¿Qué son las donaciones? Tipos, ejemplos y cómo funcionan
Una donación es una aportación voluntaria y desinteresada que una persona física, empresa o entidad realiza a una organización sin ánimo de lucro con el fin de apoyar su misión y sus proyectos. Hay donaciones en efectivo, de bienes materiales, de tiempo y habilidades y corporativas.
Imagen generada con Inteligencia Artificial (Midjourney).

A finales de octubre de 2024, varias provincias españolas, y en especial Valencia, se vieron afectadas por las lluvias torrenciales y el desborde de barrancos. Las víctimas mortales por la DANA sumaron más de 220. Hubo cerca de un centenar de municipios afectados y para miles de familias la vida está lejos todavía de volver a la normalidad. Pero la tragedia despertó también una ola de solidaridad que se materializó en miles de voluntarios y en donaciones llegadas de todas las partes del mundo.
Muchas organizaciones utilizaron diferentes canales de colaboración, aportando fondos para ayudar a las familias y para reconstruir las zonas afectadas (por ejemplo, BBVA donó cuatro millones de euros a través de Cruz Roja Española). Otras entidades y personas apostaron por la donación de alimentos o bienes tangibles necesarios.
Pero las donaciones no solo son efectivas para momentos de emergencia. También son una de las vías principales de ingresos para las organizaciones sin ánimo de lucro.

¿En qué se diferencian las donaciones de otras ayudas públicas?
“Una donación es una aportación voluntaria y desinteresada que una persona física, empresa o entidad realiza a una organización sin ánimo de lucro con el fin de apoyar su misión y sus proyectos. Puede consistir en dinero, bienes materiales o servicios y no implica una contraprestación directa por parte de la organización beneficiaria”, explica Fernando Morón Limón, director de la Asociación Española de Fundraising. “Las donaciones se diferencian de las ayudas de las administraciones en varios aspectos, especialmente en el origen de los fondos. Las donaciones son recursos que provienen de personas físicas, empresas o entidades privadas, mientras las ayudas públicas son recursos otorgados por administraciones en forma de subvenciones, contratos o licitaciones”.
Más allá del origen del dinero, las donaciones y las ayudas públicas también se diferencian en su flexibilidad. De acuerdo con Morón, las ayudas públicas suelen estar vinculadas a fines concretos bien definidos, pero las donaciones suelen ser a libre disposición de la entidad receptora (aunque en algunos casos los donantes pueden restringir el uso de sus aportaciones a propósitos concretos). Otra gran diferencia está en la rendición de cuentas, ya que las ayudas públicas suelen estar sujetas a un proceso de seguimiento y justificación bastante estricto, mientras que las donaciones deben incluirse en las memorias de las organizaciones de forma clara y transparente.
¿Qué tipos de donaciones existen?
“Las donaciones son una de las formas más importantes de apoyo para las entidades sin ánimo de lucro y pueden adoptar distintas modalidades”, señala el experto de la Asociación Española de Fundrasing. “Pueden ser monetarias, en especie o en forma de tiempo y habilidades, como el voluntariado. Según su disposición, pueden ser de libre uso, permitiendo a las organizaciones asignarlas según sus necesidades, o restringidas a fines específicos definidos por el donante. También pueden ser puntuales o recurrentes y su origen puede ser individual, corporativo o a través de legados y herencias. Además, las donaciones pueden destinarse a proyectos concretos o a cubrir gastos generales de la organización”.
De acuerdo con la Escuela de Ciencias Jurídicas, los cuatro tipos de donación más habituales son:
- Donaciones en efectivo, que a su vez pueden ser a una organización o a una causa, puntuales o periódicas.
- Donaciones de bienes materiales, como ropa, alimentos, juguetes o cualquier otro artículo físico que necesiten los beneficiarios.
- Donaciones de tiempo y habilidades, categoría bajo la que se agrupan todos los tipos de voluntariado.

Qué hay que tener en cuenta ante una situación de emergencia
La ayuda ante situaciones de emergencia desatadas por desastres naturales –como la DANA en España– o por causas humanas –como las guerras– son una de las principales motivaciones de los donantes. Son situaciones que suelen activar una fuerte respuesta emocional y, por ello, es importante intentar controlar las acciones impulsivas, informarse bien antes de actuar y conocer cuáles son las necesidades prioritarias de quienes están actuando en las zonas afectadas. Tras las inundaciones provocadas por la DANA, la Fundación Lealtad ha publicado un decálogo de recomendaciones para orientar las decisiones de los donantes en casos de emergencia.
- Información. Conocer las necesidades sobre el terreno, escuchando a las organizaciones que están atendiendo a los afectados, es clave.
- Bienes tangibles. Las donaciones de bienes materiales deben atender a las necesidades de los afectados y las organizaciones. Enviar materiales no necesarios complica la gestión en tiempos de crisis.
- Donaciones seguras. Las donaciones deben llevarse a cabo por canales seguros, sean económicas o de bienes materiales.
- Experiencia. Es importante que la organización a la que se dona tenga experiencia en el sector o en el campo en el que está trabajando.
- Priorizar. En las situaciones de emergencia hacen falta todo tipo de recursos y las necesidades son cambiantes. Es importante decidir a qué vamos a destinar las donaciones.
- Nunca donar a un particular. Siempre es mejor hacerlo a través de una organización.
- Contrastar. Aunque sea una organización, es importante comprobar quién está detrás del proyecto que vamos a apoyar.
- Fondos dirigidos. En caso de emergencia, es recomendable hacer donaciones a organizaciones que asuman el compromiso de destinar los fondos en un fin concreto.
- Hacer seguimiento. Una vez hecha la donación, también es recomendable seguir la información facilitada por la organización para conocer el alcance de nuestra ayuda.
- Más allá de la primera emergencia. La mayoría de situaciones de emergencia requieren de ayuda a largo plazo, por lo que es importante no olvidarse de los afectados.
Ventajas de las donaciones
Más allá de ayudar a las personas afectadas por un desastre o sostener la actividad de una organización sin ánimo de lucro, las donaciones también tienen otras ventajas. Una de las más destacadas son las ventajas fiscales. En España, para los particulares, la deducción en el impuesto sobre la renta (IRPF) es del 80 % para los primeros 250 euros donados y del 40 % (o del 45 % si la donación es recurrente durante al menos dos años consecutivos) para cantidades superiores. Por otro lado, para las empresas, tras la reforma de la ley de mecenazgo en 2024, estas pueden deducir el 40 % de sus aportaciones en el Impuesto de Sociedades (y el 50 % si las donaciones son recurrentes durante al menos dos años consecutivos a la misma organización).
“Para las empresas, las donaciones también refuerzan su compromiso social, mejoran su reputación corporativa y consolidan su política de Responsabilidad Social Corporativa. Asociarse con causas sociales incrementa la percepción positiva de la marca tanto entre los empleados como en la sociedad, fomentando la fidelización interna y generando valor en su entorno”, concluye Fernando Morón. “En cuanto a los particulares, donar les permite participar activamente en el cambio social, reforzar valores como la solidaridad y el compromiso, y generar un impacto positivo en las causas que les importan”.