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Iniciativas mundiales contra el desperdicio alimentario

En la travesía de los alimentos por el mundo, existen multitud de paradas obligatorias: proyectos, iniciativas y empresas que buscan reducir la pérdida y el desperdicio y crean nuevas soluciones para garantizar el aprovechamiento. Estas soluciones buscan cambiar el rumbo en todas las etapas de la cadena, comenzando por la poscosecha y terminando en los hogares, pasando por el transporte y la comercialización.

Foto de apertura creada con Midjourney (IA)

En un mundo donde la gestión eficiente de los recursos se ha vuelto crucial, las iniciativas para combatir el desperdicio alimentario están marcando una diferencia significativa. A nivel global, diversos proyectos y organizaciones están trabajando para optimizar cada etapa de la cadena de suministro de alimentos. Desde la poscosecha hasta la distribución final. Esta estrategia no solo busca minimizar las pérdidas, sino también mejorar el aprovechamiento de los alimentos y reducir el impacto ambiental asociado. La colaboración entre instituciones, empresas y comunidades es esencial para implementar soluciones innovadoras y efectivas que transformen la forma en que gestionamos nuestros recursos alimentarios.

ACES: un centro para fortalecer la cadena de frío en África

El 'Africa Centre of Excellence for Sustainable Cooling and Cold-Chain' es una iniciativa en la que participa la Universidad de Cranfield que busca proporcionar acceso a las cadenas de frío a los pequeños agricultores de Ruanda y otros países africanos. Su objetivo es crear soluciones eficientes para mejorar los sectores de la agricultura y la salud (al igual que cada año se pierde el 12 % de la producción total de alimentos debido a la falta de cadena de frío, también se echa a perder el 25 % de las vacunas disponibles).

El centro cuenta con base en Kigali, Ruanda, y con otros centros en diferentes países. En Ruanda, el sector de la agricultura da trabajo a seis millones de pequeños productores. Solo el 4 % de los que viven cerca de cámaras frigoríficas las utilizan y apenas el 5 % de las empresas del sector agroalimentario dispone de camiones frigoríficos. Ofrecer información y capacitación y mejorar la infraestructura de la cadena de frío es fundamental para luchar contra la pérdida de alimentos.

Oreka Circular Economy: el valor de la donación

Una vez que los alimentos llegan al final de su viaje, la donación se convierte en una herramienta muy importante para reducir el desperdicio alimentario. En 2021, BBVA comenzó una colaboración con Oreka Circular Economy para distribuir los excedentes de los comedores de sus sedes de Madrid en entidades sociales de la ciudad.

“Oreka es una iniciativa que busca ayudar a entidades a donar sus excedentes de forma simple, segura y rentable”, explica Denis Ugalde, fundador y CEO de OREKA Circular Economy.  “Solemos decir que nuestra misión es terminar con el desperdicio alimentario, garantizando que el excedente se utilice para su mejor potencial: alimentar a las personas que lo necesitan”.

Podcast | ¿Qué se puede hacer para evitar el desperdicio alimentario en casa?

00:00 17:08

“Gracias a la donación de esos alimentos, conseguimos que no terminen en la basura y, con ellos, todos los recursos que se han empleado en su producción. En segundo lugar, les damos el máximo valor posible, tanto económico como ético. Creo que este cambio de paradigma genera un cambio cultural y una reflexión en torno a la utilización de nuestros recursos”, explica Ugalde.

El funcionamiento y el éxito de Oreka se basa, en gran medida, en la tecnología. Sus aplicaciones permiten a las empresas programar donaciones recurrentes, aseguran un servicio 100 % trazable, facilitan el trabajo de los transportistas y generan una gran cantidad de datos que permiten analizar y poner en valor el impacto social y medioambiental de las donaciones.

Durante los seis primeros meses de su colaboración con Oreka, BBVA donó más de 500 kilos de alimentos. “BBVA fue una de las primeras corporaciones que contó con nosotros para redistribuir sus excedentes hacia entidades sociales”, comenta Ugalde. “Que una corporación como BBVA dé el paso de adoptar una medida como esta es sin duda un hito que muestra el cambio de perspectiva y el compromiso del sector con la sostenibilidad y la circularidad”.

“Este impacto es diario y continuo y, en este momento, nuevos alimentos se están recuperando de la sede y se están distribuyendo a entidades sociales. Y mañana otra vez. Eso es cambio, es vanguardia y es progreso”, añade el fundador y CEO de OREKA.

‘La nevera medio llena’ y la importancia de hacerse oír

En los últimos años, BBVA y muchas otras empresas han puesto en marcha iniciativas para luchar contra el desperdicio alimentario que aprovechan la capacidad de personas influyentes para hacerse oír.

Un ejemplo lo tenemos en ‘La nevera medio llena’, una serie de vídeos en los que el chef Jordi Roca y sus sobrinos Marc y Martí Roca realizan deliciosos platos con restos del día anterior. En estos vídeos la nevera puede verse siempre de dos formas: medio vacía o, como ellos prefieren verla, medio llena. Es siempre cuestión de perspectiva.

Reducir la pérdida y el desperdicio alimentario y conseguir que el viaje de los alimentos por el mundo termine siempre en el aprovechamiento tiene muchas ventajas y puede contribuir a hacer frente a algunos de los retos del siglo XXI. “Este es un problema económico, ambiental y social. Reducirlo es una oportunidad para reducir costos y abordar algunos de los mayores problemas ambientales y cuestiones sociales de nuestro tiempo: luchar contra el cambio climático y abordar la inseguridad alimentaria”, señalan desde la ONU. 

Si el viaje de los alimentos tuviese como destino el aprovechamiento, ganaríamos en igualdad y equidad social, se reducirían los impactos del cambio climático y se ahorrarían importantes costes. En algunos lugares, ya se están dando pasos en esta dirección. El Informe sobre el índice de desperdicio de alimentos 2024 de la ONU, por ejemplo, destaca los avances de países como Japón y Reino Unido, que han reducido su desperdicio un 18 % y un 31 % respectivamente.

En España, el desperdicio alimentario en los hogares en 2022 se redujo un 6,1 % respecto a 2021 y un 13,5 % respecto a 2019. Y la lista sigue, incluyendo los países que trabajan para mejorar sus sistemas de medición y control de estos problemas y encontrar, así, formas eficientes para solucionarlos.