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Emprendimiento y Startups Act. 21 ago 2018

Guía definitiva para cambiar el mundo sin cansarse demasiado

Cambiar el mundo supone mucho esfuerzo, nadie va a negarlo a estas alturas. Sin embargo, hasta los más perezosos pueden hacer algo por mejorar su entorno con pequeños gestos que cuestan muy poco.

Riesgos Ambientales y Sociales

Acabar con la pobreza, conseguir una sociedad más igualitaria, solucionar el cambio climático... Los Objetivos de Desarrollo Sostenible marcados por la ONU, parecen inalcanzables, agotadores y solo aptos para grandes mandatarios y corporaciones, pero no es así. Cada persona y cada gesto cuentan para hacer del mundo un sitio un poco más justo y solidario, solo hay que hacer algunas de las cosas que propone la ONU en su guía para vagos, de la que se ha extraído este resumen.

Sacar partido a las redes sociales

Darle un ‘like’ a la foto del sobrino o piropear la imagen de perfil de un amigo está muy bien, pero ¿por qué no invertir esos segundos de amor incondicional en apoyar una causa solidaria? En las redes sociales circulan cientos de campañas para defender los derechos de los más vulnerables, luchar contra el cambio climático, recoger alimentos… No cuesta nada comentar y compartir aquellas que sean más interesantes y animar a otras personas, a través de las redes sociales, a que también las apoyen.

Investigar, investigar e investigar

Para encontrar a empresas responsables que trabajen de forma sostenible y sin dañar el medio ambiente, no hace falta ponerse una gabardina y un sombrero de medio lado, solo hay que sentarse delante del ordenador. En internet existen multitud de artículos e información sobre compañías sostenibles. Sin ir más lejos, en la página web de BBVA Momentum, el programa de apoyo a las empresas sociales de BBVA, hay un completo directorio con las fichas de todas las participantes y los servicios que ofrecen; un buen punto de partida para empezar la búsqueda.

La faceta investigadora continúa cuando se sale a comer. No está de más preguntar en el restaurante si el marisco o el pescado que se va a pedir ha sido obtenido de forma sostenible y respetuosa con el medio ambiente. Y para despejar del todo las dudas hay aplicaciones, como esta, que informan sobre los productos que son seguros para consumir.

¿Primera mano? Mejor segunda

Las empresas de segunda mano están proliferando y son una alternativa al consumismo que tanto daña a la sociedad y el medio ambiente. Las aplicaciones de intercambio o venta de productos usados, como Wallapop, Vibbo o EBay, son una buena salida para ganar un dinerillo deshaciéndose de lo que no se quiera o comprar lo que se necesite a unos precios imbatibles. Estas empresas son de especial ayuda en momentos como la llegada de un bebé o decisiones de compra importantes como la adquisición de un coche.

Asimismo, hay compañías y ONG que recogen productos donados y les dan una nueva vida vendiéndolos e invirtiendo los beneficios en ayudar a los demás. Una vez más, internet es la fuente para informarse de cómo contactar con estas empresas y realizar la donación.

Apoyar el producto local

Cooperativas, mercados ecológicos, negocios locales… Todo el mundo vive rodeado de alternativas saludables para comprar, muchas veces sin saberlo, que van más allá de las grandes superficies. No cuesta nada darse un paseo y averiguar qué negocios hay por la zona y qué ofrecen, seguro que se encuentra más de una sorpresa agradable. Consumir alimentos de proximidad, producidos de forma responsable, no solo ayuda a la salud sino también a los productores locales, reactivando la economía de la zona. Si además se planifica bien la compra y se gasta el dinero con cabeza, el beneficio ya es completo.

Y seguir cambiando el mundo, sin demasiados esfuerzos

La lista de tareas continúa con pequeños gestos que pueden marcar la diferencia: desde pedir a las autoridades locales y nacionales que participen en iniciativas que no dañen a las personas ni al planeta, hasta denunciar el acoso en línea que tenga lugar en foros o redes sociales, mantenerse informado sobre los ODS y las iniciativas para lograrlos, reciclar o desplazarse en bicicleta o en transporte público. Las opciones son múltiples y todas ellas ayudan a cambiar el mundo con acciones que no cuestan nada… por muy perezoso que uno sea.