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Frutas ecológicas: qué son, cómo reconocerlas y cuáles son sus beneficios

Las frutas ecológicas son aquellas que han sido cultivadas siguiendo los principios de la agricultura ecológica, que prioriza los procesos naturales y evita el uso de productos químicos como pesticidas o fertilizantes artificiales. Para distinguirlas en tiendas de alimentación y supermercados hay que fijarse en las certificaciones.

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Los pasillos de los supermercados se han llenado de carteles y etiquetas que hacen destacar los alimentos ecológicos por encima de todos los demás. Entre las estanterías de manzanas, peras, plátanos y otras muchas frutas, aquellas piezas catalogadas como ecológicas se diferencian claramente del resto a pesar de que, a simple vista, no parecen distinguirse. O, incluso, podrían aparecer como “menos perfectas”.

La diferencia entre la fruta ecológica y la convencional no está en su aspecto, sino en la forma en que se cultiva. Como su propio nombre indica, es aquella que proviene de los cultivos ecológicos. Estos son aquellos en los que se utilizan métodos más respetuosos con el suelo y la biodiversidad. En ellos se hace un uso responsable de la energía y de los recursos naturales, se optimiza el uso del agua y se apuesta por técnicas que mejoren la fertilidad del suelo.

Al evitar el uso de productos químicos como pesticidas o fertilizantes artificiales, también se respeta la salud de las personas que cultivan estas tierras. Además, las normas de la agricultura ecológica persiguen un alto nivel de bienestar animal.

Cómo distinguir las frutas ecológicas de las convencionales

Basta con darse una vuelta por los supermercados o tiendas de alimentación para comprobar que, sin los carteles que tanto llaman nuestra atención, no podríamos señalar qué frutas son ecológicas y cuáles no lo son. Para orientar al consumidor, los alimentos orgánicos producidos y comercializados en la Unión Europea presentan el conocido como logotipo ecológico. Este logotipo es de color verde claro y muestra una hoja formada por estrellas. “La certificación confirma que los productos cumplen condiciones estrictas de producción, transporte y almacenamiento”, explican desde la Comisión Europea. 

Existen otros certificados, como el distintivo Orgánico México, que identifica los alimentos que se han producido según las normas establecidas para la producción de alimentos orgánicos. Este es fácil de identificar, porque pueden leerse las palabras ‘Orgánico México’ en un círculo que contiene además tres hojas de colores azul, amarillo y verde.

En los últimos años, el interés por consumir frutas ecológicas ha aumentado en diferentes puntos del mundo. En Europa, el volumen de productos orgánicos comercializado aumentó más de un 50 % en países como España, Italia, Francia y Alemania entre 2012 y 2021, de acuerdo con el informe ‘Organic Farmic in the EU: a decade of growth’. Y en México, que se sitúa como el tercer productor mundial de frutas tropicales orgánicas, están certificados más de 300 alimentos de origen vegetal.

Detrás de estas cifras está el trabajo de organismos certificadores y productores: de acuerdo con el Gobierno de México, en este país el dinamismo de la producción de alimentos orgánicos certificados se mantiene gracias al trabajo de más de 48.000 personas productoras, principalmente de pequeña escala. Pero también está el interés de sociedades cada vez más preocupadas por la sostenibilidad y por mantener un estilo de vida saludable.

Beneficios de consumir frutas ecológicas

“En general, los consumidores eligen alimentos orgánicos principalmente por motivos de salud. Parece que valoran en primer lugar una menor exposición a contaminantes y, en segundo lugar, un posible aumento en el contenido de nutrientes. Otras razones importantes son el bienestar animal y la preocupación por el medioambiente”, explica Ana Belén Ropero Lara, profesora titular de Nutrición y Bromatología en el Instituto de Bioingeniería de la Universidad Miguel Hernández.

“Los estudios publicados sugieren que los consumidores perciben los alimentos orgánicos como saludables, incluso más que los alimentos convencionales. Consideran que reducir el riesgo de cáncer es uno de los beneficios para la salud atribuidos a los alimentos orgánicos, y también creen que estos alimentos tienen menos grasas y calorías, así como más fibra”, añade.

Fotografía elaborada con Inteligencia Artificial (Midjourney).

No obstante, apunta la profesora de Nutrición y Bromatología, los beneficios de consumir fruta y otros alimentos ecológicos aún no están claros. Estudios observacionales (en los que solo se analizan las diferencias entre quienes consumen alimentos orgánicos y los que no, sin que se haya ninguna intervención) han mostrado asociaciones positivas de los alimentos orgánicos sobre la fertilidad, los defectos de nacimiento, las alergias, la preeclampsia, el síndrome metabólico, el sobrepeso y la obesidad, el linfoma y la diabetes tipo 2.

“Sin embargo, no está claro que el consumo de alimentos orgánicos sea la causa de estos efectos positivos porque, entre otras cosas, los consumidores de este tipo de productos también suelen seguir estilos de vida más saludables, tener menor índice de masa corporal y son más activos físicamente. De hecho, algunos ensayos clínicos (en los que sí se interviene haciendo que un grupo de personas tome alimentos orgánicos y otro, convencionales) a corto plazo no han mostrado beneficios, lo cierto es que faltan ensayos a largo plazo”, asegura Ropero.

Sin certezas sobre el contenido nutricional de las frutas ecológicas

De acuerdo con la profesora de la Universidad Miguel Hernández, se cree que los posibles efectos beneficiosos de los alimentos ecológicos se deben más a que no se usan pesticidas y a la disminución de los metales pesados que a una mejora nutricional. Los estudios publicados muestran resultados contradictorios respecto del contenido de nutrientes de los alimentos orgánicos comparados con los convencionales.

“Lo que más se ha visto es un aumento de antioxidantes y algunos estudios han mostrado que los vegetales, especialmente las frutas y las bayas contienen un poco más de fósforo, calcio, magnesio, hierro, zinc, vitamina C, azúcares, carotenoides y antioxidantes. Por el contrario, se ha visto menor contenido de proteínas y nitratos/nitritos”, sostiene la investigadora.

Sin embargo, otros estudios no han encontrado diferencias y aún se desconoce la importancia nutricional de apostar por frutas y verduras ecológicas. En este sentido, la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria, EFSA, evaluó en 2021 los estudios disponibles y concluyó que no se puede establecer una relación de causa y efecto entre el consumo de alimentos orgánicos y la contribución a la protección de las células y moléculas del cuerpo (lípidos y ADN) contra el daño oxidativo. “En otras palabras, no está demostrado que los alimentos orgánicos tengan propiedades antioxidantes”, concluye Ropero.