Tras varios años de política monetaria no convencional, el Banco Central Europeo ha anunciado un paso importante en la normalización monetaria, retirar su programa de compra de activos, también conocido como Quantitative Easing (QE), iniciado en 2015. El BCE reducirá a la mitad las compras a partir de septiembre, hasta retirar el programa del todo en diciembre. De esta manera, la institución sigue los pasos de la Reserva Federal norteamericana. La siguiente fase - la subida de tipos - no se producirá como mínimo hasta el verano de 2019, según la guía que ha dado el BCE, trazando una pincelada de certidumbre en un escenario económico global incierto.