FOAK: qué es un proyecto ‘first-of-a-kind’ en ‘cleantech’
‘First-of-a-kind’ (FOAK) es un término utilizado a nivel tecnológico y que se refiere a la implementación por primera vez de una ’cleantech’ o tecnología limpia en condiciones reales y a escala comercial. Estos proyectos marcan el paso entre el desarrollo experimental y la adopción en el mercado y son fundamentales para impulsar la transición energética y avanzar en la descarbonización.

Ejemplos como la primera planta fotovoltaica, el primer sistema de aerotermia o la primera fábrica de coches eléctricos —hoy tecnologías comunes— alguna vez fueron pioneros disruptivos.
En plena revolución ‘cleantech’, los proyectos FOAK son cada vez más frecuentes. Por ejemplo, en Suecia, SSAB construye una de las primeras fábricas de acero verde del mundo, con cero emisiones de gases de efecto invernadero (GEI). En Islandia, Climeworks opera desde 2021 Orca, la primera gran instalación para capturar dióxido de carbono (CO₂) directamente del aire y almacenarlo.
Estas iniciativas permiten validar tecnologías prometedoras en contextos reales, actuando como referencia para futuras inversiones e iniciativas similares. Su valor radica no solo en la innovación técnica, sino también en su capacidad para sentar precedentes regulatorios, industriales y financieros.

Importancia de los proyectos FOAK en la transición energética
El término FOAK no es exclusivo del ámbito ‘cleantech’; también se utiliza en ingeniería económica, donde se combinan principios técnicos y financieros. “Los proyectos ‘first-of-a-kind’ se refieren a la implementación de tecnologías innovadoras a una escala comercial significativa con el objetivo de demostrar la viabilidad de dichas tecnologías y avanzar desde el prototipo hasta la escala industrial”, explica Bianca Dragomir, directora de Cleantech for Iberia.
Según Dragomir, los proyectos FOAK son clave. Abordan el problema de escalabilidad en las tecnologías necesarias para descarbonizar la economía e impulsar la transición energética. “Es precisamente en esta fase donde Europa se queda atrás frente a otros competidores: generamos el 27 % de las patentes de ‘cleantech’ a nivel mundial, pero solo el 7 % de los productos que llegan al mercado”, añade Dragomir.
Europa genera el 27 % de las patentes de 'cleantech' a nivel mundial
FOAK vs. NOAK: diferencias clave en tecnologías limpias
En el contexto de la innovación tecnológica, además de FOAK también hay proyectos NOAK o ‘nth-of-a-kind’. Ambos términos describen diferentes etapas de implementación y adopción de una tecnología. Los proyectos FOAK, como acabamos de ver, son la primera implementación a gran escala de una tecnología innovadora, mientras que los NOAK se refieren a la implementación de una tecnología cuya viabilidad a gran escala se ha demostrado ya en varias ocasiones. Es decir, mientras FOAK hace referencia al proyecto pionero, NOAK recoge aquellos proyectos que, si bien siguen siendo innovadores y disruptivos, trabajan con tecnologías y enfoques algo más contrastados y validados en pilotos anteriores
Para empezar a construir su planta de acero verde en Suecia, SSAB tuvo que asegurarse una financiación cercana a los 4.500 millones de euros. Para la construcción y la operación de su planta de captura de carbono en Islandia, Climeworks ha logrado hasta ahora 850 millones de euros. Los proyectos industriales con tecnologías disruptivas requieren grandes inversiones. También tienen riesgos elevados en el mercado, la ejecución y la tecnología. Aunque estas tecnologías ya se hayan probado en un laboratorio o en plantas piloto pequeñas, su funcionamiento y rentabilidad a gran escala aún se desconocen.
Principales desafíos financieros y regulatorios de los FOAK
“El principal desafío que enfrentan los proyectos FOAK es la inversión y la aversión al riesgo”, señala Bianca Dragomir. “Son proyectos grandes y arriesgados para los inversores de capital riesgo, que suelen buscar rentabilidades en un horizonte de 5 a 10 años, esperando recuperar su inversión mediante una oferta pública inicial (IPO) o una adquisición. Sin embargo, esta expectativa de rentabilidad no se corresponde con el ciclo de vida del desarrollo de infraestructura, que abarca entre 10 y 20 años”.
Para la directora de Cleantech for Iberia, ambos desafíos se pueden solventar con apoyo público. Implementar planes de apoyo sólidos y mecanismos de reducción de riesgos puede aumentar la confianza del sector privado. Estas acciones pueden ser clave para impulsar tecnologías consideradas estratégicas. “Más concretamente, creo que se deberían aprovechar las garantías públicas, los incentivos y los mecanismos de financiación mixta para reducir los riesgos y los costes de los préstamos”, detalla Dragomir.
Además, hay otras medidas que pueden tomarse para estimular que el desarrollo de las tecnologías limpias alcance el momento FOAK. Impulsar contratos públicos con criterios climáticos, agilizar la concesión de permisos para activos ‘first-of-a-kind’ (sobre todo, si no existen antecedentes en ningún mercado) y reducir las incertidumbres normativas y políticas puede mejorar la viabilidad y atraer inversión, según la experta.
Los FOAK representan un paso decisivo para adoptar tecnologías limpias e innovadoras. A pesar de sus desafíos financieros, técnicos y regulatorios, impulsarlos es clave para acelerar la descarbonización de la economía y mitigar el cambio climático. Convertir el acero verde o la captura de CO2 en tecnologías tan comunes como una planta fotovoltaica o un coche eléctrico requiere una colaboración estrecha entre el sector público y el privado.