El consumidor puede identificar un producto ecológico gracias al logotipo de la Unión Europea (UE) que aparece en el envase del producto, y el código numérico de la entidad de control de quien depende el operador responsable del producto. Además, debe reflejar los términos específicos de la producción ecológica. Este distintivo, que cumple 10 años, también facilita a los agricultores la comercialización de sus productos en todos los países de la UE.