostenibilidad. Salud financiera, ¿qué queremos decir con eso? Queremos acompañar a nuestros clientes en la toma de decisiones financieras, queremos ayudarles a tener una mejor gestión día a día, un mejor control, más fácil, más sencillo, más encima de sus finanzas, y ya hemos avanzado bastante. Tenemos muchas herramientas que permiten a nuestros clientes gestionar su dinero de una manera más sencilla y tomar mejores decisiones. El impacto que todo eso puede tener es enorme. Lo hemos visto también en la pandemia. Casi un 40% de nuestros clientes digitales utilizan algunas de las herramientas de gestión de salud financiera que tenemos y que hemos puesto a su disposición. Entonces, seguiremos avanzando por ese camino, aprovechando también los datos y la tecnología para ofrecer mejores soluciones y permitir que las personas, las empresas, tomen mejores decisiones con su dinero. Ese es un gran eje en el que veníamos trabajando. Se refrenda su importancia. Seguiremos trabajando.

 Hemos visto cómo lo que ha pasado refrenda lo acertado de esos dos pilares de salud financiera y de sostenibilidad

El otro gran eje es la sostenibilidad. Tiene muchas dimensiones. Una muy importante es el cambio climático. El cambio climático es una de las mayores disrupciones de la historia, desde luego, de la historia de la humanidad y de la historia de los negocios. Y, entonces, nuestro afán ahí es ayudar a nuestros clientes -empresa a transicionar, a nuestros clientes particulares, a contribuir con su comportamiento a reducir el impacto del cambio climático desde ya, porque también es urgente que todos nos pongamos a ello. Y luego la dimensión de nuestro propio impacto, que no es menor. Es decir, nosotros en BBVA podemos hacer mucho, no solo para acompañar a los clientes, sino para financiar esa transición. Estamos movilizando decenas de miles de millones de euros todos los años. Tenemos un compromiso muy potente el año 2025, de 100.000 millones de euros movilizados. Y vamos a superarlo con creces, ese compromiso. Tenemos también una gestión muy activa de nuestro impacto directo. Somos ya neutros en emisiones de CO2 directas desde ya, desde el año 2020. Hemos establecido, por ejemplo, un precio interno del carbono entre nuestras unidades de negocio para que sean todas conscientes del coste de la externalidad, del coste que tiene esa emisión. Y, bueno, por ese camino seguiremos.

En definitiva, ha sido un año donde hemos avanzado a pesar de las dificultades en nuestra estrategia y hemos visto cómo lo que ha pasado refrenda lo acertado de esos dos pilares de salud financiera y de sostenibilidad.

P: Pues ya para finalizar, solo quisiera hacerte una última pregunta. ¿Qué le pides al 2021?

R: Le pido, en primer lugar, que la vacuna sea efectiva, porque si la vacuna es efectiva, significará que el año 2021 es el año en el que dejamos atrás la pandemia y en el que podemos iniciar la recuperación económica.

En lo que respecta a BBVA, le pido que el paso al frente que hemos dado en el año 2020 lo continuemos en el año 2021, sobre todo, para que podamos seguir ayudando a nuestros clientes en esta fase de recuperación y encaramos el año 2021 en una situación privilegiada para hacer eso, por la fortaleza financiera que tenemos, sin igual, que nos permitirá invertir en el crecimiento, en la recuperación, y que nos permitirá incrementar la remuneración al accionista.

P: Muchas gracias, Carlos, por tu tiempo.

R: Muchas gracias a vosotros y, ¡felices fiestas!