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Innovación Act. 09 sep 2019

Creatividad y empatía, claves para aplicar la metodología ‘Design Thinking’

Adam Royalty, Hannah Lippe y Daniel Stringer, profesores de la d.school de la Universidad de Stanford, detallan este proceso con ejercicios prácticos para fomentar la creatividad y la empatía.

creatividad bbva

Si hubiera que dar una definición breve y directa de lo que es la metodología 'Design Thinking' probablemente todos los expertos coincidirían: “Una buena herramienta para intentar dar una solución creativa a un problema”.

Y sin dudarlo las preguntas que surgen al instante son: ¿cómo funciona? ¿Qué tengo que hacer? Adam Royalty, Hannah Lippe y Daniel Stringer, profesores de la d.school de la Universidad de Stanford tienen la respuesta en una sola palabra: creatividad

Sin embargo, probablemente, tras decir la palabra creatividad surgen muchas objeciones: “Yo no soy creativo” es la más frecuente de ellas. Estos jóvenes profesores están aquí para desmentirlo, porque la clave está en ser empático, en preocuparse por conocer a la persona, por saber lo que necesita, lo que quiere, lo que anhela.

Así, Adam Royalty da unas pequeñas pistas para aprender parte de este proceso creativo:

  • Personas. Hay que tratar de no alejarse de ella, de cómo viven sus vidas.
  • Innovadores. Se invierte en las personas, fomentando la creatividad, para que se conviertan en personas innovadoras en un futuro.
  • Confianza. Ayudar a las personas a capturar la creatividad de la infancia que han perdido. Hay que ayudar a dar rienda suelta a la creatividad.
  • Aprendizaje. Para conseguirlo la base es el aprendizaje a través de la experiencia y así abrazar el proceso del 'Design Thinking'.

La puesta en práctica

Una de estas experiencias ha sido poder vivir este proceso. En el evento FinDesign, celebrado en el Centro de Innovación BBVA, estos tres profesores han guiado a más de un centenar personas a aplicar estas pautas de la metodología 'Design Thinking'.

Los ejercicios han sido sencillos, divertidos, emotivos y muy creativos. Hannah Lippe rompe el hielo 'obligando' a los asistentes a presentar a sus compañeros de asientos. Los primeros tímidos saludos se convierten en 'selfies' y un pequeño alboroto. La diversión llega cuando Hannah pide que ahora el saludo sea a una persona que “huela un poco mal” y después a una amigo que hace más de 10 años que no vemos.

“Comprometer el cuerpo y la mente en el proceso es muy importante en el pensamiento creativo, la empatía es fundamental para identificar las cualidades de las personas que te rodean”, incide Lippe para definir este proceso.

Y para fortalecer la empatía qué mejor que nuevos ejercicios… Hannah propone dibujar en tres minutos tu 'wallet' ideal… pero después llega el ejercicio clave: 'entrevistar' a tu compañero, averiguar qué quiere de una cartera, cómo la usaría… es el conocimiento de la otra persona la que te dará la clave del diseño. Una vez más, después del ejercicio hay que escribir en pocas palabras lo que se ha extraído de esa 'charla': cuáles son sus deseos, su necesidad más importante.

Llegado hasta aquí, se conoce a la persona, se han planteado los problemas, pero no las soluciones. Daniel Stringer propone realizar una “tormenta de ideas” en equipo, pero insiste que, aunque parezca mentira, tiene que haber unas normas para trabajar sobre las ideas que proponen los demás.

“Sí, y…”. Esta expresión es la clave de estas normas. Cuando alguien propone una idea no tirarla abajo, sino añadir o completar la misma con nuevas perspectivas. “No se trata de vender tus ideas, sino de conseguir más información sobre el resto de personas”. Con toda la información que se obtiene, ya se puede pensar en un diseño.

Este proceso además te permite conocer a otras personas y esto se traduce en oportunidades para innovar porque se llega a conclusiones diferentes al combinar conocimientos y pensamientos dispares. En estas ideas en grupo, la concentración es diferente, el proceso se enriquece al trabajar en equipo.

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Los puntos clave del 'Design Thinking'

Adam Royalty puntualiza que si quieres enfrentarte a un problema siguiendo esta metodología debes seguir tres pasos clave:

  • Empatía para pensar en el cliente y concentrarte en el valor humano.
  • Prototipado de la idea a partir del conocimiento que se tiene del cliente.
  • Reformulación del problema.

Así, en la d.school lo que más se refuerza en los alumnos es el trabajo en la confianza en ellos mismos. “Hay una tremenda necesidad de trabajar la seguridad en uno mismo porque eso es lo que logra desbloquear el potencial de las personas”, insiste Hannah Lippe. “La gente joven está deseando que le den la oportunidad de ser creativos”.

En este sentido, Daniel Stringer explica que hay distintas maneras de llevar a cabo estos procesos en una empresa. “Es importante evaluar con atención cada caso. En ocasiones la forma más efectiva es conseguir entusiasmar al CEO; en cambio otras veces lo mejor es organizar pequeños cursos y luego formar un pequeño grupo con las personas más motivadas para que contagien poco a poco al resto de la organización”.

Así, Stringer menciona como ejemplo en el sector financiero la evolución de Citrix, ya que “desde hace años forman a cada nuevo empleado en esta metodología” y así “han logrado introducir el 'Design Thinking' en la cultura de la empresa”.

“El 'Design Thinking' puede ser un buen vehículo para propiciar el cambio si la compañía está atravesando dificultades”, puntualiza Stringer.