Cómo afrontar económicamente la vuelta al cole y que no duela el bolsillo
Septiembre suele estar marcado en rojo en el calendario de muchas familias, ya que supone afrontar una serie de gastos que, en bastantes casos, pueden ser elevados, como el material escolar de los hijos, la compra de ropa nueva, mochilas y otra serie de accesorios según el caso, como uniformes o gafas. A ello es probable que se sumen las matrículas en las actividades extraescolares que van a cursar durante los siguientes meses así como cualquier incidencia inesperada en el hogar, como una rotura.

Según el último informe de Banqmi, el gasto medio por alumno en la vuelta al cole 2025-2026 será de 422,05 euros, lo que supone un nuevo récord. Este coste se debe sobre todo al encarecimiento de los libros de texto (+2,33%) y de los uniformes (+0,98%), aunque también a la creciente adopción de licencias digitales y nuevos materiales educativos. En comunidades como la Valenciana o Cataluña, la cifra supera incluso los 460 euros por alumno, lo que obliga a muchas familias a planificar con antelación o buscar fórmulas de ahorro para no comprometer su presupuesto.
A pesar de los excesos que podamos haber cometido en verano y de estar cada vez más cerca del comienzo del curso, todavía es posible conseguir abaratar de manera notable la factura de la vuelta al cole si se llevan a cabo algunas recomendaciones:
Aplazar los pagos lo máximo
Cada vez es más habitual que tanto las tiendas como las entidades bancarias permitan aplazar el coste de un producto que tenga un precio relevante (como un electrodoméstico o un mueble, por ejemplo), en muchas ocasiones sin que se aplique ningún tipo de interés, siempre que la financiación sea por un periodo corto (habitualmente, de 3 meses). Otra opción es recurrir directamente a las tarjetas de crédito tradicionales, en las que los plazos aplazados llevan implícitos unos intereses que nos cargarán en un futuro.
Disminuir la partida dedicada al ocio
Después de haber cargado las pilas durante la época estival, quizá sea momento de apretarse un poco el cinturón y renunciar durante unas semanas a aquellos gastos superfluos, como la cerveza del fin de semana, el cine o la compra de una nueva novela. Ya habrá tiempo para recuperar el tiempo perdido durante el invierno.
Otra estrategia es destinar lo que normalmente se gasta en ocio a crear un pequeño fondo de emergencia. Este colchón puede ayudar a cubrir imprevistos sin tener que recurrir a tarjetas de crédito o préstamos de última hora.
Analizar las necesidades reales de nuestra lista de la compra
Puede resultar una buena idea aprovechar la vuelta a casa para realizar un inventario de la comida que tenemos almacenada en la despensa y el congelador y reducir el gasto en alimentación. En este sentido, es conveniente utilizar Internet para encontrar las mejores ofertas en los productos que debemos comprar, y, si es posible, hasta podemos solicitar que nos los traigan a domicilio, ahorrando tiempo y dinero.
Revisar lo que hay en casa
Es muy probable que se guarde en algún cajón material escolar de cursos anteriores y que no se ha utilizado, como, por ejemplo, bolígrafos que se compraron en paquetes de varias unidades o cuadernos a los que todavía les quedan hojas por rellenar. Todo ello puede usarse e, incluso, es posible personalizarlo con pegatinas y dibujos de los personajes favoritos de nuestros hijos para que sientan que llevan al cole lo último.
Además, muchos colegios y asociaciones de padres impulsan iniciativas de reutilización de uniformes y libros. Estos programas no solo permiten ahorrar, sino que también reducen el impacto ambiental del inicio de curso.
No comprar siempre los libros escolares
Con mucha frecuencia, el gasto en libros para el cole suele ser el más elevado para las familias, aunque hay que plantearse si de verdad es necesario que los adquiramos nuevos. Tanto en la Red como en establecimientos físicos podemos hacernos con ejemplares de segunda mano o, incluso, alquilarlos, ahorrando bastante dinero por el camino.
El informe de Banqmi confirma que la Comunidad Valenciana es la región donde más caros resultan los libros (242,16 euros de media), mientras que en Madrid o Castilla-La Mancha el gasto es menor gracias a programas de reutilización. Aprovechar estas iniciativas puede suponer un ahorro de hasta 60 euros por alumno.
Hacer una lista de lo que hay que comprar… e ir solo
Después de analizar de un modo somero lo que tendremos que adquirir, y de comparar gracias a Internet los precios que habremos de desembolsar por ellos, lo mejor es hacer la compra sin nuestros hijos para, de este modo, poder ceñirse lo máximo posible al presupuesto que hemos planificado.
Beneficiarse de la ‘lucha’ entre las tiendas
La mayoría de los establecimientos comerciales, conscientes de que septiembre es, junto a Navidades, uno de los momentos de mayor gasto para las familias, intentan atraer al mayor número de clientes que puedan a través de rebajas y promociones. Por ello, conviene revisar todas las páginas webs que podamos sobre marcas y locales antes de decantarnos por los que vamos a visitar. Del mismo modo, plataformas digitales ofrecen cada vez un mayor número de artículos de venta online con el prisma de ser los más baratos y con un mejor servicio añadido para el cliente.
En el caso de los uniformes, la diferencia entre comprar en una tienda generalista (208,98 € de media) o en el propio colegio (250,61 €) puede superar los 40 euros por alumno. Comparar precios y no quedarse con la primera opción puede marcar la diferencia en el presupuesto final.
Buscar becas y ayudas
Tanto el Estado como las comunidades autónomas y los ayuntamientos ofrecen becas que subvencionan, por ejemplo, los libros de texto, el comedor escolar, el transporte o los uniformes. Es cuestión de informarse, analizar si se cumplen con los requisitos y entregar en plazo las instancias correspondientes.
Algunas comunidades, como la Valenciana o Cataluña, aplican ayudas específicas para los libros en la enseñanza pública y concertada, lo que puede aliviar parte del gasto. Es recomendable consultar las convocatorias locales y no esperar al último momento para solicitarlas.
Encontrar alternativas al transporte escolar
Aunque muchos centros educativos ofrecen el servicio de transporte escolar suele ser caro, si se compara con otras alternativas, como el transporte público o ponerse de acuerdo entre algunos padres para turnarse a la hora de llevar a los niños al cole.
Otras posibilidades financieras
Las entidades bancarias ofrecen algunas opciones que contribuirán a hacer más llevadera la ‘cuesta de septiembre’, como el anticipo al cobro de la nómina, los préstamos preconcedidos o los mini préstamos. Antes de hacer nada, lo mejor es informarse y recurrir si es posible al asesoramiento profesional.
Los expertos recomiendan que, en cualquier caso, el gasto escolar no supere el 5-10% del presupuesto mensual si se distribuye a lo largo del año. Para lograrlo, conviene integrar estos pagos dentro de una planificación financiera más amplia y revisarla periódicamente.