Así dinamiza el sector del aceite de oliva de la economía
El cultivo del olivar y la producción y distribución del aceite de oliva son pilares del sector agroalimentario y motor de la economía en países como España. Así, el sector del aceite de oliva, donde se unen prácticas tradicionales centenarias e innovación agrícola, activa la economía a nivel local, nacional e internacional.
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La producción española de aceite de oliva supone el 70 % del total de la Unión Europea y el 45 % a nivel mundial, según datos del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. Este volumen de producción no solo se traduce en valor económico. El sector también tiene un gran impacto social, ambiental y territorial, generando decenas de miles de puestos de trabajo en el campo y en la industria. Los últimos datos del Consejo Oleícola Internacional sobre el mercado mundial del aceite de oliva indican que España encabeza el listado de países productores, seguido de Turquía, Túnez, Grecia e Italia.
De acuerdo con los datos publicados por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, en España hay 2,83 millones de hectáreas dedicadas al cultivo del olivo. Aunque el sector está presente en la mayoría de comunidades autónomas, Andalucía es –con diferencia–la que acumula la mayor parte de la producción (alrededor del 80 %), siendo Jaén la provincia más destacada con un 37 % del total. En todo el país, más de 350.000 agricultores se dedican al cultivo del olivar y, a nivel industrial, el sector mantiene unos 15.000 empleos directos.
El impacto socioeconómico del aceite de oliva a nivel local
“El aceite de oliva puede ser de gran valor para la economía local: genera empleo directo y estable en la población, tanto en el campo como en la almazara, crea una cadena de valor extendida con talleres, transportes o empresas de envases y etiquetado, abre nuevas oportunidades de negocio a través del oleoturismo y la gastronomía, y fija la población en el territorio, ayudando a mantener la tradición y generando inversión en servicios locales”, explica Susana Romera, directora técnica de la Escuela Superior del Aceite de Oliva (ESAO). “En conjunto, el olivar multiplica cada euro producido, convirtiéndose en motor de empleo, emprendimiento y desarrollo rural sostenible”.
Los procesos de transformación y distribución del aceite son la actividad económica principal de muchos municipios. “Si comparamos un pueblo medio de Andalucía con olivar y producción de aceite y otro sin él, vemos diferencias claras”, señala Susana Romera. “Los pueblos con presencia del sector del aceite generan puestos de trabajo estables e ingresos recurrentes, mientras los demás dependen de servicios básicos y de empleo externo. El empleo agrícola ayuda a fijar población joven y a atraer a emprendedores, y el sector del aceite, además, refuerza las infraestructuras, impulsa toda una actividad económica indirecta, genera una fuerte identidad local y mantiene las tradiciones”.
Las grandes cifras del aceite en la economía nacional e internacional
El sector del aceite de oliva español es el principal actor de este mercado a nivel internacional. Alrededor del 65 % de lo que se produce en el país acaba exportándose a prácticamente todos los países del globo. Según el último Boletín de comercio exterior de aceite de oliva, correspondiente a la campaña 2023/2024, se exportaron más de 270.000 toneladas de aceite, siendo Italia, EE. UU., Francia y Portugal los principales mercados importadores. Aunque también se importa aceite de otros países, en la última década España ha mantenido una balanza comercial positiva, vendiendo bastante más cantidad de la que compra.
“El aceite de oliva tiene un impacto claro en la economía nacional, tanto en la balanza comercial, con más de 3.000 millones de euros de superávit anual gracias a las exportaciones de aceite, como en el empleo directo e indirecto y el impulso de la innovación y el desarrollo”, subraya la directora de ESAO. “A nivel internacional, el impacto también es evidente: España es el primer productor y exportador a nivel mundial. Además, no solo se exporta aceite, sino también ‘know-how’, como tecnologías de almazara, se atrae inversión extranjera, se diversifican mercados y se promocionan los valores de la dieta mediterránea”.
El papel de los distribuidores de aceite
Para Susana Romera, “los distribuidores de aceite de oliva son la bisagra entre el campo y el consumidor final y su peso económico se aprecia tanto por los ingresos que generan como por el papel estratégico que desempeñan”. Según la experta, los distribuidores:
- Canalizan la mayor parte del aceite que sale de las almazaras hacia supermercados, hostelería y exportación.
- Generan empleo directo en envasado, logística, control de calidad y marketing.
- Estabilizan precios y contribuyen a la planificación de las campañas.
- Mantienen los canales que más aceite mueven hacia los mercados exteriores.
- Abren nuevos mercados, adaptando envases, normativas y mensajes al contexto local.
- Construyen marca y promueven la innovación en ‘packaging’ sostenible, formatos monodosis o nuevas mezclas varietales.
“Los grandes distribuidores aportan financiación al eslabón productor, acercan el aceite de oliva a nuevos consumidores y sostienen toda una red de empleo, logística e innovación que va mucho más allá de mover botellas de un punto a otro. Sin ellos, el aceite perdería visibilidad y capacidad de expansión global”, asegura Romera.
Perspectivas de futuro para el aceite de oliva
La producción de aceite de oliva a nivel mundial se ha triplicado en los últimos 60 años, según el Consejo Oleícola Internacional, acompañando a un gran crecimiento de la demanda que, en los últimos años, se ha ido moderando (aunque mantiene la tendencia positiva). Este crecimiento también ha abierto las puertas a nuevos productores, como Chile, EE. UU. o Australia, lo que ha provocado una mayor competitividad a nivel precios que se ha encontrado de lleno con las tensiones que genera la volatilidad climática en la producción.
“Los olivicultores que inviertan en riego eficiente, agricultura regenerativa y variedades adaptadas al cambio climático tendrán ventaja. Además, la digitalización, la trazabilidad y la sostenibilidad han dejado de ser opcionales para convertirse en requisitos de acceso a las grandes cadenas y a la exportación”, subraya la directora técnica de la Escuela Superior del Aceite de Oliva (ESAO). “En conjunto, el sector presenta buenas perspectivas, pero exigirá profesionalización, formación, innovación comercial y una narrativa de marca sólida para capturar el valor que el mercado global está dispuesto a pagar”.
En este sentido, la experta señala que los mayores retos del sector del aceite de oliva son el alza de los costes de producción, derivada del aumento de los precios del agua, la energía y los productos fitosanitarios, la volatilidad del precio final de venta, el impacto del cambio climático (tanto a nivel de producción como a nivel de regulaciones cada vez más exigentes), la necesidad de diferenciar el producto y resaltar sus valores añadidos y la necesidad de trabajar de forma conjunta para hacer frente a estos desafíos.
“El sector debe producir mejor y vender mejor y esto se logra aumentando su formación y su profesionalización, invirtiendo en eficiencia agronómica, construyendo marcas sólidas que comuniquen origen y calidad y diversificando canales”, concluye Romera. Equilibrar los costes, el clima, la formación, el mercado y la marca es el reto decisivo para la próxima década.
Preguntas frecuentes sobre el sector del aceite de oliva
¿Por qué el sector del aceite de oliva es clave para la economía?
Porque genera empleo rural, impulsa las exportaciones y sostiene una amplia cadena de valor agroindustrial.
¿Qué papel tiene España en el mercado mundial del aceite?
España es el principal productor y exportador de aceite de oliva a nivel mundial.
¿Cómo contribuye el aceite de oliva al desarrollo rural?
Fija población, crea empleo estable y dinamiza actividades económicas indirectas.
¿Cuáles son los principales retos del sector oleícola?
El cambio climático, el aumento de costes y la necesidad de diferenciar el producto.