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Exclusión social: la cultura puede ayudar a frenarla

Teatro, música, talleres, bibliotecas… cualquier disciplina, formato o espacio vinculado con la cultura se puede convertir en una herramienta eficaz frente a la exclusión social. A través de iniciativas en México, Colombia, Perú, Argentina y España, se muestra el poder del acceso a la cultura para fomentar la inclusión.

‘La Tarara’ son muchas cosas. Es una mujer que se pasea por los olivares bailando. Es libertad y un vestido lleno de volantes y de cascabeles, un poema de Federico García Lorca y una canción infantil popular de origen incierto. Y es, también, una obra de teatro que aborda la salud mental y la igualdad de género. Todas estas ‘tararas’ (y probablemente alguna más) se transformaron en herramientas contra la exclusión social cuando el grupo español de teatro comunitario Zenbatu se subió al escenario el año pasado para representar la obra.

Este grupo de teatro nació hace poco más de 10 años en Bilbao (España) como vehículo para promover la integración y el empoderamiento de personas en riesgo de exclusión dentro de la organización Bizitegi (fundada en el barrio de Otxarkoaga en Bilbao, en el año 1980). El grupo Zenbatu está conformado por personas usuarias de la organización, vecinos, voluntarios, personas en prácticas y profesionales. Es también uno de los muchos ejemplos de cómo la cultura puede ser una herramienta poderosa frente a la exclusión social. Como tal, fue premiado en 2023 por la Red Europea de Lucha contra la Pobreza y la Exclusión Social en el Estado Español (EAPN-ES).

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Exclusión social: la cultura puede ayudar a frenarla

“En un momento en que mi salud mental era bastante inestable, porque estaba atravesando un duelo por un familiar fallecido, aparece la oportunidad de participar en el grupo. Me sirvió para conseguir estabilidad. Fue terapéutico para mí”, explica Piedi, una de las voluntarias, en un breve documental de la organización Bizitegi. “Yo venía de una vida muy contaminada, de vivir en la calle, y el teatro fue un punto de inflexión, una motivación que me ayudó desde el principio, que me abrió el corazón. Me sirvió para salir adelante y para ayudar a otras personas a salir adelante”, añade Ritxar, otro de los participantes.

“El acceso a la cultura de las personas en situación de exclusión es hablar, primero, de dignidad. Cuando vives una vida de emergencia, lo bello se queda a un lado, por eso estas experiencias son tan importantes”, explica Ruth Caravantes, responsable de incidencia en EAPN-ES. “Además, el mundo del arte y de la cultura tiene una capacidad muy fuerte de transformar la sociedad y de visibilizar realidades y circunstancias que muchas veces están ocultas”.

Como el grupo Zenbatu, los proyectos culturales y artísticos para luchar contra la exclusión social se multiplican por el mundo. De la larga trayectoria musical de la Fundación Batuta de Colombia a los talleres inclusivos de los barrios de Buenos Aires y de los parques culturales de Perú hasta el teatro para la inclusión de México, repasamos casos reales que ayudan a frenar la exclusión desde el mundo de la cultura.

La cultura frente a la exclusión social

“La exclusión social no solo priva a las personas del acceso a recursos materiales, sino también del acceso a derechos y a oportunidades esenciales. Uno no se encuentra de un día para otro en situación de exclusión, más bien se va encontrado baches para los que no hay una respuesta comunitaria y social y que afectan al bienestar, a la salud, a la capacidad de planificar la vida o las relaciones sociales”, señala Caravantes.

“Además, es importante tener en cuenta el factor de la transmisión intergeneracional. Si tú provienes de una familia que ha estado en situación de pobreza y exclusión social, es muy difícil salir de ello sin ayuda”, añade. Ante este escenario, la cultura, como la educación, son herramientas de gran potencial transformador. Y estos cinco ejemplos lo demuestran.

Fundación Batuta: música frente a la vulnerabilidad en Colombia

“La música es una herramienta para forjar seres humanos íntegros, con capacidad de acción y decisión sobre su proyecto de vida y corresponsables del bienestar y la armonía de sus familias, sus comunidades y su entorno”. Ese es el principio que guía la labor de la Fundación Batuta, una organización que lleva más de 30 años contribuyendo al desarrollo y a la mejora de la calidad de vida de niños, niñas, adolescentes y jóvenes en zonas vulnerables de Colombia a través de la formación musical.

Los integrantes de Batuta trabajan a nivel local, impulsando proyectos de formación, orquestas y corales infantiles y oportunidades musicales para los jóvenes colombianos. La fundación entiende que la música es una vía de dignificación y de movilidad social ascendente para personas que tienen pocas oportunidades (o ninguna) al crecer en contextos de exclusión, marcados en el caso de Colombia tanto por motivos estructurales como por las consecuencias del conflicto armado.

Exclusión social: la cultura puede ayudar a frenarla

CREAR: un programa cultural para los barrios de Buenos Aires

CREAR es uno de los proyectos de mayor éxito y duración de la ciudad de Buenos Aires (Argentina), un proyecto que promueve la inclusión social a través de una variada oferta cultural que llega a los puntos más vulnerables de la capital argentina. En él colaboran instituciones estatales y entidades privadas y de sociedad civil que trabajan en varias comunas y barrios de la ciudad ofreciendo talleres para mujeres y jóvenes en hogares y refugios, impulsando actividades con perspectiva de género y promoviendo la inclusión cultural para personas con distintas discapacidades.

Tras más de 20 años en funcionamiento, CREAR está hoy presente en 33 espacios, distribuidos en 16 barrios y 11 comunas. El proyecto ofrece más de 60 actividades culturales por semana, entre las que hay teatro, circo, música o pintura. Esta iniciativa entiende que la cultura puede servir como puente e instrumento de cohesión social, ya que consigue integrar las diversas expresiones sociales que componen cada comunidad y construye una nueva identidad que las incluye a todos.

La Odisea: teatro para todos en México

Aunque apenas cuenta con tres años de vida, el grupo Escena Abierta Teatro Inclusivo de México tiene las ideas claras: quieren crear un ambiente de constante aprendizaje y exploración artística para menores de edad con diversidad funcional. A través de diferentes talleres y clases adaptadas a las necesidades de cada grupo, buscan estimular las habilidades de los participantes con los elementos y herramientas que brinda el teatro como disciplina artística.

El año pasado, de la mano del Centro Nacional de las Artes (CENART), llevaron a escena ‘La odisea de hacer #teatroparatodos’, una obra inspirada en la épica aventura de la ‘Odisea’ de Homero en la que participaron más de 40 jóvenes actores con discapacidad intelectual, acompañados por actores invitados.

Parques para promover la inclusión cultural en Perú

La rápida expansión urbana experimentada en Perú (y en buena parte del planeta) en las últimas décadas ha venido acompañada de multitud de nuevos problemas de exclusión social, inseguridad y segregación espacial. Para superar las barreras invisibles que han surgido en sus ciudades, Perú ha tenido una idea: los Parques Culturales Bicentenario. El proyecto, en desarrollo desde el año pasado, persigue construir 26 espacios culturales y medioambientales en las zonas urbanas del país con mayores problemas para acceder a la cultura y a entornos verdes.

Aunque cada parque será único, todos contarán con los mismos componentes: un área ecológica de conexión con la naturaleza, una explanada cultural para eventos artísticos y culturales masivos, un centro de recursos para la ciudadanía que incluye un espacio de exposiciones y un laboratorio, una biblioteca con recursos abiertos para todo tipo de públicos y un centro cultural para impulsar el desarrollo creativo y la identidad de la comunidad a través de diferentes actividades culturales.

Exclusión social: la cultura puede ayudar a frenarla

Xamfrà: música y escena en el Raval de Barcelona

Desde que fue creado por la Fundación L’ARC Música en 2004, el proyecto Xamfrà busca construir un espacio de encuentro en el que garantizar el derecho universal a la práctica artística. Lo hace desde el Raval, un barrio histórico de la ciudad de Barcelona (España) en el que conviven personas de infinidad de culturas diferentes y una buena parte de la población vive en situación de vulnerabilidad.

A través de las artes escénicas y la música, Xamfrà desarrolla una labor socioeducativa en la que todo el mundo tiene cabida y en la que cada persona es una parte importante del proceso colectivo. Para ello colabora también con otras entidades sociales del territorio barcelonés que trabajan con personas o colectivos en situación de riesgo de exclusión social, como el Centro Abierto Joan Salvador Gavina, AEIRaval, el Casal infantil Drassanes, el Casal dels Infants o Càritas Diocesana.

“Promover el acceso a la cultura de forma universal hace que cada cual pueda elegir aquella herramienta con la que puede desarrollar esa relación tan íntima que llegamos a crear con la música, la pintura o el teatro”, concluye Ruth Caravantes. “Las herramientas culturales muchas veces se piensan como algo para la juventud, y es verdad que son muy potentes con este grupo. Pero en realidad también tienen una gran fuerza con adultos y con personas de la tercera edad que viven en situación de exclusión social”.