¿Préstamos o bonos? La financiación como traje a medida de la estrategia corporativa
Cuando una empresa define su hoja de ruta es necesario establecer el enfoque financiero que la acompañará en su ejecución. En ese escenario, préstamos bancarios y bonos corporativos surgen como dos alternativas, a menudo complementarias, para sostener el crecimiento. La toma de decisiones financieras se convierte en un elemento clave de la ejecución estratégica. Escoger entre ambas, o combinarlas con criterio, no es solo una cuestión táctica, sino una decisión estratégica con implicaciones profundas en la evolución presente y futura de la empresa.

Toda compañía, independientemente de la estrategia que establezca, debe tarde o temprano, articular una estructura financiera coherente con sus ambiciones. En este contexto, la elección entre la financiación bancaria o basada en mercados de capitales no responde tanto a una dicotomía, sino a una decisión estratégica profundamente condicionada por varios factores, entre ellos: la naturaleza del proyecto, su horizonte temporal, el perfil de riesgo de la empresa, su tamaño, y su disposición de someterse al escrutinio de terceros. Con estos principios en mente, resulta esencial comprender las particularidades de las principales vías de financiación corporativa: los préstamos bancarios y los bonos emitidos en los mercados de capitales.
Los préstamos y créditos, ya sean con una sola entidad (bilaterales) o con varias (‘club deal’ o sindicados), siguen siendo la fórmula de financiación más extendida entre las empresas. Mediante estos acuerdos, las compañías acceden a financiación por parte de las entidades financieras, a cambio del pago de intereses. Estos instrumentos se adaptan a diferentes necesidades: adquisiciones, inversiones, capital circulante, usos generales, dividendos o proyectos aislados. Su principal ventaja reside en su flexibilidad: permiten establecer plazos de disposición y repago a medida, ofrecen la capacidad de prepagar de forma gratuita, brindan la posibilidad de modificar las condiciones durante la vida de la operación y se adaptan a perfiles empresariales diversos, desde pymes hasta grandes compañías y desde empresas familiares o participadas por fondos de capital riesgo hasta compañías cotizadas. Además, favorecen relaciones a largo plazo con los bancos que, en el caso de BBVA, también ofrecen a su vez asesoramiento estratégico y apoyo continuado.
“Los préstamos y créditos ofrecen soluciones versátiles, adaptables a múltiples perfiles empresariales y necesidades de financiación. Además, permiten establecer relaciones duraderas entre empresa y banco, lo que facilita un respaldo sólido, un acompañamiento estratégico a largo plazo y una mayor agilidad a la hora de ejecutar decisiones clave”, destaca Almudena López Blas, responsable de IB&F en BBVA CIB para Iberia.
"Los préstamos y créditos permiten establecer relaciones duraderas entre empresa y banco, lo que facilita un respaldo sólido, un acompañamiento estratégico a largo plazo y una mayor agilidad a la hora de ejecutar decisiones clave”
Como alternativa, la emisión de bonos representa una herramienta muy eficaz para obtener recursos en los mercados de capitales, especialmente a largo plazo. Este instrumento da acceso directo a inversores institucionales, tales como gestoras de fondos de inversión o aseguradoras, comprometiéndose la empresa a devolver el principal en una fecha futura junto con intereses fijos. Se trata de una gran opción para las compañías que buscan mayor libertad para gestionar el flujo de caja, ya que no exige amortizaciones intermedias, lo que preserva la liquidez durante la vida del bono. Además, resulta especialmente interesante para compañías con calificaciones crediticias más bajas (BB+ o inferiores), ya que suelen implicar menores exigencias en garantías y compromisos financieros (‘covenants’). Por ello, resultan viables incluso en contextos de mayor apalancamiento o necesidades de financiación más complejas.
Financiación híbrida para estructuras más robustas
A pesar de sus diferencias, la financiación bancaria y la financiación basada en mercados de capitales no deben entenderse como opciones excluyentes. De hecho, las empresas más sofisticadas y de mayor tamaño combinan ambas para construir estructuras de financiación más robustas, diversificadas y alineadas a sus planes de crecimiento. Esta complementariedad permite modular variables clave como plazos, condiciones, tipos de interés, niveles de riesgo o necesidades operativas.
"La clave para un crecimiento empresarial sostenible radica en la capacidad de diversificar y optimizar las fuentes de financiación, aprovechando tanto la flexibilidad de la financiación bancaria como el mayor plazo y diversificación de base inversora que ofrecen los bonos”, señala Reyes Bover, responsable de Debt Capital Markets Europa de BBVA CIB. “Este enfoque no sólo amplía el acceso al capital, sino que refuerza la resiliencia financiera frente a ciclos de mercado, con estructuras más equilibradas y adaptadas al perfil estratégico de cada compañía”.
"La clave para un crecimiento empresarial sostenible radica en la capacidad de diversificar y optimizar las fuentes de financiación"
Uno de los ejemplos más ilustrativos se da en las operaciones de adquisición donde se recurre inicialmente a un préstamo puente, ágil, respaldado por una o varias entidades financieras y negociado bajo confidencialidad. Éste permite ejecutar la compra de forma inmediata. Una vez completada la transacción, el préstamo se cancela y se sustituye por una emisión de bonos cuando se encuentra la ventana adecuada, con condiciones más estables y con vencimientos más largos. Estas estructuras, además, suelen incluir préstamos a medio y largo plazo que ayudan a establecer un perfil de vencimientos más suave, así como líneas de crédito que aseguran la liquidez necesaria en momentos puntuales.
BBVA, a través de su unidad de Corporate & Investment Banking (CIB), acompaña a las compañías en el diseño de soluciones financieras a medida, combinando experiencia técnica, visión estratégica y conocimiento del mercado. De esta manera, BBVA ocupa una posición de liderazgo clave en el mercado de capitales español. En el último año, la entidad se situó en segunda posición en el ranking conjunto de bonos y préstamos en España, manteniéndose en el podio durante tres años consecutivos.