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Tenis Act. 06 nov 2018

Seis claves para que Garbiñe Muguruza revalide su título en Roland Garros

Garbiñe Muguruza afronta las semanas más importantes del calendario tenístico. La embajadora de BBVA llega a París como defensora del trofeo y con ganas de demostrar que su triunfo no fue casual. “Más que una presión, noto que hay una responsabilidad. Tengo muchos ojos encima, después de haber ganado un Grand Slam todo el mundo cree que puedo siempre optar a los trofeos”, afirma. La española afronta su participación como “una nueva experiencia para mí y una posición privilegiada”. Garbiñe ya tiene la copa en su casa y va a darlo todo por conservarla.

Volver a París como defensora del título

Será su sexta participación pero sin duda tendrá un carácter especial. Llegar a París para defender la corona supone “una responsabilidad” más que una presión añadida. Todas las miradas estarán puestas en la española pero ya demostró el año pasado de qué pasta está hecha. Tanto fue así, que la exigente audiencia de la Philippe Chatrier acabó ovacionando a Garbiñe después de cada punto. Grandes recuerdos que quedarán para la historia, ahora se empieza de cero. “Realmente no importa lo que haya pasado la temporada pasada, es un nuevo año y un nuevo torneo”, afirma la embajadora de BBVA.

Garbiñe Muguruza sobre Roland Garros: "Noto una mayor responsabilidad".

Ausencia de una clara favorita

Con Serena fuera de la competición y tras la negación de Wild Card a Maria Sharapova, la contienda por el título de París está más abierta que nunca. La temporada de tierra no ha dejado una clara favorita. La mejor actuación en los torneos previos al Abierto de Francia seguramente ha sido para Simona Halep, una jugadora que ya cuenta con una final de Roland Garros en 2014. La rumana viene de ganar el Madrid Open y de llegar a la final de Roma, aunque con molestias. La ganadora en Roma, Elina Svitolina es otra raqueta a tener en cuenta por un juego agresivo que ya le ha valido 4 títulos esta temporada. Kristina Mladenovic llega con dos finales perdidas (Stuttgart y Madrid) y jugar en casa podría ser un aliciente para un ansiado título.

Otras tops con ganas de hacer buen papel son Angelique Kerber, actual número 1 pero con una racha más que mejorable en la arcilla; Karolina Pliskova, que nunca ha pasado de las primeras rondas de Roland Garros; y Cibulkova y Radwanska, con retiradas por lesión en los últimos torneos. La escalada progresiva de Garbiñe en Roma se vio parada en seco por molestias en el cuello, pero la española pondrá todas sus armas sobre la mesa para mantener su título en la capital de Francia.

La permanencia en el top 10 en juego

Garbiñe defiende 2.000 puntos como campeona de la anterior edición. La española llega a París como número 5 del mundo, pero una eliminación temprana podría sacarla incluso del top 10. La igualdad en la calidad de las jugadoras que componen el ranking se ve reflejada en la escasa diferencia de puntos en las posiciones más altas. Apenas 1.000 puntos separan la quinta posición de la número 12, por lo que la presión por mantenerse entre las mejores será un añadido para Muguruza.

Garbiñe Muguruza en octavos de Roma

Garbiñe Muguruza en octavos del torneo de Roma - EFE

Lucha contra la irregularidad

Roland Garros será un buen termómetro para valorar si el buen juego exhibido en Roma es el comienzo del despegue de una temporada en la que Garbiñe no ha logrado la regularidad. “Yo no soy una jugadora de llegar a la final en todos los torneos, mi tipo de juego no es así”, se defiende Muguruza. La embajadora de BBVA inició el año alcanzando la semifinal en Brisbane y los cuartos en el Australian Open, pero no pasó de las primeras rondas en Doha y Dubái. Salvo los cuartos de Indian Wells, no ha cuajado buenas participaciones en el resto de torneos. Finalmente en Roma se pudo ver su mejor versión, casualmente frente a una Williams.

Un globo que vale un Grand Slam

¿Acabo de ganar Roland Garros o no?”. Después de 4 puntos de partido perdidos, Garbiñe Muguruza lanzaba un globo que aterrizaba sobre la línea de fondo. Uno de esos puntos perfectos para cerrar una final de ensueño delante de la mejor jugadora de la historia. Una pelota que Garbiñe no vio, la confirmación le llegaría con los aplausos del público. Cubierta de tierra y con los ojos empañados, la española se ganaba el respeto de Williams y levantaba una copa que luchará este año para conservarla.

La emoción de Garbiñe Muguruza al ganar Roland Garros - EFE

Ecuador de la temporada

El Abierto de Francia pone punto y final a la temporada de arcilla y da la bienvenida a la hierba. Aunque la mejor superficie para Garbiñe es la de polvo de ladrillo, también guarda buenos recuerdos en la hierba de Wimbledon, donde alcanzó su primera final de Grand Slam en 2015 aunque en esa ocasión sucumbió ante Serena. Con la mitad del circuito disputado, la lucha por la final de maestras tampoco se presenta con claras favoritas. Garbiñe ocupa el puesto número 12 de una clasificación encabezada por Svitolina y en la que solo las ocho mejores acceden a las finales.